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Suiza en moto eléctrica: Alicia Sornosa con una Zero SR/F

Suiza en moto eléctrica: Alicia Sornosa viaja con una Zero SR/F

La motoviajera, que durante 17 días ha estado recorriendo la e-Gran Ruta Suiza encima de una Zero SR/F, asegura que “es factible” viajar con este tipo de motos.

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María Bello
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Zero Motorcycles
Fecha21/07/2021
Suiza en moto eléctrica: Alicia Sornosa con una Zero SR/F
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fecha21/07/2021


Si os propusieran hacer una ruta por Suiza en moto seguramente la mayoría (por no decir todos) diríais que sí, pero si os dijesen que esa ruta sería con una moto eléctrica ¿seguiríais manteniendo la misma respuesta? Todavía existen muchas reticencias acerca de la valía de estas motos.

Una valía que la periodista y motoviajera Alicia Sornosa se ha encargado de mostrar de la mano de Zero Motorcycles al hacer una ruta por Suiza subida encima de una Zero SR/F. La conocida escritoria salió de Madrid rumbo a Suiza para descubrir la e-Gran Ruta de Suiza y vivir de primera mano la experiencia de viajar en una moto eléctrica.

Fueron 17 días de viaje en los que Sornosa recorrió más de 3.000 kilómetros de una ruta que empezó con ese miedo a lo desconocido pero que terminó convirtiéndose una gran experiencia que no duda en recomendar: “Creo todos deberíamos probar una moto eléctrica durante una semana, no solo para ver ir a trabajar por la ciudad si no para hacer un viaje y ver que es factible viajar con estas motos; que es distinto pero divertido”.

La Gran Ruta Suiza, un trayecto casi circular de 1.600 kilómetros, fue una propuesta que nació en 2015 y tan solo un año más tarde fue equipada con más de 300 estaciones de carga, convirtiéndose así en la primera ruta turística que puede hacerse con un vehículo eléctrico. Esta experiencia permite descubrir parajes como el cantón del Valais, los puertos del Furka y Gottardo, así como Lugano, Lucerna y Gruyères.

Descubrir Suiza en moto eléctrica: los 3.000 kms de Alicia Sornosa en una Zero SR/F

La periodista explicó durante la rueda de prensa tras su viaje que la experiencia de viajar en moto la sorprendió mucho: “Al principio estaba un poco cagada, tenía miedo de quedarme sin energía, quedarme tirada sin batería. Me parecía complicado y difícil porque había muchos parámetros que controlar pero según han pasado los días es mucho más sencillo de lo que parece. Es divertido, una forma diferente de viajar pero totalmente válida para disfrutar de la moto y de lo que te rodea”.

Es de suponer que si viajas en moto eléctrica quizás necesites planificar un poco más el viaje para saber bien dónde encontrar los puntos de recarga, que de momento no son tan habituales como las estaciones de servicio habituales. Cuando le preguntaron si es necesario un gran despliegue para viajar en moto eléctrica esta fue su respuesta: “Necesita algo de planificación. Antes de salir hay que saber dónde están los puntos de recarga para dirigirte hacia ellos. Además de tener más de uno, y que no estén muy alejados por si alguno no funciona. Ayudarte con alguna de las apps (yo he usado sobre todo Electromaps) para saber la potencia de carga, estado del punto, etc es indispensable. Según pasan los días te vas acostumbrando y calculando mejor estas necesidades, ya que no es lo mismo circular por autovía que subiendo y bajando puertos. También aprendes donde están los puntos de recarga más comunes (centros comerciales, hoteles…) y cada vez resulta menos extraño y se disfruta aún más del trayecto. ¡Cuestión de práctica!”. 

La motoviajera también habló acerca de las sensaciones de conducir una Zero SR/F: “es una sensación distinta. Al principio lo primero que notas, a parte de que no hace ruido, es que el motor no suelta calor cosa que en verano se agradece bastante. Luego que el disfrute de la moto es el mismo que con una moto convencional. Disfrutas en una zona de curvas, en carretera... Eso sí, en silencio, aunque tampoco es un silencio absoluto porque estás escuchando el zumbido de la moto. Además, sorprende la entrega de par, de potencia, es insospechada. Por mucho que lo cuente lo tienes que probar para entenderlo”.

Sin duda, una experiencia única para la periodista que además – al igual que el resto de sus viajes – tiene un fondo solidario: “Como siempre todos mis viajes tienen un fondo social. Creo que es importante llamar la atención sobre pequeños detalles de la vida y en este caso ha sido el cáncer de próstata. Porque se habla mucho de los cánceres de las mujeres, como el de mama, pero menos de los hombres. De ahí su importancia para mí, además de que en mi comunidad en Redes Sociales tengo más seguidores hombres. Un pequeño guiño a ellos”.

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Observadora, curiosa y perseverante. Quién le iba a decir a mi yo del pasado, que cada domingo sin excepción se sentaba (y se sienta) delante de la tele a ver las carreras, que unos años más tarde iba a poder escribir sobre ello.

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