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7 cosas que no sabías sobre la moto en Tailandia

7 cosas que no sabías sobre la moto en Tailandia

El país asiático produce millones de motos al año y se ha convertido en una de las potencias mundiales en lo que a la fabricación se refiere.

7 cosas que no sabías sobre la moto en Tailandia
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fecha03/10/2022


Tailandia ya es uno de los mayores fabricantes de motos, después de China, India, Indonesia y Vietnam. Un buen número de marcas japonesas, y algunas europeas, fabrican en el país asiático, donde además el mercado interior resurge con fuerza. Escribimos estas líneas la misma semana que se celebra el Gran Premio de Tailandia de MotoGP en el Chang International Circuit. Así que hemos pensado que sería una buena idea hablar un poco de este país, que se ha convertido en una potencia motociclista, al menos desde el punto de vista industrial. Veamos qué siete cosas podemos descubrirte...

7 cosas que no sabías sobre la moto en Tailandia

1. Honda controla el mercado

En 2021 en Tailandia se vendieron 1,6 millones de motos, ¡de las cuales 1,2 millones eran Honda! Estos números son elevados pero la realidad es que hace una década Honda llegó a despachar 1,5 millones de unidades en un año. No sabemos si hay otro mercado en el mundo donde la marca del ala tenga tanto predicamento. Por supuesto, el modelo más vendido es Honda, el Wave 110i, un scooter de rueda alta que emplea un sencillo motor de 4T de 109 cc con un consumo teórico de solo 1,4 litros a los 100 km.

2. GPX, el fabricante tailandés

Honda domina el mercado tailandés pero eso no significa que tenga rivales de los que preocuparse. GPX es una marca tailandesa que se fundó en 2007 y desde entonces ha tenido un crecimiento espectacular. Cuenta con una fábrica en la ciudad de Prachauthit y exporta a Malasia, Camboya, Filipinas y Singapur. En su paleta de productos hay scooter de rueda alta tipo Honda Cub, scooter con llantas de 14, modelos retro de 250 cc y otros deportivos de la misma cilindrada.

3. Moto, ¿sí o no?

En la última década el mercado de la moto en Tailandia se ha reducido en medio millón de unidades, un 25% del total, porque muchas personas han pasado al coche dejando la moto a medida que subía el nivel de vida. En 2012 se alcanzó el récord de ventas con 2,1 millones de unidades. Por otra parte el precio de la gasolina y la electrificación (los coches eléctricos son caros) han fomentado una nueva demanda de vehículos de dos ruedas. En el primer trimestre de 2022 se vendieron 449 893 motos. Honda continúa dominando con mano de hierro el mercado, seguida por Yamaha y Piaggio.

4. Pocas eléctricas

En Tailandia se venden muy pocas motos eléctricas pese a que este segmento está creciendo de manera notable, alrededor de un 142% al año. Entre los modelos "a pilas" el líder no es la todopoderosa Honda, sino Deco, un fabricante local.

5, Gran productor mundial

En volumen de producción, Tailandia es la quinta potencia del mundo cuando se refiere a la fabricación de motos, con una capacidad de 2 millones de unidades. En este ámbito el líder es China (23 millones), seguida de India (20 millones), Indonesia (8 millones) y Vietnam (3 millones). Sí, como ves los mayores productores se encuentran en el continente asiático.

6. Del ensamblaje a la fabricación

El país comenzó a producir motos en 1967 bajo el sistema CKD (Completely Knock Down – Kit para el ensamblaje). A principios de los años 90 el Gobierno promovió las motos de 4T frente a las de 2T para reducir las emisiones de gases contaminantes y la producción se elevó hasta los 1,75 millones.

7. Qué marcas fabrican allí

En Tailandia 7 marcas de motos tienen factorías en el país asiático: Honda, Yamaha, Suzuki, Kawasaki, BMW, Triumph y Ducati, con una capacidad total de 3 millones de unidades anuales. La mayoría están en el centro y este del país, en zonas donde hay núcleos industriales y cerca de puertos marítimos que favorecen la exportación.

 

Ildefonso García
Ildefonso García

Tras estudiar periodismo e inglés, en los 80 me publicaron una entrevista con Kenny Roberts y desde entonces estoy en este mundo. Dispuesto a aprender hasta la caída de la bandera ajedrezada.