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Cuando proteges tu moto tendrás la seguridad de aparcarla con total tranquilidad. MAPFRE Cuidamos tuMOTO te expone qué tipos de antirrobo hay en el mercado.
La seguridad es una de las principal quebradero de cabeza de los propietarios de motocicletas. Además de la seguridad del conductor, la seguridad de tu vehículo es esencial para garantizar la tranquilidad y proteger tu inversión.
Afortunadamente, existe una amplia gama de antirrobos disponibles en el mercado que pueden ayudar a prevenir el robo de motocicletas, cada uno con sus propias ventajas y desventajas. MAPFRE Cuidamos tuMOTO te ayuda a conocer qué tipos de antirrobo existen para que tu elección sea más fácil.
Una opción popular son las cadenas y los candados, una forma robusta de antirrobo para motocicletas. Estos sistemas se utilizan para asegurar la motocicleta a un objeto fijo, como una farola o un poste de luz. Las cadenas y los candados son más pesados y menos portátiles que las cerraduras de disco, pero ofrecen mayor protección.
Las cadenas están compuestas de eslabones de alta resistencia por eso necesitan un candado que una sus extremos, una función que en muchos casos pueden cumplir los propios antirrobos de disco. Los antirrobos articulados están formados por un cable de alta seguridad que a su vez está recubierto por casquillos metálicos, y una capa plástica para que los proteja de la intemperie. En este caso sí se incluye un cierre con llave.
Ambos permiten ser adaptados a las formas de la horquilla y la rueda, pudiendo anclar la moto a un elemento fijo externo. Para complicar que lo corten y manipulen es recomendable que una vez instalados no toquen el suelo. Ten presente que algunas ordenanzas municipales prohíben usar cierto mobiliario como punto de fijación.
Uno de los tipos más populares de antirrobo para motocicletas son las cerraduras de disco. Es el sistema antirrobo más pequeño y ligero de todos, por lo que es el más común para asegurar la moto en el día a día.Estas cerraduras se utilizan para asegurar el disco de freno de la motocicleta, para que la rueda no gire. Cuidado: si te olvidas que está puesto y pones la moto en marcha sin haberlo quitado, puede causarte serios daños a las pinzas de freno de la moto o al propio disco.
Son ligeras y portátiles, lo que las hace ideales para su uso en situaciones en las que no se dispone de una ubicación fija para estacionar la motocicleta. Sin embargo, aunque son una medida de seguridad importante, son relativamente fáciles de romper y no anclan la moto a nada, por lo tanto, no deben ser la única medida de seguridad utilizada.
Como sistemas de máxima seguridad tienes los antirrobos de garaje que se anclan al suelo. Se componen de armazones metálicos que podemos atornillar al suelo de nuestro garaje, en su interior situamos la rueda delantera de la moto así queda bloqueada y asegurada impidiendo la manipulación del sistema. Este tipo de antirrobo no es móvil, siempre queda fijado al suelo de nuestro garaje, y su precio suele ser elevado, pero te dará altos niveles de seguridad.
Los antirrobos de horquilla están compuestos por una barra metálica en forma de U alargada que se cierra en su extremo con una unión extraíble. Pueden dejar bloqueada tanto la rueda delantera al dejar unida la horquilla de la moto con la propia rueda, o incluso en algunas motos la rueda trasera y el basculante, impidiendo que la moto se pueda mover. Al ser un elemento alargado lo puedes utilizar también para afianzar la moto a algún elemento fijo del exterior. También puedes añadir una cadena pasando la barra entre los eslabones.
Los antirrobos de manillar son un clásico entre los scooters. Siguen siendo muy utilizados en este tipo de vehículos y su instalación es muy sencilla. Un antirrobo articulado se encarga de fijar el extremo izquierdo del manillar con un punto fijo del scooter, generalmente tras nuestras piernas. Esto impide que el manillar se pueda poner recto y la moto se mueva en línea recta. En este caso las ruedas quedan libres y pueden girar, pero siempre lo haría en círculo. Completarlo con un antirrobo de disco siempre es recomendable.
Algunos antirrobos del mercado cuentan con un extra de seguridad: una alarma sonora. Solemos encontrarlos entre los antirrobos de disco, de manera que además de bloquear el disco delantero el antirrobo hace sonar una estridente alarma en el caso de que el candado sea manipulado o muevan la moto, acaparando la atención de todo el que se encuentre alrededor.
Además, algunas alarmas también tienen funciones de bloqueo del motor, lo que impide que la motocicleta sea encendida. Aunque la capacidad de inmovilizar la moto sea la misma siempre, puede ser una opción interesante si queremos quedarnos más tranquilos.
Los sistemas GPS para motocicletas son cada vez más populares y están diseñados para permitir al propietario rastrear la ubicación de su vehículo en tiempo real. Estos sistemas también pueden tener funciones adicionales, como la alerta de movimiento que envía una notificación al propietario si la motocicleta se mueve sin su autorización.
En función del modelo es posible estar al tanto de la localización a través de un mensaje en el móvil o utilizando una app o programa para ordenador. Es un sistema que se configura fácilmente, aunque es importante estar atento al consumo de batería para recargarla cada cierto tiempo.
Estar al día de los sistemas de antirrobo que hay disponibles en el mercado te da la opción de elegir cuál es el más indicado para ti y tu moto. Si te ha quedado alguna duda, uno de los Expertos de MAPFRE Cuidamos tuMOTO te lo explica en detalle en este vídeo.
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