Prueba casco Sena Phantom: con un buen Bluetooth y ¡luces!

Casco Sena Phantom con Bluetooth integrado

Disponible en tallas S, M, L, XL (la nuestra) y XXL, el Sena Phantom es un casco integral de tamaño bastante grande cuya aleta trasera integrada lo hace aún algo más voluminoso. En algunos huecos bajo el asiento de scooter no hemos conseguido meterlo, y ésa sería la única pega que le hemos encontrado, para un modelo que la propia Sena describe como “el mejor casco inteligente jamás diseñado”.

La empresa surcoreana se refiere con esa frase a que el Phantom se ha diseñado pensando desde cero en el equipamiento electrónico que llevaría, es decir, que a la vez que se diseña un casco seguro se hace para que contenga la electrónica, más allá de lo que es posible cuando instalamos un sistema en un casco, por nuestra cuenta.

Por fuera el Sena Phantom es aerodinámico, cuenta con pantalla solar escamoteable y con ventilación frontal más ventilaciones superiores central y laterales. La pantalla permite instalar un pinlock (viene en la caja) y los aireadores nos han parecido, cuando empieza el calor, eficaces sin exagerar aunque, como suele pasar, el nivel de ruido aumenta claramente si los llevamos abiertos.

Lo probamos

La electrónica que integra el Phantom es equivalente al último y más avanzado intercomunicador, el Sena 60S. Los altavoces usados (firmados por Harman Kardon, algo que ya es habitual) tienen su propio recinto interior previsto a tal efecto, como el micrófono delante, y la batería va montada en la parte trasera con un hueco que ha permitido montar una más grande. En nuestras pruebas desde luego esta batería dura bastante más que otros intercomunicadores probados (como el propio Sena del Shoei GT Air). Huelga decir que es otra gran ventaja no llevar un intercomunicador “fuera” del casco, a nivel aerodinámico o práctico.

Además de todo esto, en la mentonera el Sena Phantom lleva una luz blanca que no es un “faro” sino una práctica linterna para cuando entramos en un garaje oscuro por ejemplo. Detrás, en la zona de las aletas, tiene dos luces rojas que actúan como “posición”. Desde la App Sena se pueden configurar para que luzcan fijas con más o menos intensidad (mi favorito) o intermitentes, y se supone que también pueden actuar como “luz de freno” pero eso no lo conseguí (quizás llegará con una actualización). En cualquier caso este tipo de luces auxiliares nos hacen más visibles y eso da más seguridad en moto.

El Bluetooth utiliza los sistemas más avanzados en intercomunicadores: Wave Intercom y Mesh 3.0. Al probarlo de momento solo con pasajero, no rodando en grupo, solo pude comprobar que tiene un buen alcance en distancias relativamente cortas (al repostar por ejemplo). El sonido se transmite con buena calidad y se supone que tiene cancelación de ruidos con IA: el viento según la velocidad (y la protección del parabrisas de la moto) siempre es clave pero incluso con tapones (siempre llevo) podía escuchar muy bien a mi acompañante o los avisos del navegador Waze o el programa avisador de radares, sin llevar el volumen al máximo (unos 5 puntos por debajo de hecho).

Los botones de control están a la izquierda, perfectamente integrados, y a la derecha tenemos los dos para las “luces” citadas. Incluso con guantes enseguida aprendes cómo usarlos, sin problema. Lo más destacable del Sena Phantom para mí ha sido su comodidad (en tallas grandes no todos lo consiguen) y su silencio de marcha: con las entradas de aire cerradas diría que es el casco más silencioso que he probado. Por eso, lo práctico que es llevar el intercomunicador (y su duración de batería), se ha convertido en el favorito de mi armario.