¡Arrancan los scooter eléctricos Silence!

Ubicada en una de las esquinas más “nobles” de Barcelona -la de Muntaner con Avda. Diagonal- acaba de abrir sus puertas la primera concesión de la nueva marca de scooter eléctricos “Silence”.
Detrás del proyecto -de capital, diseño, ingeniería y fabricación totalmente española, en la población de Molins de Rey- se encuentra la experiencia de Carlos Sotelo.

El dakariano lleva muchos años apostando por la movilidad eléctrica y Silence representa la culminación de su propuesta en este sentido.
Los Silence llevaban ya algunos meses rodando en flotas y llegan por fin a la comercialización a particulares. Se trata de un scooter de potencia equivalente a 125 cc, homologado para dos personas y con una velocidad máxima limitada a 100 km/h para no penalizar los 100 kilómetros de autonomía que aseguran sus responsables.

Con todo, la verdadera innovación de Silence es que, junto a la tienda, se ha abierto también el servicio de intercambio de baterías extraíbles. Dicho de otro modo; se oficializa aquello tanto tiempo anhelado por los propietarios de scooter eléctrico: el usuario puede venir al servicio de “electrolinera”, dejar su batería a punto de agotarse en el intercambiador, coger otra totalmente cargada y proseguir su camino.

“Esta es la gran diferencia respecto a la competencia y nuestra mayor apuesta -afirma Sotelo- ya que vamos a hacer lo que la lógica dice que hay que hacer y que ya se está haciend en numerosos mercados asiáticos. Acabar con la esclavitud de los puntos de recarga es el primer paso para expandir de verdad el uso del scooter eléctrico. Además esto permite abaratar el precio del vehículo porque el comprador compra la moto sin batería y paga solamente por el uso de ésta, contando siempre con una batería cargada localizable a través de la app”.

Gracias a la alianza de Silence con Repsol, la marca barcelonesa tiene el objetivo de instalar otros armarios intercambiadores de baterías en varias gasolineras de la ciudad, tanto a disposición de flotas como de particulares. La batería extraíble de 6 kWh permite al usuario transportarla y cargarla de forma muy sencilla en cualquier enchufe sin necesidad de acudir al punto de recarga. Silence es el único fabricante español y el segundo europeo que fabrica sus propias baterías.
Obviamente, además del servicio de intercambio, las Silence pueden cargarse con el sistema habitual de ser enchufadas a la red. Por otro lado, el usuario puede contar también con un árbol solar para cargar la batería de forma sostenible y gratuita y un adaptador que, conectado a la batería, permite transformar la energía acumulada y aplicarla para otros fines u conectar otro dispositivo.

Todas las unidades vienen equipadas con un chip/sim que asegura la conectividad con el smartphone y permite arrancar el scooter, tenerlo localizado en todo momento, conocer el estado de la batería, saber en qué punto de la ciudad se encuentra la batería cargada más cercana y la cantidad de CO2 que se ha ahorrado gracias a conducir un vehículo eléctrico. La compañía ya ha registrado 500 pre-reservas, con unas condiciones de mantenimiento y garantía especiales y un precio algo por debajo de los 6.000 euros.