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Un quickshifter es, literalmente, un “cambiador rápido”. Es decir, un mecanismo que nos ayuda a cambiar para que el proceso de pasar de una marcha a otra se realice de una manera más rápida y efectiva que cuando lo hacemos por nosotros mismos. En resumen, eso es un quickshifter, pero como comprenderás su mecanismo no es tan sencillo como su definición.
Los quickshifter nacieron en la competición, donde cada segundo cuenta. El tiempo que empleamos en cambiar es tiempo en el que la potencia no llega a la rueda trasera, y eso en competición, por poco que sea, puede ser crucial. Pero como tantos avances mecánicos y electrónicos, de la competición fue pasando a las motos de serie. Primero en las deportivas y después en todo tipo de moto, de manera que hoy encontramos sistemas quickshifter en motos gran turismo, naked, trail e incluso custom.
Los quickshifter o cambios rápidos se inventaron para eso, para ahorrar tiempo cuando cambiamos de marcha. Gracias a estos sistemas podemos cambiar de marcha sin necesidad de accionar nosotros manualmente la maneta del embrague. Es decir, usamos la palanca de cambio como siempre, pero sin mover las manos. El asistente se encarga de todo lo demás y eso es tiempo que ganamos. Y no solo ganamos tiempo, que en nuestro día a día tampoco es tan crucial, sino también mucha comodidad en la conducción.
Es decir, el proceso de: 1. Corto gas; 2. Cojo el embrague; 3. Cambio de marcha; 4. Suelto el embrague; 5. Vuelvo a acelerar. Con quickshifter se resume en: 1. Cambio de marcha. Y fin. De cinco pasos hemos pasado a uno. Y sí, estamos acostumbrados a hacerlo muy rápido si hace falta, pero siempre seremos más rápidos en hacer una, que en hacer cinco.
Algunos motoristas le tienen cogido el truco a cambiar sin embrague, cambiando “a capón”, como se suele decir. Se puede conseguir con suavidad si cambias de marcha justo en el momento preciso en el que cortas gas, pero no es fácil conseguirlo ni tampoco, en caso de hacerlo mal, saludable para la mecánica de la moto.
Pero todo esto, con la llegada de los quickshifters, se acabó. Podemos cambiar sin preocuparnos del acelerador o el embrague. De hecho, deberíamos hablar de dos tipos de quickshifer, los unidireccionales y los bidireccionales. Es decir, los que solo funcionan para subir de marcha y los que funcionan tanto para subir como para bajar. Primero llegaron los que solo nos dejaban subir de marcha, haciéndonos coger el embrague para bajar como siempre. Pero después, con su evolución, los quickshifter “Up&Down” nos permiten ambos movimientos.
Estos cambios rápidos funcionan mejor cuando llevamos el motor alto de vueltas, al menos en su zona media, pues a bajas revoluciones puede ser más brusca y tosca su respuesta. Pero cada día son más finos y precisos.
Para cambiar de marcha sin tocar el embrague necesitamos conseguir un efecto similar pero de otro modo, es decir, impedir que la potencia del motor llegue a la caja de cambios mientras cambiamos de marcha. Si un embrague lo que hace es desacoplar el movimiento del motor con la transmisión, lo que hace un quickshifter al subir de marcha es, directamente, detener momentáneamente la potencia del motor. ¿Y cómo se hace eso? Fácil, quitándole la gasolina o la chispa.
Si no hay chispa no hay explosión y por tanto no hay generación de potencia. Y lo mismo si tampoco hay gasolina. Por tanto, un sensor ubicado en la palanca de cambios nota la presión en cuanto vamos a cambiar de marcha, éste manda la información a una CPU que procesa el dato y da la orden de cortar la ignición del motor en un breve instante. En ese momento es cuando se produce el cambio de marcha y justo después el motor vuelve a su actividad normal.
Eso para subir de marcha, pero cuando queremos bajar de marcha el proceso es un poco diferente. En inglés los cambios que también gestionan el descenso de marcha son llamados “autoblippers”, y te vamos a explicar por qué. En un cambio descendente no es necesario que las revoluciones del motor disminuyan, en realidad deben aumentar. En lugar de cortar la potencia del motor por un momento como en un cambio descendente, el sistema lo que hace es aumentar la velocidad del motor. Es decir, como si diéramos golpes de gas para suavizar la reducción, lo que en inglés se conoce como “throttle blipping”. De esta manera se ayuda a igualar las velocidades de la transmisión y las placas del embrague. Y de hecho oirás esos golpes de gas, como si de una MotoGP llegando a una curva se tratase.
Este proceso, teniendo en cuenta los niveles de mecánica y electrónica que traen de serie las motos actuales, no supone mucha dificultad. Igual que se puede indicar que el motor corte el encendido también se le puede hacer subir de revoluciones en un momento preciso.
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Comencé sobre dos ruedas en una Bultaco Chispa y antes de terminar la carrera de periodismo ya trabajaba en una revista especializada, donde me formé y empecé a escribir de motos. Formo parte del equipo de Moto1Pro desde hace casi 10 años y procuro aportar todo lo posible desde mi “joven” experiencia.
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