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En el mundo de las 4 ruedas el turbo llegó a ser un mito, cuando solo algunos coches, casi todos ellos de tintes deportivos, lo usaban. Y presumían de ello, alguno con logos enormes. Actualmente su uso es muy frecuente, los diésel lo usan en su práctica totalidad y muchos de gasolina… pero ahora nadie o casi nadie presume de ello, porque ahora lo que “vende” es lo ecológico, lo “verde”, lo híbrido… y el turbo no tiene esa imagen ¡qué gran error!
En este momento los motores térmicos con menores emisiones son precisamente los modelos con turbocompresor, que con menos cilindrada, menos peso y menos rozamiento, funcionan cuando el turbo casi no sopla como “motores pequeños”, que es lo que son, pero cuando sopla el turbo ofrecen muy buena potencia.
Esta historia y por qué no se usan en las motos ahora, ni seguramente en el futuro, os lo explica muy bien Josep Armengol en un artículo de este número. Así que no me voy a repetir, pero sí que voy a decir ¡qué pena! Porque con la actual tecnología de los sistemas turbo, que son fiables, eficientes y sin tiempo de respuesta, su ligereza y menor tamaño los convertirían en una solución perfecta para las motos.
Pero en el título de este editorial hablo de la ecología “bien entendida”. ¿Por qué? Porque pocos vehículos son tan eficientes para la movilidad individual que una moto. Cualquier moto. Y vivimos una gran mentira.
¿Qué mentira es ésa? Pues que un SUV Hibrido enchufable -que su dueño no enchufa ni enchufará jamás- con motores térmicos de 200, 300, 400 CV o más y que pesan hasta 3 toneladas… ¡tienen etiqueta “cero emisiones”! ¡Con un par! Ni alta ocupación ni nada de nada, va un solo ocupante, pongamos que de 80 kilos, y para ir de un sitio a otro mueve tres toneladas y ocupa 10 metros cuadrados… ¡y “es ecológico”!
Y un scooter con unos añitos, que pesa contigo incluido 200 kg como mucho y ocupa dos metros cuadrados como mucho… ¡pues no es ecológico! Seguro que ahora sabéis a qué me refiero cuando hablo de “ecología bien entendida”. Y eso que no hemos hablado de precio…
Salvo coches con todas sus plazas ocupadas, en cuyo caso la ecuación cambia, para ir una o dos personas un scooter o una moto, aunque sea grande, siempre es más eficiente que en coche. Desde este tribuna no hago más que decirlo: ¡LA MOTO NO ES EL PROBLEMA ES LA SOLUCIÓN! Hay que promover el uso de las motos en las ciudades, con etiquetados adecuados, zonas de parking exclusivas y trabajando para que moverse en dos ruedas sea más seguro.
Pero… no deja de ser una pena esa “generación perdida” de motos con motor turbo que, lamentablemente, nunca veremos.
Soy un motero atípico. De pequeño me preguntaban si quería más a mi madre o a mi padre y ahora si me gustan más los coches o las motos. No lo sé, pero me gustan mucho. De hecho llevo casi ¡40 años! en esto del periodismo del motor… y no me aburro.
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