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A partir de la Mercurio, Bultaco fabricó desde 1961 hasta 1972 la Campera en cuatro cilindradas diferentes: 125, 155, 175 y 200 cc.
“La Campera se dirigía a una clientela básicamente rural, presentándose como una herramienta de trabajo robusta y sin complicaciones. En realidad se trataba de una Mercurio adaptada para circular por caminos y estaba pensada también para ser utilizada por organismos oficiales, como el Ministerio de Agricultura, el de Obras Públicas o Icona. Por este motivo debía de ser una moto barata y afortunadamente, en vez de bajar la calidad para conseguirlo, Bultaco optó por aprovechar piezas de modelos anteriores”, explica el periodista Joan Carles Orengo en su libro Bultaco, todo un mito. Una excelente publicación, como todo lo que hace JCO, que además tiene la particularidad de ser una edición bilingüe, escrita en castellano e inglés.
Hace más de medio siglo España era un país muy diferente, pobre y aislado de la comunidad internacional. Empezaban a llegar los turistas en masa, en parte gracias a un política de la dictadura franquista que se plasmaba en el lema: Spain is different. Una importante parte de la ciudadanía lo que demandaba era medios de transporte privados asequibles y fiables.
El modelo se fabricó desde 1961 hasta 1972 en cuatro cilindradas diferentes: 125, 155, 175 y 200 cc. Siempre con características similares: propulsor monocilíndrico de dos tiempos refrigerado por aire, bastidor simple cuna, frenos de tambor y suspensiones convencionales.
La unidad que ves aquí la subastaba la compañía iconicmotorbikeauctions. Se trata de un modelo d 1966 en buen estado. El dueño asegura haber restaurado la moto y aporta diferentes facturas para demostrarlo. Los responsables de iconicmotorbikeauctions, tras realizar una inspección, declararon que la Bultaco Campera funciona bien y está en buen estado. La moto se encontraba en Santa Mónica (California) esperando a la llegada de un nuevo y afortunado propietario.
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