
Italjet Dragster 700 Twin: el scooter más rápido y espectacular... ¿o es una moto?


ASPECTOS POSITIVOS
ASPECTOS NEGATIVOS

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Motor

Potencia

Peso

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La italiana Italjet es una marca con ADN muy deportivo que siempre ha ofrecido productos de diseño, y soluciones técnicas, espectaculares. A mi me resulta imposible no recordar su Formula 125 Twin que probé allá por 1997 y que es único en la historia por su motor bicilíndrico (sí) dos tiempos: sonaba como una Yamaha RD350 (para quien esa moto sea todavía una referencia). Más recientes son sus modelos Dragster, en varias cilindradas y generaciones, que son con diferencia los scooter más deportivos o agresivos del mercado. Casi 30 años después de probar aquel 125 Twin viajamos a Italia para descubrir su última creación: el Italjet Dragster 700 Twin que también monta un motor de dos cilindros pero tiene poco más que ver con el Formula 125. Para empezar y si nos atenemos a su estructura no es un scooter sino una moto deportiva “disfrazada” de scooter (muy) deportivo… Hay una versión limitada decorada con los colores del Team Gresini de Moto2 (cuyo principal patrocinador es precisamente Italjet), que cuesta 14.500 euros previa reserva, y no corras porque ¡ya no quedan! Entiendo que el precio normal rondará los 13.000 euros cuando esté disponible (en breve) la versión más de serie… ¡Vamos a ver cómo es y cómo va!

