Triumph Bonneville T100 Black: 100 x 100
ASPECTOS POSITIVOS
ASPECTOS NEGATIVOS
Cilindrada
Motor
Potencia
Peso
Carnet
Precio
La evolución de los últimos años ha dado lugar a la Triumph Bonneville T100, protagonista de esta prueba, una moto icónica que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos manteniendo su ADN intacto. Renovada en 2017, la Bonneville T100 destaca por su diseño y su bagaje histórico.
Nos tenemos que remontar a los años 50 para conocer el origen de esta T100. El lago salado de Bonneville fue famoso por albergar la lucha por el récord de velocidad, tanto en moto como en coche, durante esta década. En 1956 se batió el récord de velocidad sobre una Triumph, alcanzando los impresionantes 345 km/h. Desde ese momento, las Triumph bicilíndricas de doble carburador serían bautizadas con el nombre de este lago. Desde entonces la familia Bonneville de Triumph renació en el año 2000 con más fuerza que nunca y no ha parado de renovarse hasta el día de hoy. La Bonneville T100 es actualmente una moto clásica con las prestaciones de una moto moderna y que supone la puerta de acceso a esta gran familia.
MODERNA CON ADN CLÁSICO
La Bonneville T100 Black sin duda destaca por su diseño. El conjunto del depósito negro con el logo en cromado, el asiento ancho y plano, las llantas de radios finos, los fuelles de la suspensión delantera, el doble amortiguador trasero, los escapes por abajo, las esferas del cuadro y hasta los retrovisores redondos están específicamente diseñados y pensados para que la esencia de Bonneville esté presente en cada una de estas partes.
Que no te engañen sus líneas clásicas y minimalistas, pues la T100 está a la última en cuanto a tecnología.
Incorpora acelerador electrónico, embrague asistido, control de tracción desconectable y sistema ABS. Todo ello trabajando en sintonía consiguen una conducción suave, segura y muy agradable. Esta combinación de clásico con tecnológico se ve claramente en su cuadro de instrumentos, en el que se muestra el velocímetro y tacómetro en dos esferas analógicas de bordes cromados y que a la vez incorporan dos pequeñas pantallas digitales con toda la información necesaria para el día a día.
SUBE Y DISFRUTA
Al subirnos a la T100 lo primero que sentimos es un asiento mullido y cómodo. La posición de conducción es erguida y natural, apenas se fuerzan las rodillas, tobillos o brazos gracias a unas estriberas ligeramente adelantadas y un manillar plano y ancho.
El sonido ronco al arrancar ya anuncia que estamos ante un gran motor, un bicilíndrico en paralelo que cumple con la Normativa Euro 4 y ofrece 55 cv de potencia a 5.900 rpm, aunque por lo que realmente destaca es su gran par motor de 80 Nm a 3.230 rpm. Apenas se notan las vibraciones y la suavidad con la que sale desde parado y enlazas las marchas es sorprendente.
De camino a la sierra pude comprobar que la moto no incita a correr, más bien todo lo contrario, es una moto para ir tranquilo y disfrutar de cada curva. Las suspensiones de 120mm de recorrido se comportan de manera suave y progresiva, a la par que el motor. Todo ello hará que consigas una conducción fluida y sin sobresaltos.
Este estilo de conducción no requiere un equipo de frenos de gran calibre, aunque dispone de un solo disco delantero de 310 mm y una pinza flotante Nissin de dos pistones capaz de detener la moto sin ningún problema en caso de necesitarlo. Es en frenadas fuertes o a un ritmo más alto cuando podrías echar de menos una frenada más potente. Los frenos además están gestionados por el sistema ABS que entra en el momento oportuno para no perder eficiencia de frenado. En el tren trasero quizás entra demasiado pronto si abusas de él.
En cuanto al control de tracción, quise comprobar su funcionamiento en terrenos algo más complicados y su funcionamiento es asombroso, apenas notas que entra en acción y cuando lo hace es de manera progresiva. Un gran trabajo por parte de Triumph ofreciendo siempre ese plus de seguridad tanto en sus motos más grandes como en esta, la más pequeña y ligera de la familia Bonneville.
EN CONCLUSIÓN
Con el paso de los años Triumph ha sabido evolucionar sus modelos más míticos para adaptarlos a los nuevos tiempos y a la demanda del público, pero siempre sin perder ese toque clásico y mejorando en la parte electrónica. Esta evolución se ve clara en la T100, una moto que consigue captar la atención de aquellos que quieren transportarse al pasado sin renunciar a la tecnología moderna para disfrutar de sus rutas de fin de semana.
La gama T100 está disponible dos versiones, la T100 y la T100 Black a un precio de 10.900 euros
La moto al detalle...
La T100 Black contiene el ADN propio de Triumph. Sus líneas clásicas y minimalistas, las llantas de radios, el depósito negro con el logo de Triumph plateado, el asiento plano y un único faro redondo demuestran que esta moto es una auténtica Bonneville.
La T100 monta el conocido bicilíndrico en paralelo de 900 cc que da una potencia de 55 CV y 80 Nm de par y que, por supuesto, cumple con la Normativa Euro4.
El cuadro de instrumentos está formado por dos esferas de gran tamaño, una para la velocidad y otra para las revoluciones. Cada una de ellas incorpora una pequeña pantalla digital donde podrás ver el resto de información relevante.
La T100 cuenta con un disco delantero de 310 mm y uno trasero de 255 mm, ambos mordidos por pinzas flotantes Nissin de doble pistón. Además incorpora ABS de serie. Su funcionamiento es más que correcto.
Una horquilla delantera de 41mm con fuelles y un doble amortiguador trasero le dan el toque clásico a unas suspensiones con un comportamiento muy suave y agradable.
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