Destacados:
Cuando oímos la palabra Café Racer, nos viene a la mente la imagen de una moto antigua, la típica moto restaurada a la que le han hecho un lavado de cara para darle un toque retro o vintage, pero no siempre es así. Es el caso de esta espectacular BMW S 1000 RR 2016 transformada a Café Racer por Praëm, un preparador francés formado por los hermanos Berneron, Sylvain, piloto y diseñador y Florent, también piloto, mecánico y experto en prototipos del que ya pudimos ver alguna obra maestra como la Praëm SP3.
Lo que ha inspirado el diseño de esta Café Racer han sido, según Praëm, las carreras de resistencia, haciendo un homenaje al piloto Alexander Calder, que corrió en Le Mans en 1975 con su BMW 3.0 CSL. Partiendo de la base de una de las máquinas más sofisticadas del mercado y con la colaboración de BMW Motorrad Francia, esta Café Racer, de nada menos que 200 CV, no se asemeja en casi nada a la moto de la que parte gracias a un trabajo exhaustivo de diseño previo. La moto conserva el motor y suspensiones de la S 1000 RR original, pero ha sufrido algunas modificaciones que caben destacar.
El chasis y basculante, también originales, están cubiertos de fibra de carbono de la mano de Rotobox, marca que ha proporcionado también las llantas en el mismo material. Los frenos han sido sustituídos por unos carbocerámicos, del estilo a los que se utilizan en la alta competición y por los que se pueden llegar a pagar verdaderas barbaridades. El carenado, diseñado a medida, le da un aspecto de motos de carreras de los años 70 y 80. En el frontal, una gran entrada de aire directa al ram air permite alimentar a esta bestia, que como buena moto de resistencia, cuenta con una capacidad del depósito algo más amplia. No han querido modificar nada de la electrónica, pero sí del peso, instalando un sistema de escape Werkes que aligera el conjunto en 20 kg, dejando esta bestia en 186 kg y una relación peso-potencia ridícula.
Aquí tenéis el vídeo del proceso y resultado final. Sencillamente ¡Espectacular!
Relacionados