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Viaje a Deadhorse

Bienvenidos a Deadhorse

A veces nos preguntan si no nos aburrimos pasando tanto tiempo viajando, pero la respuesta para esta ocasión siempre nos sale de nuestra boca de forma tajante y rotunda: "nunca".

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Redaccion Moto1pro
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Fecha16/08/2016

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Fecha16/08/2016


La ruta tiene cada día reservada experiencias nuevas que afrontar y nuevos amigos que recordar, viajar constantemente hace que ningún día sea igual al anterior. Pero eso puede también convertirse en una temerosa rutina. Y ya no importa que cada día tengamos que buscar soluciones a situaciones como encontrar dónde pasar la noche, decidir en quién confiar, cómo superar una tormenta en la montaña, encontrar un refugio antes de que se ponga el sol y la temperatura caiga peligrosamente o cómo solucionar un problema en la moto en medio de la nada, porque eso es lo que hemos estado haciendo los últimos años y las experiencias acumuladas hacen que ahora nuestro abanico de posibilidades para afrontar situaciones en la ruta es mucho mayor que antes de empezar esta vida de viajes. Pero también tenemos la solución cuando esa rutina acecha con aburrirnos, es entonces cuando nos proponemos un reto que superar, uno que parezca difícil, a veces casi imposible. Un reto que sabremos que alcanzarlo será doloroso y nos pondrá en la situación de decidir si seguir adelante o no, porque esos retos no solo matan la rutina, sino que llenan de color nuestro viaje y nos traen nuevas lecciones y experiencias que nos serán muy útiles para seguir nuestro camino.

Formar parte del 2%

Entonces justo ahora cuando después de cruzar la costa Oeste de EEUU y entrando en Canadá llega a nosotros una estadística que dice que solo el 2% de los viajeros que van por tierra a Alaska se atreven a visitar Deadhorse, el punto más al norte que se puede llegar por tierra. Un lejano campamento a orillas del mar Ártico.

Ahora que la Norteamérica de cultura occidental organizada sin margen para la improvisación empezaba a afectar a la filosofía de nuestro viaje nos pareció que sería interesante ser parte de ese 2%. Recién está finalizando Abril y el clima al otro lado de la línea del Circulo Ártico es todavía muy inestable, lo cual ya no sabemos si nos invita a desistir o a continuar, pero casi un poco convertidos en masoquistas por la ruta allá fuimos.

El desafío se centraba en un viaje que empezaba en Fairbanks (Alaska) y que nos llevará hasta Deadhorse en Prudhoe Bay. Básicamente atravesar los 666 km de la carretera Dalton donde solo 260 están asfaltados.

Por una semana estuvimos atentos a la previsión del tiempo hasta que apareció esa pausa en las que las temperaturas se mantendrían sobre los 0ºC y las nubes se despejarían lo suficiente como para que no existieran tormentas en nuestro camino. Teníamos 2 días para ir y 2 para volver a la Alaska más profunda, al punto más al norte que podríamos llegar por ruta y que, después de visitar Ushuaia, cerraría una parte importante de nuestro proyecto.

¡En solo dos días!

Queremos cubrir la distancia que nos separa de Fairbanks hasta Coldfoot (430 km). Cuando llegamos a la entrada de la carretera Dalton, la que es considerada por muchos una de las rutas más peligrosas del mundo, comienza el barro que nos marcará una marcha lenta por los próximos días. Estamos entrando en tierra de esquimales y junto a esta famosa ruta no existe más población que 3 pequeños campamentos de trabajadores de las plataformas de petróleos. Ni señal de teléfono ni asistencia médica, el éxito de esta misión está prácticamente en nuestras manos. El primer día rápidamente aprendemos que el clima pueda cambiar tan rápido y radicalmente aquí que no se puede prever fácilmente.

Temperaturas bajo cero que con algunas pequeñas tormentas de nieve nos dan una sensación en la moto de -10ºC. Nuestros dedos están tan congelados que ni siquiera tienen fuerza para accionar el spray pimienta en caso de que aparezca algún oso en nuestro camino, la única forma de calentarnos un poco es parar y poner las manos y los guantes tras el tubo de escape, así hasta llegar a algunos de los campamentos, el primero justo a una de las orillas del gran río Yukon. Un café caliente y llenar el depósito de la gasolina será suficiente para seguir.

La siguiente parada 100 km después no nos dará ni gasolina ni café bajo un techo caliente, pero pararnos junto a la señal que nos indica que a partir de ahora estamos dentro del círculo Polar Ártico nos hace tanta ilusión que funciona igual para olvidarnos del frío por ahora. El Campamento en Coldfoot es nuestro destino por hoy. Después de un día tan duro y sin un paisaje especialmente interesante que nos acompañase nos acostamos preguntándonos si realmente merece la pena marcarse objetivos como este en nuestro viaje.

Viaje a Deadhorse

Osos, caribúes y bueyes almizcleros

Llenamos el tanque de gasolina y esperemos que nos alcance para cubrir los 430 km hasta Deadhorse. Hoy empezamos con menos ánimo por la resaca física que nos dejó la intensidad de la etapa de ayer y además justo al principio tenemos que cruzar la barrera que nos separa de la plana tundra. El pase de montaña de Atigun con sus 1400 metros no parecería temeroso en otros lugares del planeta, pero en esta época del año y en estas latitudes puede ser letal. Hoy recibimos nuestra recompensa antes de tiempo y el clima nos da una tregua, las temperaturas se vuelven aceptables y la nieve de ayer, hoy la vemos como un regalo que le da aspecto de fantasía al paisaje que nos rodea.

Bajamos derecho al destino final mientras osos, caribú e incluso bueyes almizcleros nos acompañan. Para ver algunos de estos animales no solo hay que venir al Ártico, la gente en Alaska además nos dice que hay que tener suerte, así que lo entendemos como una señal. Son estos momentos los que nos recuerdan por qué nos enamoramos de la soledad y los que nos siguen invitando a evitar las temporadas veraniegas de más afluencia aunque sea más doloroso.

El río Sag que aún no está completamente descongelado nos acompaña durante los últimos kilómetros, ahora nuestra ruta atraviesa un mundo donde todo está congelado alrededor de nosotros.

24h de luz

Y finalmente allí llegamos. Una pequeña señal nos indica que estamos en Deadhorse. La sensación es tan personal y extraña que solo los que se atreven a realizar el esfuerzo la experimentarán, es inexplicable. Solo nos queda agradecerle a la ruta por ser tan gentil con nosotros y dejarnos alcanzar una meta más y esta nos responde con una señal más y es que justo llegamos el primer día de este año cuando el sol no se pone, solo baja para besar al horizonte y vuelve a subir haciendo que los días sean de 24 horas y dejándonos entender que no hay tiempo que perder, hay que seguir nuestro camino buscando nuevas metas. 10 minutos después nuestra moto comienza un camino de vuelta con África en nuestra mente.

Consejos:

Gasolineras y distancias en Dalton Highway:
Campamento Yukon River (KM 90)
Campamento Coldfoot (KM 281)
Campamento Deadhorse (KM 666)
Mejor lugar para mantenimiento de la moto y repuestos: Yamaha Yukon en Whitehorse.
Llevar comida y agua. Aunque en los campamentos puedes encontrar esos suministros.
Llevar bocina de aire a presión y espray anti osos para repeler animales salvajes en caso de que se pongan en tu camino y te acechen.