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Marc Marquez

No es el brazo, es HRC

Marc Márquez ha vuelto a MotoGP plenamente recuperado de su lesión: es Honda la que tiene que pasar por el quirófano.

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Redaccion Moto1pro
Diego Lacave
Foto
MotoGP
Fecha18/04/2021

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fecha18/04/2021


Tiene un contrato de futbolista de primera división, cotizando en España: le cuesta a HRC en torno a los treinta millones brutos, bestias, por temporada. Por lo tanto, no esperen que Marc Márquez refrende lo que vengo a contarles.

Para abrir boca, hagamos historia: en la pretemporada 2016 hasta cambiaron el motor y pusieron alerones al carenado para despistar. “No hacéis vuestro trabajo” nos vacilaba Marc tras reconquistar el título de MotoGP aquella temporada. No te fíes de...

He visto, como vosotros, las imágenes de Márquez en el box Repsol después de la carrera. Y la emoción al micro de Izaskun; donde Marc se ha deshecho hablando con alguien que, para él, es mucho más que una fantástica periodista. No es teatro, pero no me creo todo lo que parece.

Dato: la mejor Honda todo el fin de semana. Y todo el finde, digo, el GP, o sea, tratando de evitar salir “por orejas” como sí hicieron el resto de los pilotos HRC. Su hermano, delante de sus narices en el libre-tres.

Lo siento, yo soy así: me he acordado del hombro de Valentino Rossi en 2011; mientras el de Tavullia esperaba las horquillas y los basculantes que Borgo Panigale le prometía. Lo que hicieron fue vender Ducati a Audi.

No desmerezco el esfuerzo físico de Marc Márquez, bien al contrario: lo estoy dimensionando mucho más de lo que ha trascendido. Por supuesto que ha sufrido; pero con su moto mucho más que con su brazo. Y al final, con su cabeza. El siguiente párrafo es políticamente muy incorrecto:

Lo que nadie se atreve a contar es que la vuelta de Marc a su Honda es como esas relaciones de pareja que tras una crisis brusca vuelven, por inercia, meses después. Problema: todos los defectos siguen estando ahí. Y reaparecen aunque el pisito (Portimao) sea de estreno.

Y soy muy pesado; pero es que también soy el único que lo señala: Marc Márquez sólo estuvo “medio bien” con esta moto, en la pretemporada 2020, en la última tarde del último día de test.

Esa moto se metió en una caja y el piloto (confinado, como todos) en su casa. Y cuatro meses después, el eje trasero (reglajes de HRC y el nuevo Michelin) le traicionó cuando menos estaba exigiendo a su moto.

Un año después el resto de motos ha evolucionado lo que han podido; pero las Honda nada o casi nada. Y Marc se ha encontrado, al volver, con un panorama desolador: no para la “montaña rusa” de Portimao, sino para el “tren de la bruja” que puede ser la temporada 2021.

Marc se ha peleado con “el paquete Honda-Michelin” mucho más que con el brazo o sus rivales, a los que ha despertado totalmente desde el viernes. No se olviden de la machada de vueltas que se pegó el sábado.

Y sabe que tiene una cita trascendental en quince días: el regreso al escenario del crimen. Sabe que todo lo que le ha podido sacar a esta moto ha salido de su cabeza (de apagarla, a ratos) y no de su físico.

Ahora, el mensaje está consolidado y nadie mirará a la fábrica del ala dorada ni a los neumáticos de Clermont Ferrand en un tiempo. Pero la auténtica “lesión” que va a arrastrar Marc Márquez en 2021 viene de allí.

Y de Honda, sobre todo; con quienes tendrá que encontrar la solución que le lleve a poder luchar por ganar. Se acabaron las bromas aquellas que se hacían sobre los "capos japos" que, mientras dicen sí en español, negaban en lenguaje universal, con la cabeza. Ahora toca hacer la moto que los pilotos necesitan.