Cómo arrancar la temporada de moto con buen pie

En invierno tienes dos opciones, guardar la moto bajo buen resguardo durante la temporada de frío o salir a pesar del temporal. Si has optado por dejar tu moto guardada durante la época de frío y vas a arrancar la temporada del buen tiempo, MAPFRE Cuidamos tuMOTO te da varios consejos para que comiences con la moto en perfecto estado.

Recargar la batería

Si has dejado la moto guardada en el garaje durante los meses de frío, y no la has desconectado, es muy probable que la batería esté descargada y haya perdido tensión. Otra opción, si no tienes un cargador-mantenedor de baterías para dejárselo puesto, es que arranques la moto de forma periódica para mantener activa la batería.

Lo ideal es dejar conectado los bornes de la batería a un mantenedor. Un mantenedor es un cargador de baterías electrónico que mide el estado de ésta y se pone en marcha o se apaga en función del nivel de carga del acumulador: puede estar así meses sin problema.

Cadena

En primer lugar, deberás engrasar la cadena concentrándote en los dientes de los piñones y el interior y superficie de los rodillos. En el caso de que necesites tensar la cadena, deberás aflojar el eje de la rueda trasera, emplear el mecanismo de los tensores y volver a apretar el eje.

Estado de los neumáticos

Lo primero, revisar el nivel de desgaste de las ruedas, comprobar que no tenga roturas o deformaciones, ni la goma se haya quedado reseca. Por otro lado, hay que comprobar el nivel de presión de los neumáticos.

Si el neumático delantero no tiene la presión adecuada tenderá a "subvirar". La moto entrará peor en curva y tenderá a sacarnos de ella hacia fuera por mucho que la inclinemos con nuestro cuerpo, obligando a hacer más fuerza en el manillar.

La falta de presión en el neumático trasero lo notarás en la estabilidad en recta, y que será mucho más torpe cuando entremos en una curva. Sólo un par de décimas por debajo de la presión indicada por el fabricante ya puede ser relevante para que notemos estos efectos, según lo sensibles que seamos, qué moto sea y cómo esté el neumático (desgaste de perfil).

Comprobar el estado de la amortiguación

La suspensión de la moto no es solo un elemento de confort sino más bien de seguridad. Se encarga de absorber y filtrar todas las irregularidades del terreno para que no se transmitan al resto de la moto. Las suspensiones son las encargadas de que toda la moto mantenga un comportamiento estable, aplomado y libre de movimientos, y esto es lo que permite que la circulación pueda ser segura. Son, en definitiva, las encargadas de que ambas ruedas estén siempre en contacto con el asfalto.

Para comprobar el estado de la suspensión delantera lo primero que hay que hacer es revisar que no tenga fugas. Los retenes son las juntas que unen las botellas con las barras, y si éstos fallan el aceite lo verás acumulado en las barras. El aceite puede manchar los discos y las pastillas y eso te dejaría sin frenada: un peligro.

Dependiendo de cómo sea tu moto en el tren trasero también podemos encontrar diferentes sistemas de suspensión, aunque lo más extendido es un único amortiguador. Como ocurre en cada barra de la horquilla un amortiguador trasero se basa, en resumidas cuentas, en un muelle helicoidal y en un pistón que corre por su interior. Detectar una fuga de gas no es tan fácil como en el caso del aceite, pues no veremos rastro de él, por lo que sospecharemos de una posible pérdida de gas al notar mermadas las cualidades de nuestro amortiguador.

Los niveles de líquidos

Comprobar los niveles de la moto es algo básico para su buen funcionamiento y para evitar posibles averías, y es un proceso tan sencillo que todos podemos hacerlo en casa. Los niveles que deberás revisar dependerán, evidentemente, de la moto. No es lo mismo una moto con motor refrigerado por aire, transmisión por cadena, freno trasero de tambor y embrague mecánico, que una con motor de refrigeración líquida, embrague hidráulico y transmisión por cardan.

• Aceite: en primer lugar, te recomendamos que leas el manual de usuario de la moto, ya que puede haber diferencias de un modelo a otro. Salvo que el fabricante diga lo contrario, el nivel del aceite siempre se ha de comprobar con el motor frío, pues cuando el aceite está caliente su volumen es superior. La moto debe de estar recta y sobre una superficie plana.
• Líquido de frenos: si el nivel está por debajo de lo recomendado, puede provocar que entre aire en el sistema por la toma de alimentación de la bomba de freno y el circuito perdería el purgado, por lo que tendríamos que purgar el circuito del líquido de los frenos, mientras que un líquido de frenos que se encuentra por encima de lo recomendado podría hacer que la rueda estuviese frenada en todo momento. Por eso es tan importante comprobar su nivel y sustituirlo siguiendo los plazos que indica el fabricante.
• Líquido refrigerante: Para medir el nivel del líquido refrigerante hay que hacerlo siempre con la moto fría, para evitar abrasarnos con el vapor y líquido a altas temperaturas al abrir el tapón de llenado si es necesario rellenar.
• Líquido de embrague: comprobar que el líquido del depósito se encuentre entre medias de las dos marcas F y L señalizadas, como en la bomba de freno. Por tu propia seguridad en marcha, los niveles no deben estar por encima ni por debajo de estas guías.

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