El “Ministerio de la Verdad” llega a MotoGP

Una de las patas institucionales de MotoGP, el IRTA (asociación de los equipos) ha decidido multar al Team Manager del equipo de Jorge Martínez Aspar de Moto3 por lo que dijo a la tele italiana tras la segunda carrera de Motorland.

Las declaraciones las puedes leer aquí y básicamente son una opinión interesada a crear la sombra de la duda sobre las prestaciones de la moto del ganador Jaume Masiá, en la foto; cuyo equipo (Leopard) ya fue anteriormente denunciado por otro (Sky de Valentino Rossi) de hacer trampas.

En efecto, se trata de una sanción de “asuntos internos” en base a un reglamento propio, puesto que es la institución de los equipos la que multa (se habla de dos mil euros) al manager de uno de esos equipos. Y la cuestión ha trascendido sin hacer demasiado ruido entre la prensa especializada.

Una vez más, en un fin de semana en el que está pasando de todo, MotoGP se mete en un charco, este sí, totalmente innecesario. Porque la denuncia del Sky ya había sido investigada y desestimada antes de la rajada de Gino; y con la multa se ha conseguido el efecto contrario: que se hable más del tema.

Las Honda del Leopard vuelan desde que las hace volar, hace años, un genio técnico que se llama Cristian Lundwerg; con la inestimable ayuda de unos jóvenes pilotos con hambre de victoria. El penúltimo que ganó el título de Moto3 con esta moto (el último fue Dalla Porta en 2019) es el mismo que se está jugando campeonar en MotoGP, tres años después.

También KTM se ha empeñado en acusaciones contra HRC en esta categoría en el pasado. Pero la fuerza del sentido común sin que haya menoscabo de la libertad de expresión han funcionado siempre sin la necesidad de la actuación de unos policías de la verdad repartiendo recetas.

El problema principal reside, precisamente, en el efecto contraproducente de la medida; pero por partida doble: la multa es una publicidad extra al mensaje que se quiere sancionar; y la imagen de censura y ansia de control que mancha a las instituciones de MotoGP hace un daño irreparable, en un mundo cada vez más transparente.