Prueba SYM Maxsym 400 2021: Borrón y cuenta nueva

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No vamos a entrar sobre si gusta estéticamente el nuevo SYM Maxsym 400 -sobre gustos no hay nada escrito-, pero sí podemos ratificar que cambia a mejor en todos los aspectos: diseño, tecnología, prestaciones y rendimiento. Pero vayamos por partes. El diseño posee formas mucho más angulosas y elegantes que el modelo anterior, y es 40 mm más corto y más ligero gracias a su nuevo chasis un 18,5% más ligero. Unos cambios que ayudan en la maniobrabilidad entre el tráfico urbano y mejoran la estabilidad y el aplomo en carretera, ¡Damos fe de ello!

El departamento I+D de la marca taiwanesa también ha echado mano de un buen puñado de soluciones funcionales que nos facilitarán la vida como el sistema Keyless (smart key), que permite arrancar el motor sin necesidad de sacar la llave del bolsillo, un renovado parabrisas ajustable manualmente de forma fácil sin necesidad de herramientas o las manetas de freno regulables en 4 posiciones así como el doble amortiguador trasero ajustable en 5 posiciones.

Para los que valoráis la capacidad de carga, el SYM Maxsym 400 cumplirá vuestras expectativas. A diferencia del buque insignia de la firma, el Maxsym TL 500, su hermano menor nos ofrece un amplio espacio bajo el asiento (45 litros) con capacidad de dos cascos integrales. Además, el asiento se abre por su parte frontal en un ángulo de 45 grados para asegurar la máxima comodidad a la hora acceder al espacio interior iluminado por una práctica luz de cortesía. Si no es suficiente, también dispone de dos generosas guanteras en el escudo frontal, una de las cuales incorpora una toma de carga QC 3.0, más rápida que el standard USB, para cargar dispositivos móviles.

El cuadro de instrumentos entró en debate. Para la gran mayoría de periodistas que asistimos a la presentación del SYM Maxsym 400 en Villafranca del Penedés (Barcelona) no acabó de convencer visualmente, ya que las dos esferas analógicas no guardan afinidad con el elegante diseño del modelo. No obstante, esos dos relojes están perfectamente respaldados por una pantalla central LCD que nos ofrece toda la información necesaria. Tampoco acabó de convencerme el aspecto a la vista del sistema mecánico del freno de mano en la pinza trasera, si bien su funcionamiento es impecable, útil e ingenioso, activándose con la pata de cabra. Por último, destacar que la iluminación del grupo óptico es Full LED; además de mejorar considerablemente la visibilidad, ofrece más personalidad al scooter.

Potente, tecnológico y seguro

El Maxsym de este año equipa un motor completamente renovado para cumplir la normativa Euro 5 de emisión de gases. Ese paso hacia la nueva homologación podría haber deshinchado sus prestaciones, pero ha sido todo lo contrario: su monocilíndrico ofrece unas cifras de 34 cv y 39,5 Nm de par motor, aumentando la potencia un 2% y reduciendo el consumo de combustible un 32% respecto a su antecesor. Unas cifras que le sitúan al nivel de sus rivales de cilindrada y ahora sí puede presumir de una notable aceleración y recuperación sin ausencia de vibraciones, independientemente del régimen al que se circule. Una entrega suave, sin fisuras y contundente para estar entre los más rápidos en salir del semáforo o incluso para divertirnos devorando curvas por carreteras reviradas, aunque ese no es su propósito.

Por otro lado, la firma taiwanesa no ha escatimado en seguridad activa. Para empezar, equipa ABS de la conocida marca Bosch -un sistema que desde 2017 es obligatorio- y ha echado mano de otro importante sistema de seguridad que está cuajando en vehículos de más de 125cc: el Control de Tracción. El TCS aporta seguridad al piloto evitando que la rueda trasera pierda tracción al acelerar o girar en suelos con poca adherencia. También le han hecho un guiño a la seguridad pasiva con el sistema ABL (Advanced Brake Light) que alerta a los conductores de los vehículos situados detrás mediante la activación del parpadeo del piloto trasero en caso de frenadas fuertes por encima de 70 km/h. Puede parecer una minucia, pero en todo momento nos mantuvo en alerta cuando circulábamos por la revirada carretera que lleva a la preciosa localidad de Castellet (Barcelona).

Entre viñas y castillos

El importador de SYM en España, Motos Bordoy, nos dibujo una excelente ruta para probar concienzudamente el SYM Maxsym 400. Fueron casi 200 kilómetros de curvas por la región catalana del Penedés, siempre sobre buen asfalto y rodeados de viñas y castillos. Antes de arrancar, comprobamos que el asiento del piloto está en su punto. La altura de éste es de 800 mm respecto al suelo, perfecto. Aunque al ser un poco ancho no logré apoyar completamente las dos plantas de los pies –no, no soy un hobbit, pero con 1,70 metros poco me falta-. El asiento dispone de un apéndice en la zona lumbar que nunca está de más, mientras que el pasajero dispone de un asiento mullido, estriberas pegables de aluminio y unas buenas asideras. En marcha las piernas van relajadas y hay espacio de sobra para las rodillas aunque gires al máximo el manillar.

Rafa García, ex endurero y uno de los hombres fuertes de Motos Bordoy, abría el grupo de periodistas y no tardó en ponernos a prueba. Rápidamente me di cuenta que el scooter tiene el suficiente brío para no aburrirte. Acelera, muestra aplomo en vías rápidas, gracias a una distancia entre ejes de 1.555 mm, y frena más que correctamente, activándose el ABS en el momento adecuado. Las suspensiones me parecieron equilibradas y en todo momento mostraron sensación de solidez en los cambios de dirección. Sinceramente, el comportamiento del Maxsym 400 en carretera revirada me sorprendió gratamente, incluso a un ritmo “ligerito”. Una vez en la autovía dirección a Barcelona, alcanzábamos velocidades suficientes para adelantar por el tercer carril sin que nos hicieran luces y lo mejor de todo es que el parabrisas nos resguardaba perfectamente del viento. En ciudad, sus ajustadas dimensiones nos animaba a meternos entre los coches y a sortearlos cuando estaban parados en los semáforos.

Conclusión

Aplaudimos el excelente trabajo de SYM con su nuevo Maxsym 400. Sí, sin duda han hecho un gran trabajo ofreciendo un vehículo de calidad y robustez, y también con un diseño y acabados sobresalientes. Pocas marcas confían tanto en su producto como para ofrecer a sus clientes 5 años de garantía y además compitiendo en el mercado con una excelente relación calidad/precio: ¡6.299€! Recordemos que SYM pertenece al fabricante taiwanés Sanyang Motors, uno de los 10 más grandes fabricantes de motocicletas del mundo, y llegó a España en el 2004 de la mano de Motos Bordoy que, por cierto, este año celebra su 50 aniversario. Una empresa con una gran historia iniciada por su fundador, Jaime Bordoy, y ahora dirigida por sus dos hijos, Albert y Jordi. Su conocimiento, experiencia y pasión por las motos y el equipo de profesionales que les rodea ya son suficiente garantía para situar a SYM entre las marcas más consolidadas del sector.