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Tu opinión cuenta: Primera vez en circuito

Tu opinión cuenta: Primera vez en circuito

Hay muchos motoristas que no son conscientes de los beneficios que tiene entrar en circuito. Hoy van a ser ellos mismos los que nos cuenten sus primeras experiencias.

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Esther Rabadán
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Fecha31/05/2021
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Esther Rabadan
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Fecha31/05/2021


Este número de Moto1Pro va dedicado a los circuitos. Qué mejor momento para hacerlo que ahora que ha llegado el buen tiempo y que, además, han quitado las restricciones. Por eso, para muchos ha llegado el momento de hacer su primer curso o tener su primera experiencia y como sabemos que no hay nada que anime más que las experiencias de los demás, hoy en “Tu opinión cuenta” motoristas de toda España nos van a hablar de cómo fue su primera experiencia en un circuito.

Juan Luis: “Cuando estoy en pista todo desaparece”

Juanlu es un extremeño de 35 años que lleva más de un tercio de su vida a máxima potencia. Con su Aprilia SRV4 1100 Factory es un asiduo de los circuitos, pero todavía no puede olvidar, como todos, su primera vez: “fue en 2009, con una Yamaha R6. Fue realmente especial por ser la primera vez y por ser en un circuito mundialista, Jerez, allí donde había visto correr a esos pilotos que si sacan todo el partido de sus monturas. Te sientes… Nervioso días antes preparando todo, pero una vez que te subes a la moto, ¡disfrutas como un niño pequeño! Tuve la sensación de que siempre podía frenar más tarde, pasar más rápido por curva y acelerar más al salir de curva…”

Desde entonces ha realizado tanto cursos como tandas, lo que le ha permitido ir mejorando poco a poco y adquirir habilidades que “en calle es simplemente imposible adquirir sin correr muchísimos riesgos. Aprendes a entender los límites de la moto, la frenada, trabajo de suspensiones…”

Y aunque ya es un experto “tandero” Juanlu todavía se pone nervioso: “la noche antes duermo regular, pero cuando estoy en pista… todo desaparece. La concentración es del 110% para ir mejorando poco a poco, buscando la trazada buena, estudiando al piloto de delante para pasarlo, buscando un mejor tiempo… y terminas el día cansado, muy cansado, ¡pero con una enorme sonrisa por haber disfrutado el día de pista!”

Y con esa sonrisa os quiere lanzar un mensaje: ¡Ve a circuito! ¡Prueba esa experiencia! Da igual si tienes una naked con 70 cv o la más potente de las superbikes actuales. Vas a aprender de manera segura y vas a disfrutar de tu pasión. Y si quieres dar una vuelta de tuerca a tu conducción, haz un curso de pilotaje, lo recomendaré siempre. Irás más seguro en carretera y disfrutarás de retorcer el gas sin miedos!”

Gloria: “La primera vez siempre con monitor”

Gloria es una madrileña de 31 años que, aunque siempre ha tenido moto, aún tiene muy reciente su primer paso por pista. Fue en el circuito FK1 de Valladolid con una BMW F800R. Asistió a un curso en el que también disfrutó de algunas tandas libres y, aunque se sintió nerviosa y con falta de referencias a la hora de trazar” esa experiencia le sirvió muchísimo: “Al final no hay posibilidad de que venga nadie de frente y tienes más tiempo de reacción ante cualquier imprevisto”. Cuando piensa en cómo se sentía mientras estaba pilotando en circuito, lo único que le viene a la mente es: Más concentración”. Pero, tras esta experiencia, tiene un mensaje para todos: “Animo a todo el mundo a probar la experiencia de entrar a circuito, pero sobre todo de primeras a hacerlo con un monitor”.

Raúl: “Tengo que comprar una moto de circuito”

Raúl es un madrileño de 45 años que compró sus primeras motos en pesetas. Desde que comenzó en el mundillo ha entrado en circuito dos veces para disfrutar y adquirir nuevas destrezas. Lo hizo con una Suzuki GSX 750 F del 89 y todavía recuerda sus primeras veces: “Estaba asustado. No era capaz de abarcar la pista en la primera vuelta. En la tercera tanda, frustrado, no cogía en recta a las R1. La segunda vez que entré fui a hacer un curso. Ahí fui más tranquilo y como el circuito era Kotarr, mi moto aunque pesada se desenvolvía bien. Las RR no se escapaban o eran rebasados en curva, el profe cuando se puso detrás mío le costó seguirme y no me dijo ningún fallo de conducción”.

Aunque al principio le costó, al final lo disfrutó muchísimo, de hecho, todavía recuerda alguna que otra anécdota: “Final de recta en Albacete. Yo metido en la mini cúpula, la de la moto de serie. Y en frenada adelanto a una R1. El tio no me alcanza, y cuando paramos me dice: ¿Has visto cómo se te mueve la moto cuando frenas? Y pensar que le pasé con una moto que pesaba casi 100 kg más con 70 cv menos…”

Pero Raúl tenía que ir con precaución:Tenía miedo de caerme y que se rompiera algo, tenía que volver con la moto a Madrid…” Y volvió, vaya si volvió...

