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A estas alturas muchos de vosotros podréis pensar que es una figura muy manida e incluso demodé teniendo en cuenta que en esta última década, con la llegada del amor por lo vintage, su imagen ha sido utilizada hasta la saciedad. Pero para nosotros un icono como puede ser Steve McQueen nunca pasará de moda y siempre será The King of Cool, por eso se merece con honores tener su hueco en esta sección lifestyle de nuestra/vuestra revista.
Empecemos por el principio. El actor estadounidense nació en Beech Grove, Indiana el 24 de marzo de 1930. McQueen no tuvo figura paterna, la madre fue abandonada por el padre poco antes de su nacimiento lo que le llevó a ser criado en casa de su tío hasta los 12 años. Dada su rebeldía, fue devuelto a la madre que residía en Los Ángeles para a la edad de 14 años ser recluido en un reformatorio.
Después de vagabundear por las calles de Los Ángeles, a los 17 años, se alistó en los Marines y a los 21, con las ayudas económicas que ofrecía el gobierno norteamericano a los militares que volvieran a la vida civil, decidió estudiar arte dramático en la famosa Actor's Studio de Nueva York para convertirse en actor.
A la edad de 25 años consiguió su primer papel en Broadway, que le daría el pasaporte para actuar con papeles secundarios en el cine. Protagonizó series y películas llegándole la fama y el reconocimiento y crítica del público con la serie de televisión Randall.
Pero el papel que lo llevó al estrellato y el que la mayoría de los amantes de las motos recordaremos siempre es el protagonizado en La Gran Evasión en el año 1963. Todos la hemos visto varias veces y quién no tiene grabado a fuego esa escena en la que McQueen, junto a su Triumph TT Special 650 – TR6 Trophy –, salta la alambrada de púas de casi dos metros de alto tras una persecución. Curiosamente, la única escena en la que el actor hizo uso de un doble, de su amigo Bud Etkins.
Después llegaron Le Mans, en 1971, otra película aconsejable para los amantes del motor; la famosa y taquillera La Huida y El coloso en llamas. Peliculón junto a Paul Newman y William Holden.
Steve amaba la adrenalina. Las motos y los coches de carreras eran su auténtica pasión y en todo rodaje era él mismo quien manejaba el cotarro. De hecho, McQueen consideró de manera seria convertirse en piloto de carreras.
En cuanto a su vida personal, Steve tenía como amigo a Bruce Lee y entrenaba junto a él la disciplina de Jeet Kune Do.
Se casó tres veces. Su primera mujer y madre de sus dos hijos, fue la actriz y bailarina Neile Adams. Después llegó el enlace con la también actriz Ali MacGraw y su último matrimonio, a escasos 10 meses de su fallecimiento en 1980, fue con Barbara McQueen Brunsvold.
Formó parte de la famosa lista negra de la secta del asesino Charles Manson, lo que le hizo “vestir pistola” desde el momento en que se enteró que amiga Sharon Tate había sido asesinada y que él podría ser el siguiente.
Con tan solo 50 años Steve McQueen murió de cáncer de pulmón el 7 de noviembre de 1980 en Ciudad Juárez, Chihuahua, México. Parece ser que la enfermedad pudo estar relacionada por la inhalación del asbesto en su época de marine. Una verdadera lástima no haber podido disfrutar más de él.
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Amante del mundo del motor desde que tengo uso de razón. Las motos han sido mi pasión y mi modo de vida durante los últimos quince años. Sin duda, un sueño cumplido para aquel niño que se bebía toda revista de motos que caía en sus manos. Debilidad por lo clásico y la estética cuidada, escribo sobre motos y su entorno con pasión y sentimiento.
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