Italjet Dragster 700 Twin: por qué "es una moto"
¿Moto o scooter? El Italjet Dragster 700 Twin monta un motor de moto con su embrague y cambio, chasis de moto, suspensiones de moto delante y detrás… ¡es una moto! Solamente las ruedas, de 15 pulgadas delante y detrás (como un Yamaha TMAX) son un guiño a los scooter, como lo es su posición de pilotaje con un manillar bastante plano y ancho o las estriberas (porque tampoco tiene “suelo” como un scooter) algo adelantadas respecto del asiento: te sientas como en un scooter.
El motor ya es un viejo conocido nuestro: un dos cilindros paralelos con 692 cc de origen chino (y diseño original Kawasaki) que hemos probado en algunas Benelli trail o naked, por ejemplo. Aquí (versión Euro5+) declara 68 CV de potencia a un tranquilo régimen de 8500 rpm (disponible limitado para A2) que se transmiten a la rueda trasera a través del habitual embrague multidisco manual (sin anti-bloqueo) y cambio de seis marchas (sin quickshifter). Viendo lo espectacular y deportivo del Dragster el motor elegido parece sobre el papel (y en mi opinión tras probarlo así es como diré más adelante) un contraste y a mí me hubiera gustado más, por decir algo, el 790 bicilíndrico de origen KTM/CF-Moto, incluso el 690 monocilíndrico austríaco. Pero entiendo una cosa es soñar y otra fabricar y vender un producto, aunque sea como en este caso una moto que es casi un sueño en sí misma…
Este motor, con escapes Akrapovic a medida (espectaculares por cierto) va montado en un chasis tubular “trellis” de acero con una pipa de dirección en aluminio atornillada. La posición del motor es muy unusual para una moto, unos 30 centímetros más atrás de lo “normal” (lo normal es lo más cerca posible de la rueda delantera) porque delante, y en posición muy baja, tiene el depósito de gasolina (16 litros). La distancia entre ejes con esta estructura es tirando a larga para una moto (1553 mm) pero aún así algo más corta que un TMAX (1575 mm), y el reparto de pesos es claramente más atrasado que en una moto “normal”, con un total de 190 kg en seco que no es ningún peso pluma (ese motor me consta que no es ligero). El basculante trasero, cien por cien “de moto” lógicamente, es debido a todo esto algo más corto de lo que podría ser óptimo en mi opinión; la suspensión trasera funciona con una bieleta y reenvío a un amortiguador tumbado (un Öhlins en la versión limitada que es opcional en las normales con Marzocchi), reenvío que es ajustable para poder cambiar fácilmente la altura trasera sin tocar la precarga (muy interesante además de ser un detalle racing).
Delante monta una horquilla Marzocchi invertida totalmente ajustable, es decir y como decía más arriba todo en la Italjet Dragster 700 Twin es “de moto”. Los frenos también, con bomba Brembo radial y pinzas Brembo (radiales por supuesto) mordiendo dos discos de 270 mm delante (no cabe mucho más en las llantas de 15) y uno de 260 mm detrás… con mando en el pie derecho, claro, como una moto, porque la maneta izquierda es el embrague (el pie izquierdo manda el cambio, de nuevo, como en cualquier moto).
Del diseño general podría alargarme otras mil palabras más pero... como bien dice el refrán es mejor ver las imágenes. En directo todavía es más espectacular y aprecias mejor qué bien encajan las partes de carenado con aberturas, alerones… la verdad, es ¡una pasada! Monta una pantalla TFT de buena lectura con menús que me recuerdan a los de alguna Benelli y con mucha información, aunque no sé si permite cambiar la presentación para poder ver un cuentavueltas más visible que el “lineal” que usé (me gusta mucho más y veo mejor en “circular”). Entrando en los menús dispone de un Modo Track de pilotaje que permite desactivar el ABS y el control de tracción, y es el que usamos para rodar en Imola. Cuando quitas el contacto (con llave electrónica presencial) se vuelven a activar, por seguridad y pensando en el uso de calle.
Rodando en Imola: breve pero intenso
La presentación mundial del Italjet Dragster 700 Twin necesitaba un escenario de primera clase y lo tuvo: el “Autodromo Enzo e Dino Ferrari” de Imola, un lugar mítico para cualquier aficionado al motor (sobre todo a la F1) y en el que yo no había tenido ocasión de rodar. La idea de hacerlo, pasar por la misma curva en la que Ayrton Senna dejó este mundo, ver el monumento en su honor (y el de Gilles Villeneuve, otro ídolo general y mío en particular)… es fácil imaginar con qué ganas acudía (y no era el único) a la cita de Italjet. Por desgracia la presentación se montó más como un “show” muy a la italiana para distribuidores y famosos que como una sesión de pruebas, y baste decir que dimos solamente tres vueltas al mítico trazado de casi 5 kilómetros de largo.
Como he citado más arriba el Italjet es espectacular de lejos o en fotos, y de cerca ¡mejora! Bien acabado, con materiales de calidad, puedes pasar un buen rato admirando detalles sin cansarte: es una moto (que parece un scooter) de capricho, pero cumple totalmente con eso. Ahora bien, es muy espectacular y muy deportiva… pero no es una moto de circuito: vas sentado como en un scooter, con el culo algo bajo y atrasado (aunque el asiento está a 815 mm según ellos me pareció mucho más bajo), los pies adelantados (como sentado en una silla) y con el manillar casi plano.
Para rodar en Imola ibas necesariamente sentado en la punta del asiento, de paso compensando el reparto de pesos de la moto con el motor tan atrasado, y con una posición poco natural de piernas con las botas tan adelante. En las fotos que ves el fotógrafo me pilló mejor de lo que yo creía mientras daba las famosas tres vueltas, en las que apenas pude tomar consciencia del trazado (nada sencillo por sus desniveles que convierten varias curvas en “ciegas”). He puesto algunas de Albert Arenas, que estaba allí junto a Daryl Binder (los pilotos Gresini de Moto2) y a quienes dejaron dar alguna vuelta más (pero pocas) y que se adaptó bien al Italjet… Bueno, es obvio que las fotos con Albert tienen que ser mucho mejores que las mías (!).
Como moto para circuito el Italjet Dragster 700 Twin iba demasiado blando de horquilla (la suspensión trasera en cambio me pareció correcta), pero seguramente ese ajuste sea el bueno para circular por calles y carreteras. En Imola frenas fuerte varias veces, y en esas frenadas el asfalto está un poco rizado (ruedan muchos coches… por la mañana había un F1 Haas entrenando nada menos) y, si apurabas, el Italjet rebotaba demasiado en la entrada. Por otra parte la distancia libre al suelo no es exagerada y llegar a rozar el asfalto con la petaca del escape podría convertirse en un drama que preferí evitar: me tocó ser ¡el primero! de los casi 50 periodistas presentes en salir a rodar, y me hubieran linchado seguro si rompo la moto tan pronto. Los neumáticos eran Pireli Diablo Rosso SC (los que llevo ahora mismo en mi TMAX) con presiones adaptadas y funcionaron bien.
El motor es otro tema. De entrada choca un poco sentarte en la Italjet con posición y aspecto de scooter, arrancar el motor y… en vez de dar gas para salir a rodar (modo scooter), tener que embragar, meter primera y salir desembragando. Y luego ir cambiando de marcha, usando también el embrague porque no hay Quickshifter, algo extraño ya en “modo moto” estando en circuito. Por otra parte el motor en sí es un bicilíndrico bastante tranquilo aunque no empuja en serio hasta pasado medio régimen, de hecho el par máximo (70 Nm) llega a 6000 rpm y la potencia máxima solo 2500 vueltas después... y el corte no tarda mucho más.
Como cuando te acercas a la parte alta del cuentavueltas el fondo de pantalla cambia a rojo (avisa) aprendes a no dejarlo caer mucho de esa zona rodando en “modo track” mental. Pero esta no es una moto tan deportiva como parece, así que quise probar mi última vuelta a Imola con otro “chip” (marchas largas y dejarla correr en entrada de curva más fluida) y… hubiera dado alguna otra vuelta así porque me gustó más.
Italjet anuncia 190 km/h de velocidad punta y yo llegué a ver más de 170 km/h de marcador en Imola con el motor aún lejos de su final, así que sin duda estamos ante el scooter más rápido del mercado (sospecho que roce los 200 km/h reales con suficiente lanzamiento). Si es que la miramos como un scooter, claro...
Conclusiones: ¿es moto o scooter y es deportiva o no?
Llevo en esto de escribir y probar motos más de 30 años y, siempre que alguien me pide consejo para comprar una moto o scooter y baraja varias opciones, le respondo antes de nada cuál “le gusta” más. Sí, luego le argumentaré cuál se adapta mejor a sus necesidades, o cuál me gustó más al probarla, o cuál está teniendo más éxito… pero una moto sigue siendo una compra pasional ¡y que sigan así por muchos años! Mi premisa es que tu moto nueva te tiene que alegrar el día cuando bajas al garaje y la ves, incluso si ese día no toca cogerla.
Dicho todo esto, a mí un/a Italjet Dragster 700 Twin me alegraría el día si la viera en mi garaje… ¡al cien por cien! Es espectacular, es bonita, es deportiva… seguro que en los semáforos atrae muchas miradas y no pocas preguntas. Dar con ella tres vueltas a Imola me supo a poquísimo, pero tampoco era su ambiente y estoy seguro que una rutita con algo de ciudad y unas curvitas en carretera me hubieran permitido disfrutarla mucho más. No creo que nadie quiera una Dragster 700 para rodar en circuito, y si es así mejor que cambie de idea porque hay opciones más eficaces, divertidas (y baratas). Pero para uso diario y para algunas salidas a disfrutar de curvas la Italjet sí que me parece sorpendentemente bien adaptada a pesar de su aspecto tan radical: que no te engañe, es un cordero con piel de lobo (no al revés), y es bueno que tengamos opciones como esta con tanta personalidad en un mundo que tiende al “más de lo mismo”: ¡bienvenida!
La moto al detalle...

