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Ducati Scrambler Sixty2 2016

Prueba: Ducati Scrambler Sixty2 2016, Hora de sonreír

Tiempo de relax y de ver las cosas de otra manera. Es tu momento junto a la nueva Scrambler Sixty2, la Ducati más pequeña y accesible para los conductores del carnet A2 que te devolverá a la época de los iconos pop de los sesenta.

Ducati Scrambler Sixty2 2016
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Alejandro Alonso
Ducati

13/02/2016


ASPECTOS POSITIVOS

Concepto
Estética
Manejabilidad

ASPECTOS NEGATIVOS

Precio
Radio de giro
Instrumentación sencilla

Precio: 7.790 euros.

Con la llegada de las Ducati Scrambler, la firma italiana se introdujo en un segmento diferente al que nos tiene acostumbrados dejando atrás el mono de cuero, el casco integral y las ganas de 'guerra' contra el crono. Es más, Scrambler se posicionaba, ya no como un nuevo modelo, sino como una marca independiente con su propia gama por desarrollar y para alzarse como un icono pop con todo lo que ello conlleva.

Así ha sido con las primeras y diferentes versiones de un mismo concepto neo-retro (Icon, Classic, Urban Enduro y Full Throttle), de las que, por cierto, desde Ducati nos confiesan que han sido un gran éxito comercial en todos los rincones (¡entre las 10 motos más vendidas del mundo!). La Scrambler se convertía en la puerta de entrada a la marca con un motor de 800 cc, incluso limitable para conducir con el carnet A2. Sin embargo, desde Borgo Panigale han querido ir un poco más allá y atraer a un mayor número de usuarios, aquéllos a los que la cifra de 800 cc aún les suena demasiado fuerte o no tienen unas pretensiones de comportamiento tan altas y siempre van a estar contentos con las condiciones del A2. Eso sí, con estilo.

Por eso los italianos han lanzado la Ducati Scrambler Sixty2, exactamente el mismo concepto que sus hermanas, pero con un motor de 400 cc más accesible para un novato en las dos ruedas y en la que el usuario del carnet A2 ni siquiera tiene que instalarle ningún kit de limitación, ya que su potencia declarada se queda en unos suaves 41 cv, lejos del límite de 47,5 cv.

 

Pocas diferencias

La principal diferencia de la Sixty2 con sus hermanas mayores está en el motor, ahora de 399 cc. La base es la misma y sólo hay algunos cambios que van en consonancia con su comportamiento más relajado: basculante más sencillo (de acero en vez de aluminio), pinza de freno delantero de dos pistones (en vez de cuatro), disco delantero más pequeño (320 mm en vez de 330), horquilla convencional Showa (en vez de la invertida de Kayaba) y curiosamente 1 litro más de capacidad del depósito de gasolina (14 l). Todos estos cambios hacen que la pequeña Scrambler adelgace 3 kg bajando hasta los 183 kg en orden de marcha y que el precio también se vea reducido 1.000 euros respecto a la Scrambler 'grande' más accesible de la gama 800 cc.

Entra por los ojos

Una cosa está clara y es que, a diferencia de lo que ocurre con otros vehículos, a los que nos gustan las motos y queremos comprarnos una, el modelo elegido nos tiene que gustar estéticamente. Más allá de gustos personales, hay que decir que la estética de esta gama está muy conseguida. Su diseño se basa en las primeras Scrambler que salieron en el año 1962 (de ahí su nombre como homenaje 'Sixty2', en inglés 62), pero tiene los toques necesarios en las líneas generales y en detalles para hacerla una moto muy actual y, particularmente, muy atractiva y oportuna en estos días donde lo retro es lo más 'chic', incluida la ola hipster, por qué no reconocerlo. ¡Ideal para los que les gusta ir con estilo!

El faro circular con guía luminosa en LED, el bellísimo depósito de lágrima con adhesivos específicos de la versión, el escape, el guardabarros delantero... Todas sus líneas están perfectamente estudiadas y cuidadas. Eso sí, no hay adornos añadidos y la pureza se sigue manteniendo en la Sixty2 como uno de los valores principales de la gama Scrambler.

Conserva la misma instrumentación, con un sencillo y atractivo display totalmente digital, aunque seguimos echando de menos un indicador de la marcha engranada o el nivel de la gasolina.

A partir de aquí, tú eres único y, como tal, la Scrambler Sity2 es una base perfecta para personalizar. La propia Ducati ofrece un catálogo de accesorios espectacular.

Hora de disfrutar

Luciendo palmito por las calles de Barcelona, pudimos notar que la Sixty2 se mueve con gran agilidad. El motor está sobrado para salir rápido de cualquier trampa que te encuentras en el tráfico urbano de tu día a día. Todo funciona a la perfección, aunque es verdad que rápidamente sentirás demasiado el calor del bicilíndrico en tus piernas mientras esperas en los semáforos. Los traqueteos del Desmodue en los primeros toques de gas te obligan a jugar con el embrague como en todas las Ducati, pero en cuanto subes un poquito de régimen se convierte en una suavidad inusitada. Eso sí, en ningún momento pierde el ronroneo que no puede faltar en una Ducati que hace que gire la cabeza todo aquél que pase a tu alrededor. Según giras el puño, sientes cómo fluye la energía suavemente pero con decisión. Gran trabajo de Ducati en este pequeño y nuevo motor bicilíndrico Desmodrómico de dos válvulas por cilindro y refrigerado por aire.

