La publicación digital del motociclismo
Destacados:
La publicación digital del motociclismo
30/11/2020 30/11/2020
KYMCO ha mostrado sus novedades 2021 y si entre todas ellas hay una que llama especialmente la atención es este KYMCO F9, el primer scooter eléctrico de la firma taiwanesa. Hace unos días pudimos adelantar un primer teaser en el que se dejaban ver algunos detalles, pero aquí tienes por fin sus primeras fotos oficiales y varias de sus características.
KYMCO lleva años rumiando un proyecto eléctrico, pero de momento solo eran prototipos. Primero fue la KYMCO SuperNEX en 2018, una deportiva de altas prestaciones, y después la KYMCO RevoNEX, una naked eléctrica anunciada en 2019. Pero finalmente ha sido este F9 el primer proyecto eléctrico en ver la luz y convertirse en toda una realidad.
El nuevo KYMCO F9 es un modelo urbano y deportivo, muy agresivo, y de estética streetfighter, o incluso dragster. Su concepto es muy innovador y no hay más que fijarse en cómo su chasis ha sido diseñado para albergar la batería que le da la vida. Es un scooter pequeño, de solo 107 kilos de peso, por lo que llegará para devorar la ciudad sin contemplaciones.
Según KYMCO estamos ante “el primer scooter eléctrico del mundo extremadamente divertido”. Cuenta con un motor de imán permanente de 9,4 kW de potencia, lo que lo sitúa entre los scooters destinados al carnet A1 o el B convalidado con tres años de experiencia. Eso sí, la aceleración declarada por la marca es de 0 a 50 km/h en solo 3 segundos, por lo que no habrá rival de combustión interna capaz de batirle a “semáforo cerrado”. Además, la velocidad máxima se sitúa en 110 km/h, lo habitual entre los de su categoría.
Cuenta con una transmisión automática de dos velocidades de accionamiento eléctrico que, comparado con otros scooters eléctricos, mejora la eficiencia del motor y la entrega de potencia. El motor se sitúa justo delante de la rueda trasera y se sirve de un basculante doble que recibe la rueda solo por el lado izquierdo. La transmisión se confía a una pequeña correa.
Entre las piernas del conductor queda la batería, de pequeñas dimensiones y bien integrada, para la que KYMCO anuncia un tiempo de carga de tan solo 2 horas. Esto hace que nos encontremos con un chasis tubular específico en el que se montan estriberas tanto para el pasajero como para el piloto, ya que no hay plataforma para los pies.
Para separarse del suelo se recurre a una horquilla convencional delante y a un amortiguador central detrás. En ambos trenes se montan ruedas de 14”, lo que nos deja un inteligente término medio, muy rápido y estable en la urbe.
La instrumentación se basa en una pantalla totalmente digital y el conjunto del scooter es toda una declaración de intenciones, con líneas afiladas y agresivas, con un asiento doble, quedando el del pasajero más elevado, y con un colín limpio donde se da protagonismo al piloto trasero, ya que la matrícula y los intermitentes se sujetan directamente al eje trasero.
Relacionados
Buscar
Revista Digital
