Normas y consejos para viajar con niños en moto

En moto, cuando se habla de transportar a un menor, es imprescindible conocer la legislación para saber en qué condiciones se puede llevar a cabo.

¿A partir de qué edad se puede ir en moto de pasajero? La normativa española, regulada por el Reglamento General de Circulación, establece que, en los ciclomotores o motocicletas, además del conductor con permiso de conducción, puede viajar un pasajero con una edad mayor de 12 años. Como excepción, podrán ser pasajeros de una moto los mayores de 7 años siempre que el conductor sea el padre/madre, tutor legal o persona mayor de edad autorizada. En ningún caso, podrán viajar en moto los menores de 7 años.

Homologación de la moto. Debes cerciorarte de que la motocicleta o ciclomotor esté homologado para llevar pasajero. Esta información está incluida en el permiso de circulación de la moto. Además, es fundamental que el seguro de nuestra moto tenga cobertura para el pasajero.

El equipamiento debe ser el adecuado. Cualquier menor, que viaje en motocicleta o ciclomotor, debe llevar un casco homologado de su talla. No estaría permitido ajustarle el casco de un adulto. Elige preferentemente un casco integral, ya que ofrece mayor protección en caso de accidente. No es obligatorio, pero sí recomendable que los niños vayan protegidos con el equipamiento de todo motorista: chaqueta con protecciones, guantes, pantalón y botas.

La posición correcta. Lógicamente, el menor siempre se sentará en el asiento reservado para el pasajero, justo detrás del conductor. En ningún caso, podrá situarse entre el manillar y el conductor, ya que está totalmente prohibido. Además, deberá colocarse a horcajadas y con los pies apoyados en los reposapiés correspondientes o en la sujeción adaptada, y nunca con los pies colgando. Tampoco está permitido ir sentado de lado. El menor puede ir agarrado a las asas traseras de la moto o al propio conductor.

Conduce de forma segura y aumenta la precaución. Si vas a llevar habitualmente a un niño en moto, extrema la precaución y presta más atención en todo momento. Debes acelerar la moto suave y progresivamente y evitar una conducción agresiva o peligrosa. Un menor tiene menos fuerza y no tiene la misma capacidad de agarrarse, lo que supone un peligro en caso de una aceleración brusca. Tenlo en cuenta a la hora de acelerar, frenar o al tomar una curva. También es importante que, antes de subirse a la moto, le des unas nociones fundamentales sobre cómo debe comportarse durante la conducción: debe acompañar los movimientos del conductor y no realizar movimientos bruscos.

Evita las largas distancias. Desde MAPFRE Cuidamos tuMOTO, desaconsejamos los recorridos interurbanos con menores en moto. Si ya es exigente un trayecto largo para un adulto, un niño tiene muchas más posibilidades de cansarse. A la velocidad a la que habitualmente se rueda en carretera, hay mayor riesgo de tener un accidente con lesiones. Si no hay otra alternativa, realiza paradas cada poco tiempo. El uso de unos intercomunicadores para saber en todo momento cómo se siente el menor es un complemento de seguridad.

Atención al subir o bajar de la moto. Hazlo siempre por la zona de la acera. Comprueba la localización del tubo de escape para que no haya riesgos de quemaduras. Puedes ayudarle a subir o bajar de la moto poniendo tu antebrazo como sujeción.

Por último, hay que recordar que saltarse alguna de las normas anteriores puede conllevar una multa de mínimo 200 euros. No es ningún juego, la seguridad del menor depende completamente de tu responsabilidad y tu atención.

Además del vídeo que incluimos sobre las claves para comprar una moto usada con seguridad, MAPFRE Cuidamos tuMOTO te aconseja en multitud de temas de mecánica, seguridad vial, técnicas de conducción, equipamiento, asuntos legales o mantenimiento de la moto. Para visualizar los diferentes vídeos puedes acceder a la sección videotutoriales.

Desde MAPFRE, debido a la eventual situación del COVID-19, aconsejan seguir las instrucciones que se comuniquen en cada momento por parte de las Autoridades Sanitarias y organismos oficiales competentes.

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