La posición de conducción es muy natural con un manillar ancho, perfecto para controlar los cambios de dirección. Las estriberas están un tanto retrasadas (de las pocas reminiscencias racing que te puedes encontrar en este modelo), pero no quitan ni un ápice de comodidad. El asiento es ergonómico, aunque para algunos puede ser un poco duro. Su altura es de 790 mm y permite llegar al suelo con los dos pies a la gran mayoría de los mortales. Incluso, puedes hacerte como accesorio con asientos aún más bajos o, por el contrario, más altos. No hay excusa.

La Scrambler Sixty2 sigue siendo una moto ciertamente ligera debido a sus dimensiones, pero sorprende que sólo hayan podido rebajarle 3 kg respecto al modelo Icon de 800 (183 kg en orden de marcha). Aun así, se trata de un factor que no te va a impidir pasar una jornada de diversión memorable.

Después de hacer una parada en un skate-park para asombrarnos con las habilidades de varios especialistas de skate, salimos a carretera. Tu objetivo es descubrir nuevas vistas, desconectar, sentir el aire en la cara, no preocuparte de los radares... Tiempo de disfrutar. Olvídate de todo y ocúpate sólo de sonreír.

La moto fluye sola. No hace falta experiencia para adaptarse rápidamente a su manejo, al comportamiento de su motor, de su chasis multitubular, de sus frenos y de las suspensiones. En un uso lógico, no tendrás ninguna queja. Sí, también hemos buscado su lado 'Ducati Corse' y hubo tiempo para exigirle un poco más y exprimir sus posibilidades. El motor es suave, pero en cuanto subes por encima de las 7.000 vueltas, el pequeño bicilíndrico de 400 cc saca su rabia. No te vamos a engañar, nunca se te va a desbocar, pero sí te va a permitir circular con alegría. Sorprende la respuesta general cuando enlazas curvas a gran velocidad. Los cambios de dirección los hace rapidísimos y las suspensiones se mantienen estables. Por cierto, el monoamortiguador trasero es regulable en precarga y se comporta bastante bien con el peso de un acompañante. Por otro lado, a pesar de la óptima respuesta de los Brembo, en las frenadas fuertes podemos echar de menos mayor confianza con una horquilla más avanzada, pero con el ABS de serie no hay nada que temer y más teniendo en cuenta que el objetivo del usuario típico de la Sixty2 no va a ser correr. Además, hay que destacar los Pirelli MT60 RS, toda una sorpresa. El neumático trasero, más estrecho que en las otras Scrambler, te deja jugar más en el asfalto, de igual manera que te permite pisar algunos caminos sin pensártelo dos veces.

Scrambler, universo expandido

La gama Scrambler crece con esta Sixty2 y, según los responsables de Ducati, la familia va a seguir aumentando (veremos en qué cilindradas). El movimiento comercial de la Sixty2 es inteligente y pretende continuar cosechando los éxitos de las cuatro primeras versiones en este primer año. La 400 está disponible en colores naranja, gris y negro a un precio de 7.790 euros, bastante por encima de la competencia y de su rendimiento puro y duro, pero con unos toques de distinción, de calidad y un aire premium y exclusivo que pocas marcas y modelos pueden aportar.

La moto al detalle...

Ducati Scrambler Sixty2 2016
Motor

La Sixty2 monta un nuevo motor desmodrómico de dos cilindros en L refrigerado por aire y dos válvulas por cilindro. Rinde 41 cv de potencia y 34,3 Nm de par máximo, ideales para el conductor que sólo necesita el carnet A2.

Frenos

El disco delantero se reduce a 320 mm con una pinza flotante de dos pistones (en vez de 4 como las Scrambler grandes). Detrás mantiene un disco de 245 mm. El ABS viene de serie.

Ducati Scrambler Sixty2 2016
Diseño

Si las primeras Scrambler ya han roto muchos corazones, la Sixty2 no va a ser menos. Una de sus principales armas es la estética, los detalles y la elegancia que sólo una marca como Ducati puede firmar. Además, el dueño podrá personalizarla con una infinidad de accesorios originales en el catálogo oficial. De serie llega en tres decoraciones (naranja, gris y negro).

Ducati Scrambler Sixty2 2016
Suspensiones

La horquilla Showa es convencional (frente a la invertida de las 800) con barras de 41 mm, más que suficiente para las pretensiones del modelo. Detrás mantiene el monoamortiguador Kayaba regulable en precarga.

Ducati Scrambler Sixty2 2016
Instrumentación

Elegante y sencilla instrumentación totalmente digital y con forma circular en la que vemos las revoluciones, velocidad, parciales, tempertatura y hora. Quizás, se echa de menos un nivel del depósito de gasolina y un indicador de la marcha engranada.

Ducati Scrambler Sixty2 2016
Asiento

Cómodo y ergonómico asiento, quizá un tanto duro para algunos. De serie con una altura de 790 mm que permite posar los dos pies en el suelo en parado sin dificultad para la mayoría de los usuarios.

Ducati Scrambler Sixty2 2016
Tecnología LED

La Sixty2 no ha renunciado a toques de distinción que ya son señas de identidad como la tecnología LED utilizada en la guía circular del faro delantero o en el grupo trasero.

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