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La primera de las carreras que el mundial de motociclismo ha celebrado en el circuito de Portimao ha resultado ser una de las más emocionantes en mucho tiempo de cualquiera de las cilindradas. Y eso que el vencedor de la carrera lo ha hecho por una distancia de más casi seis segundos, pero Albert Arenas se estaba jugando el título.
La carrera estaba por atrás. Arbolino, Ogura y el propio Arenas han tenido que bregar contra las circunstancias de la carrera en una pista que no da descanso a los pilotos. Al inicio de la última vuelta los tres pilotos tenían posibilidades de ser campeón y los adelantamientos, toques y las casi-salidas por orejas no han faltado durante la misma.
Finalmente ha sido campeón el piloto que comenzó la temporada como líder y que solo cedió el liderato ante Ogura brevemente en el GP de Cataluña. Circunstancias externas también han condicionado el campeonato. Arbolino se perdió una carrera por tener que aislarse tras ir sentado en un vuelo cerca de alguien que había dado positivo. Él nunca lo dio.
Eso no quita valor al título de Albert Arenas, que además de ser rápido, ha sabido manejar los tiempos y la presión a lo largo de toda la temporada. Aquí hay un piloto grande. Y todavía puede crecer.
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