Rieju Xplora 707 y 557: Probamos las trail ¡con un as en la manga!

Rieju Xplora: alma española, corazón global

Rieju, con más de 80 años de historia, ha jugado una carta muy inteligente. En lugar de partir de cero ha tomado bases mecánicas contrastadas para cada versión y les ha inyectado su propio ADN. En el caso de la hermana mayor, la Xplora 707, el corazón es un bicilíndrico en paralelo de 698 cc fabricado por QJ Motor, el mismo propulsor que impulsa a modelos de otras marcas bien conocidas. Por su parte, la Xplora 557 cuenta con un propulsor de menor cilindrada, perfectamente ajustado para ofrecer esa agilidad y respuesta excepcionales que la convierten en una moto tan divertida, y adecuada para carnet A2.

La elección entre una y otra, por supuesto, siempre dependerá de las circunstancias personales de cada piloto, pero potencia y peso aparte otra clave es que la Xplora 557 monta rueda delantera de 17 pulgadas (asfáltica cien por cien) mientras que la 707 la lleva de 19 pulgadas (más versátil y capaz para "off"). Si los recorridos habituales van a ser por autovía o autopista, la mayor potencia y aplomo del motor grande serán, sin duda, más adecuados. Sin embargo, en el contexto de esta prueba y las reviradas carreteras que disfrutamos, no hay duda de que la 557 encontró su hábitat ideal y brilló con luz propia.

La clave, y lo que define a esta nueva gama, es que Rieju ha logrado algo notable en ambas: darles un auténtico aire europeo a conjuntos de origen asiático, un punto a su favor que se siente desde el primer momento en que te pones a sus mandos. Como detalle curioso, la marca ha incorporado un "7" final en el nombre de sus nuevas cilindradas medias. Este número simboliza los "siete días de aventura a la semana", en perfecta sintonía con su lema: "For Everyday Adventure". ¡Que así sea!

Tecnología y equipamiento

Parte ciclo de nivel: el chasis se complementa con suspensiones Kayaba y un potente sistema de frenado, con doble disco delantero (‘’wave’’ en la 707)  mordido por pinzas de doble pistón y bomba radial. La frenada es potente, dosificable y segura. Un punto clave en su polivalencia es el ABS desconectable, aunque con matices entre versiones. La Xplora 707 cuenta con un práctico botón físico para desconectarlo antes de un tramo off-road, mientras que en la 557 debemos hacerlo a través del display. Esta medida, dictada por normativa, nos obliga a parar la moto antes de entrar en un sendero. Si bien puede resultar un tanto incómodo, dado el carácter eminentemente asfáltico de ambos modelos, no debería ser un incordio habitual.

Conectividad total: una generosa pantalla TFT de 7 pulgadas a color con conectividad MirrorLink nos permite replicar nuestro móvil. Además, la app Rieju Connect añade funciones de seguridad cruciales, como la detección de caídas con llamada de emergencia, seguimiento antirrobo y registro de rutas. Como nota curiosa, y para los más atrevidos, la aplicación también es capaz de medir la inclinación máxima que hemos alcanzado en curva, ¡incluso si se llega a tocar el suelo!

Preparadas para todo: de serie, vienen con iluminación full LED, puertos USB y USB-C, defensas laterales, caballete central y un práctico parabrisas. Solo queda añadir el topcase (baúl superior) opcional para lanzarse a la aventura.

Acabados y detalles: aquí tenemos luces y pequeñas sombras. En el apartado estético, la gama Xplora se ofrece en dos esquemas de color. Aunque esto es puramente subjetivo, personalmente encuentro la versión en blanco especialmente atractiva. Sin embargo, es en los pequeños detalles donde se aprecian algunos compromisos, seguramente necesarios para mantener su competitivo precio. Por ejemplo, si bien es un gran acierto el generoso protector en la unión del depósito con el sillín, los gráficos laterales son adhesivos sin lacar, lo que los deja más expuestos al roce.

En esta misma línea encontramos la palanca del freno trasero, de aspecto algo tosco y sobredimensionado. Pese a su estética mejorable, es justo subrayar que su funcionamiento es bueno y cumple su función sin reproche. Son pequeños puntos a pulir en un conjunto que, por lo demás, presenta un buen nivel de calidad. A estos detalles se suma un aspecto clave de su ergonomía: la altura del asiento, especialmente baja en ambos modelos. Esto, que siempre supone un dilema para los fabricantes, se resuelve aquí a favor de la accesibilidad. Es una gran noticia para los pilotos de menor talla, que podrán llegar al suelo con total confianza y seguridad. Se podría decir que, en esta ocasión, ¡ganan los bajitos!

Sorpresa: ¿por qué me quedo con la Xplora 557?

Pude probar a fondo las dos versiones, y aunque la 707 es una moto tremendamente competente que entra de lleno a pelear en el saturado segmento de las trail de 700 cc, personalmente, la que más me ha cautivado es la Rieju Xplora 557. Es una moto muy manejable y ágil en carretera, que es precisamente su terreno ideal. Gran parte de esta agilidad se debe a sus ruedas de 17 pulgadas en ambos ejes, (19’’ y 17’’ en la 707 como indicamos antes) y a un motor muy bien ajustado que te permite disfrutar al máximo en cada curva. Se siente ligera, intuitiva y te invita a enlazar giros con una confianza total.

Ambas cumplen con la homologación Euro 5+, para A y A2, abriendo la puerta a un público más amplio.

Veredicto final: posicionamiento y precio

Con un precio de venta al público de 7749 euros, la Rieju Xplora 707 se posiciona como una oferta competitiva. Si bien es cierto que se enfrenta a un nutrido grupo de motos asiáticas con argumentos similares. Ofrece un equilibrio fantástico entre calidad, tecnología y precio, con ese "sabor a Africa Twin" pero mucho más asequible.

Y aquí es donde la Xplora 557, por 5999 euros tiene un as bajo la manga. Al situarse en un segmento menos competido que su hermana mayor, podría encontrar su propio nicho de mercado y convertirse en la gran ventaja de Rieju. Sin duda, Rieju ha puesto sobre la mesa dos propuestas muy serias, bien pensadas y, sobre todo, muy divertidas. Y ahora os pregunto a vosotros, ¿qué os parecen estas nuevas propuestas de Rieju?