David: “Es un sueño cumplido”

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David es un madrileño de 31 años que empezó en el motocross pero lleva ya un lustro con motos de carretera. Hasta un total de 3 veces ha entrado ya en circuito a hacer tandas con una Yamaha YZF R1 y todavía recuerda su primera vez “estaba nervioso a la vez que emocionado por cumplir un sueño”. Y aunque cuando entra en circuito deja sus miedos a un lado, a veces tiene que pensar de manera racional: “Durante la última rodada todo iba genial, pero en la quinta tanda empecé a notar que la rueda trasera de la moto patinaba. Me pasó en tres curvas. En ese momento me asusté y me di cuenta de que iba muy rápido, estaba arriesgando de más. Así que decidí volver al box a relajarme y beber agua. Había sido un día estupendo, no era necesario estropearlo a última hora”.

Y es que no nos vamos a engañar, cuando entramos en circuito “nos calentamos”, pero para David, lo mejor es lo que se siente: “poder conducir una moto dentro del circuito es muy emocionante. Al principio todo se hace enorme pero luego vas cogiendo seguridad, que es lo más importante, y consigues sentirte a gusto y disfrutar de tu moto”.

Por eso David no quería despedirse sin enviaros un mensaje: “Me gustaría animar a la gente a que prueben a entrar en circuito. Que no tengan miedo porque no tienen experiencia y no están a la altura de otras personas, para eso están los niveles. Y lo más importante, no hay que compararse con nadie, hay que disfrutar y el circuito es uno de los mejores lugares para hacerlo con total seguridad.”

Claudia: “Es una experiencia que merece la pena vivir”

Claudia es una asturiana de 24 años que lleva dos añitos montando en moto. Ha entrado solo una vez en circuito para hacer un curso y lo hizo con una Kawasaki Z650 “y encima limitada. Al principio la verdad es que entré con miedo. Me daba miedo tumbar la moto y aunque parezca mentira, hasta acelerar…” Pero, aún así, cuando salió, la experiencia le sirvió bastante: “me ha servido para saber colocarme encima de la moto y saber por dónde trazar las curvas y dónde frenar. Este verano lo pondré más en práctica por las carreteras asturianas”.

Y su primera experiencia dio para mucho, de hecho, le vino a la mente su mayor miedo: “caer. Siempre tengo ese miedo cada vez que voy fuerte y llego a una curva. De hecho, hubo un chico que se cayó delante de mí y pensé que yo iba detrás…”

Pero, tras esa visita a circuito, Claudia se quedó con una espinita… “Fue una gran experiencia para aprender. Sientes mucha adrenalina y sensación de velocidad. Me sirvió también para conocer y aprender mucho más sobre mi moto. Es una experiencia única que merece la pena vivir si eres amante de las motos. Pero no llegué a tocar rodilla. Espero poder volver dentro de poco para volver a intentarlo”. Y seguro que lo conseguirás.

Arturo: “Sentía que podía tumbar infinito”

Arturo es un asturiano de 36 años que desde que descubrió lo que se siente dentro de un circuito, aprovecha cualquier oportunidad para entrar. Ha realizado varias tandas y cursos con su Suzuki GSX 750 R, pero no olvidará nunca su primer curso, con una Kawasaki Z750: “aunque estaba muy nervioso, me sorprendió muchísimo la seguridad que sentía estando allí dentro. El asfalto agarraba muchísimo y sentía que podía tumbar infinito, aunque luego cuando vi las fotos, comprobé que era solo una sensación”. Esto es algo que pasa, sobre todo, las primeras veces...

Arturo comenzó realizando cursos y esa experiencia le hizo mejorar su propia técnica: “Cuando salí del primer curso me di cuenta de que había ganado más confianza y más soltura con la moto y eso, en calle, es un plus de seguridad”. Pero, aunque entra en circuito para disfrutar y mejorar, el miedo siempre está presente: “En una rodada siempre hay “quemaos” y mi miedo es que venga alguno, sobre todo de esos que deben estar en niveles superiores, no respete las trazadas y me embista. Además, he presenciado un par de caídas justo delante de mí y es algo que impone y te pone los pies en el suelo”.

Para finalizar, Arturo no se quería despedir sin invitar a todo el mundo a probar la experiencia: “Cuando entré la primera vez estaba muy verde, pero después ves la evolución, curso tras curso y tanda tras tanda y te das cuenta de que merece muchísimo la pena en seguridad, técnica y diversión. Creo que todo el mundo debería probarlo porque engancha”.

Esther Rabadán
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Esther Rabadán

Amante de las motos desde que tengo uso de razón, llevo toda la vida sobre dos ruedas. Tras realizar colaboraciones en distintos medios, en Moto1Pro he hecho de mi pasión, mi modo de vida. Curiosa, analítica y muy digital, además de probar motos, coordino la redacción con mano de hierro en guante de seda.

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