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Fabio Quartararo

Y #ELD1ABLO lo consiguió, por fin

Fabio Quartararo se corona campeón del mundo de MotoGP en el último Gran Premio de Valentino Rossi en Italia; tras el error de Pecco Bagnaia que propició, también, la victoria de Marc Márquez.

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Redaccion Moto1pro
Diego Lacave
Foto
MotoGP
Fecha24/10/2021

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Fabio Quartararo
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fecha24/10/2021


El Gran Premio de… bueno, Misano2; empezó y terminó el domingo. Todo lo que pasó el viernes y el sábado, con esa lluvia pesada del Adriático en otoño, fue irrelevante.

Dos de los tres títulos en juego (Moto3 y MotoGP) podían certificarse este domingo. Sólo salió El Gordo. El de Moto2 dio un vuelco inesperado con la brutal caída de Raúl Fernández.

Nada que objetar: lo normal en un novato de una categoría como esta es que pase esto. Lo que no es normal es todo lo que ha hecho este novato hasta que le ha pasado esto.

Sin embargo, en Moto3, el "punto de partido” se traslada a Portimao2 dentro de quince días, con un Pedro Acosta cabreado. Mal: el que te enfada te vence; aunque sea viendo ganar a otro.

Pedro dijo eso de que aquí sólo se divierte el que gana porque sabe que al que quedó segundo (Masiá) se le dibujaba una sonrisa con la victoria de Dennis Foggia.

Vamos con MotoGP. Porque Fabio Quartararo no es solamente el primer campeón del mundo francés de la categoría reina de los grandes premios.

Además es el primero que corta una racha de nueve títulos consecutivos de pilotos españoles, tres a la sazón: Jorge Lorenzo, Marc Márquez y Joan Mir.

Yo pienso que es, también, el primer “Campeón por Unanimidad” para el dividido mundo de la afición a MotoGP. Porque Lorenzo y Márquez siempre tuvieron sus hordas de odiadores.

Y el título de Mir en 2020 sigue siendo discutido, aunque sea, en efecto, indiscutible.

 

El año de Fabio Quartararo es, sin duda, para enmarcar. Y su resurrección como piloto súper clase, después de sus bajones en las categorías de ascenso a MotoGP, para estudiar.

Además de ser un señor como la copa de un pino (como su rival este año, Pecco Bagnaia) hay que señalar como un hecho objetivo que Fabio despierta la simpatía de todos.

Y para recordar algo así tengo que remontarme a los tiempos de Kevin Schwantz.

Valentino Rossi acabó con dignidad su última carrera italiana, en la que salió en última posición de parrilla. Pero el aquelarre rossista fue secundario: habrá otro en Cheste, en noviembre.

Secundario se quedó, motu proprio, Marc Márquez ante su tercera victoria del año, la segunda consecutiva y la más importante de las tres: “hoy es el día de Fabio, no el mío”.

Bien dicho. Pero no es del todo cierto. Esta victoria vale el doble que la de Austin, entre otras cosas (y circuito a derechas aparte) por el cómo de la misma: con cabeza en el puño del gas.

El jueves reconoció sin complejos que tiene que trabajar la paciencia (de ahí viene el término médico paciente) y, en ocasiones, tragarse el orgullo y esperar los momentos adecuados.

Eso hizo en Misano2 con un rendimiento fogoso en las primeras vueltas poniéndose tercero, para acabar primero simplemente esperando los errores de las dos Ducati de delante.

Dato: donde cayeron Miller y Bagnania el domingo fue donde resbaló Marc Márquez el sábado. Y no volvió a hacerlo más.

En quince días volvemos al sur de Portugal, a jugarnos otra bala de ruleta rusa con la meteo y el trazado de Portimao. Raúl Fernández y Pedro Acosta se jugarán sus títulos a su manera.

Pero MotoGP se pondrá en modo pretemporada 2022 sin complejos. Como lleva haciendo Marc Márquez durante todo este 2021.