Es un bicilíndrico en línea de origen chino y arquitectura bastante clásica, cuyo ancestro es el Kawasaki 650 y que hemos visto en alguna Benelli o CF-Moto... Sí, es un motor de moto, con embrague manual y cambio, y 68 CV de potencia, pero no es tan “a la última” como el resto de la moto y su diseño. Los escapes Akrapovic ponen el picante en diseño y sonido.

El chasis multitubular monta un basculante un poco corto detrás con un ingenioso sistema de bieleta y reenvío ajustable, y una horquilla Maraozzchi invertida ajustable delante. El amortiguador Öhlins trasero es de serie en la Limited Edition y opcional en la normal.

El diseño del Dragster es espectacular pero llaman la atención en la parte baja delantera esas entradas de aire y alerones muy de MotoGP.

Bomba radial y pinzas radiales, todo Brembo, con discos flotantes… ¡primer nivel!

Las luces también tienen su estudio de diseño, delante y detrás.

No desentona y se ve bien, la presentación es llamativa (foto) aunque luego echamos de menos una gráfica más “racing” del cuentavueltas. Los menús nos recuerdan algunas Benelli ¿y Morbidelli?
Galería de fotos









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Apasionado de las motos, los aviones y la tecnología, llevo más de 30 años viviendo "desde dentro" la información del mundo de la moto en los mejores medios: ahora, en Moto1Pro.
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