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Prueba Triumph Scrambler 1200 X: el fruto de su historia

Prueba Triumph Scrambler 1200 X: el fruto de su historia

La nueva Triumph Scrambler 1200 X ofrece todo lo que un amante de este tipo de motos puede desear, con un precio más afinado pese a incorporar mejor electrónica.

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Mariano Urdín
Lluís Llurba
01/02/2024
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Lluís Llurba

01/02/2024


ASPECTOS POSITIVOS

Electrónica completa
Estética Triumph, clásica y elegante
Motor de aspecto retro pero muy actual

ASPECTOS NEGATIVOS

Sin cambio rápido ni como opción
Fuera del asfalto solo para pistas buenas (si se complica el terreno también se complica su pilotaje)

Cilindrada

1200cc

Motor

2 cil. EFI DOHC

Potencia

90 CV a 7000 rpm

Peso

243kg

Carnet

A

Precio

14.695 €

Ver ficha técnica completa

Triumph, dentro de su gama Scrambler 2024, introduce una nueva y más accesible 1200 X con un precio de partida de 14.695 euros, pero incorpora una electrónica que incluye en su paquete una centralita inercial IMU, encargada de gestionar el control de tracción y el ABS en curva, que aporta un plus de seguridad cuando aceleramos o frenamos con la moto inclinada. Además, también disponemos de cuatro modos de conducción, Sport, Road, Rain y Rider que, en este último, podemos configurar cada uno de sus parámetros a nuestro gusto personal.

Prueba Triumph Scrambler 1200 X: el fruto de su historia

Triumph Scrambler 1200 X

Me sigue pareciendo asombroso lo bien que hace Triumph estos bicilíndricos twin que parecen antiguos, pero son modernos. Un diez para ellos en caracterización, exteriormente casi podría pasar por un propulsor de los años ’70. Se trata del Bonneville ‘High Power’ de 1200 cc, que en esta nueva evolución 2024 se ha afinado para ofrecer una entrega de potencia con un equilibrio más logrado, tanto para la conducción por carretera como fuera de ella. La potencia máxima llega ahora ligeramente antes en el rango de revoluciones, alcanzando 90 CV a 7000 rpm y el par máximo de 110 Nm también llega antes, a 4250 rpm. Quiero destacar su sistema de doble escape que salen por el lado derecho con los silenciadores de acero inoxidable cepillado. Además de bonitos, brindan ese sonido tan personal y profundo que emiten las Scrambler, que justifican totalmente su pequeña incomodidad cuando circulamos de pie en las estriberas por el campo.

A nivel ciclista se mantiene en parámetros tradicionales, con un chasis de tubo de acero y un basculante de doble brazo de aluminio fundido, que es bastante corto, 579 mm, con lo que logra una contenida distancia entre ejes que favorece su agilidad en carreteras reviradas, a pesar que el conjunto no sea especialmente ligero, casi 250 kg con todos los llenos hechos. Las llantas son de radios en acero inoxidable con cerco de aluminio y vienen preparadas para admitir neumáticos sin cámara que en este caso monta los Metzeler Karoo Street con un taco bastante marcado y en medidas camperas 90/90-21 y 150/70-R17.

Los frenos los firma Nissin, con un doble disco delantero de 310 mm y pinza de anclaje axial de doble pistón y el disco trasero es de 255 mm de diámetro. Las suspensiones son las nuevas Marzocchi, compuestas por una horquilla invertida sin posibilidad de ajustes y un par de amortiguadores de gas con botella separada en los que se puede regular solo la precarga del muelle. El recorrido de ambos trenes es de 170 mm.

Nos ponemos a los mandos

El origen de la Triumph Scrambler se remonta en el tiempo casi ¡70 años!: en 1956. Las motos scrambler surgieron de un fenómeno americano, las carreras por el desierto de California, actividad que desde el principio lograron un tremendo éxito de participación. Las marcas inglesas, líderes del mercado motociclista de la época, no quisieron dejar pasar tan suculento bocado y comenzaron a triunfar con sus monocilíndricas de 4 tiempos. Las AJS, Matchless, BSA y más tarde Triumph desarrollaron motos para estas carreras largas y difíciles, pero a los pocos años vieron que cada vez necesitaban más potencia y dieron paso a los motores de 2 cilindros y así empezó la historia de las “Boneville/Scrambler”.

La nueva Scrambler 1200 X no puede ocultar sus orígenes, su estética es casi gemela a sus hermanas la XC (a la que sustituye). Steve Sargent, Jefe de Producto de Triumph, explica en pocas palabras el enfoque de este modelo dentro de su gama: “las Scrambler están diseñadas para las aventuras de corte trail dentro y fuera de la carretera y la nueva 1200 X es la opción que demandaban nuestros clientes, con un precio más competitivo, mas versatilidad gracias a una altura de asiento más baja y una conducción por carretera que mejora a la anterior Scrambler 1200 XC”.

