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No, no se trata de ningún nuevo piloto, ni de ningún ingeniero con algún invento revolucionario, ni de un promotor con locas ideas, sino de un escritor italiano a caballo entre los siglos XIX y XX que dijo la famosa frase de “todo tiene que cambiar para que todo siga igual”.
¿Qué tiene que ver esto con las motos? Basta con que mires las novedades que te traemos: Las motos de siempre… completamente nuevas. Lo bueno: Si en una moto aparece la palabra V-Strom, como la que probamos este mes, Transalp (hace dos meses) o GS (pronto), ya sabes “de lo que va”. ¿O no?
Y en mayor o menor medida estas “nuevas” motos son nuevas por “cómo” están hechas pero son "las de siempre”. Sí, hay propuestas nuevas, pero también a veces detecto una cierta falta de ideas.
Hay muchos casos, pero me voy a centrar en las BMW GS. Te invito a hacer un ejercicio: Busca una foto de la primera GS y compara con la última… ¡nada que ver!
Pero ahora te propongo un experimento que te va a llevar más tiempo: Compara cada GS desde la primera con su sucesora y comprobarás con sorpresa que no hay tantos cambios como suponías.
La nueva GS 1300 está despertando una atención inusitada… A mí, que tengo una GS 1250, todos mis amigos motoristas me preguntan: “la cambiarás, ¿verdad?”. La respuesta es muy clara… ¡no la voy a cambiar! Porque para bien y para mal, la nueva GS 1300 es más de lo mismo.
Esto es muy alemán y ha pasado, sin ir más lejos, con coches como el Golf y el 911… fieles a sí mismos… quizás demasiado.
Es algo que está bien, para empezar tu moto no se queda “tan vieja” cuando sale la nueva, con lo cual es más barato cambiarla y, si no cambias, piensas que no te pierdes tanto... Pero echo en falta un poquito más de imaginación. ¿Vosotros qué pensáis?
Soy un motero atípico. De pequeño me preguntaban si quería más a mi madre o a mi padre y ahora si me gustan más los coches o las motos. No lo sé, pero me gustan mucho. De hecho llevo casi ¡40 años! en esto del periodismo del motor… y no me aburro.
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