La publicación digital del motociclismo
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En el mercado hay una enorme oferta de motos eléctricas, en especial scooter de procedencia China. Lo que no estamos acostumbrados es a hablar de un modelo ¡africano! En nuestro caso, es la primera vez que tenemos la oportunidad de explorar las posibilidades que hay en África en lo que se refiere a la movilidad y en especial en el mercado de las dos ruedas.
Hace unos años se fundó en Nairobi, la capital de Kenia, la compañía Opibus, que contaba con la ayuda de un grupo de ingenieros suecos. El nuevo proyecto tenía como objetivo apostar por la movilidad eléctrica en África. Para ello se iban a emplear varias estrategias, desde convertir a eléctricos vehículos antiguos con motor de explosión (una suerte de restomod para países en desarrollo). Hasta desarrollar nuevos modelos que estuviesen movidos por baterías. En abril de 2022 Opibus pasó a llamarse Roam (que en inglés significa rodar, recorrer...).
Las condiciones de vida en un buen número de países africanos son muy diferentes a las que podemos encontrar en Europa o Asia. Nada más lejos de nuestra intención que mirar con una visión eurocentrista a África, un continente donde en 2021 el PNB por habitante era de 1970 dólares (1922 euros). En 2017, el PNB por habitante en Europa era de 27 330 dólares (26705 euros).
El mercado africano demanda motos robustas, capaces de rodar por carreteras en mal estado o de tierra, que puedan transportar mucha carga y cuya adquisición esté al alcance de la mayoría de los ciudadanos. Con estas premisas en julio de 2022 Roam presentó la Air, una moto eléctrica desarrollada y fabricada en Kenia para la realidad africana, donde las modelos de motos más vendidos suelen costar unos 1500 euros al cambio. Por ello, si el objetivo era que la Roam Air fuese asequible, su precio debería rondar esta cifra. Una vez hecho el desembolso que supone la compra, la moto eléctrica tendría la ventaja de ser más económica en su uso y mantenimiento.
La Roam Air no tiene una batería, sino dos, cada una de 3,24 kWh (6,5 kWh en total), que se pueden extraer con facilidad del chasis de tubos de acero. La autonomía total es de 180 km y cada batería se carga en cuatro horas utilizando un enchufe doméstico. Otra posibilidad es, simplemente, reemplazar la batería descargada por una llena. La moto pesa 135 kg y es capaz de transportar una carga de 220 kg (el falso depósito es en realidad un hueco en el que poder llevar objetos de pequeño tamaño). Alcanza una velocidad máxima de 90 km/h y el piloto puede elegir cinco modos de motor, desde uno “eco” de bajo consumo hasta otro “deportivo” e incluso uno que invierte el movimiento para que la Roam Air ruede hacia atrás... todo por 1500 euros.
Tras estudiar periodismo e inglés, en los 80 me publicaron una entrevista con Kenny Roberts y desde entonces estoy en este mundo. Dispuesto a aprender hasta la caída de la bandera ajedrezada.
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