La posición a sus mandos sigue siendo igual de natural y confortable, aunque personalmente le cerraría un poquito más los puños, para llevar más descansadas mis fatigadas muñecas. El triángulo de asiento, estriberas y manillar me parece perfecto y además ahora resulta más fácil de subir y bajar de ella pues la altura del asiento se encuentra a 820 mm del suelo y para los de talla más pequeña, se puede pedir la opción como accesorio de un asiento más fino que queda a 795 mm.

En marcha

La verdad es que el único inconveniente que he tenido en esta prueba ha sido la climatología de la sierra de Madrid de este mediados del mes de enero: ha llovido mucho e incluso ha nevado con bastantes ganas. Así que tuve que aprovechar el primer día de sol que apareció en toda la semana, y la verdad es que me cundió. Hice como unos 250 km por todo tipo de carreteras (menos autopista), un poco de campo, un buen tramo de pista forestal y las fotos que ilustran este reportaje.

En conjunto me he encontrado prácticamente con lo que esperaba, ya había probado la anterior Scrambler 1200 XC y la XE la más alta de gama, más campera y mejor equipada (cuyo precio parte de 16.195 euros). Esta nueva X es una evolución lógica de su modelo base y han acertado en sus mejoras. Ahora es más agradable de conducir, más suave en su respuesta y más segura en su pilotaje; además, para mí es más cómoda, pues llego mejor al suelo.

En carreteras nacionales con el asfalto en buen estado, tiene un comportamiento neutro y noble, nada espectacular que reseñar, pero tampoco me defrauda en nada. Aunque tuve un susto… el día que la recogí de las oficinas de Triumph, subiendo el puerto de Galapagar que conozco al dedillo, había llovido y el suelo estaba mojado por muchas zonas. Creo que subía a un ritmo acorde a las condiciones del terreno, pero de pronto, en un viraje bastante rápido de derechas, se me fue la rueda delantera… Por suerte pude salvar el deslizamiento con un ligero contra-manillar y puede también que me ayudara la IMU y el susto no llegó a mayores. Pero el caso es que me dejó un tanto intranquilo, no sé si pisaría más agua de la que yo pensaba y las ruedas de trail no congenian muy bien con el agua, el caso es que se me quitaron las ganas de apurar más de lo necesario y eso me duró toda la semana, pues las condiciones, excepto el día de las fotos, nunca mejoraron mucho.

En carreteras viradas de montaña he disfrutado más, tiene una parte ciclista noble, frena bien y las nuevas suspensiones Marzocchi cumplen correctamente. Por su parte el motor con sus 1200 cc, tiene unos bajos y medios excelentes, aunque la estirada no es su fuerte: a 7000 vueltas se acaba, pero ése es el carácter de esta moto y no hay que pedirle cosas para las que no está diseñada: mete una marcha más. Ha mejorado y me ha gustado mucho el comportamiento del conjunto cambio/selector, es suave y muy preciso, lástima que no disponga de sistema quickshifter (cambio rápido para subir y bajar marchas sin tocar el embrague) y no lo hay disponible ni como opción.

También tuve ocasión de hacer una breve incursión por campo y un trayecto bastante largo por una pista forestal que conozco bien. Desactivé el control de tracción (el ABS no se puede desactivar en este modelo) y en el primer caso mi incursión fue breve porque en seguida me di cuenta que el campo no es su ambiente, en cambio, en el tramo largo de pista forestal, un terreno, más amplio y despejado, me encontré cómodo sobre la Scrambler, permitiéndome alguna larga derrapada que otra por tierra húmeda, siempre que el firme no estuviera demasiado bacheado.

Como conclusión, reafirmarme que los trabajadores de Triumph siguen consiguiendo plasmar con enorme fidelidad las formas y sobre todo el espíritu de sus modelos clásicos más emblemáticos, pero además puede presumir de un comportamiento y una fiabilidad acorde con los tiempos actuales. Esta nueva Scrambler 1200 X sigue teniendo el mismo encanto, pero ahora es más barata, más segura y más accesible para un mayor número de usuarios.

La moto al detalle...

Luces e instrumentación

Tiene un panel multifunción con pantalla TFT integrada donde tenemos acceso a toda la información que manejamos desde la piña izquierda. La iluminación es full LED que incluye DRL con el patrón Modern Classic en el faro delantero y un compacto faro trasero con nuevos intermitentes.

Electrónica evolucionada

Gracias a la unidad inercial (IMU) podemos disponer de un nuevo ABS optimizado para actuar en curva y control de tracción desconectable. De este modo se logra que la Scrambler X sea más segura en carretera y más eficaz en tierra cuando abandonamos el asfalto.

Suspensiones Marzocchi

Gran trabajo el que ha realizado la firma italiana, con una horquilla de 45 mm de diámetro y dos amortiguadores de gas con deposito separado, sin regulaciones (solo la precarga del muelle) pero que ofrecen un compromiso muy polivalente para todo uso.

Mantenimiento extendido

Los intervalos entre revisiones de mantenimiento son cada 16.000 kilómetros y la garantía de fábrica es de 4 años sin límite de kilometraje para todas las unidades comercializadas en España.

Galería de fotos

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