
Prueba CF Moto 675 SR-R: la deportiva doméstica de 7995 euros


ASPECTOS POSITIVOS
ASPECTOS NEGATIVOS

Cilindrada

Motor

Potencia

Peso

Carnet

Precio
Ver ficha técnica completa
No sé si recordarás que el pasado mes de febrero asistí en el sur de Portugal, a una macro-presentación de la inmensa gama de productos que fabrica CF Moto, e informamos de las principales novedades motociclistas para este 2025. Si echas un vistazo a la presentación, verás que justo en la jornada que me tocaba probar a nuestra protagonista de hoy, en el desafiante circuito de Portimao, se puso a llover, bueno no a llover… ¡a diluviar! Y lo peor es que ya no paró en el resto de la jornada.
Te conté que, a pesar de todo, en un momento de heroísmo, decidí salir a dar unas vueltas para ver cómo estaba el asunto, lo hice también por si podían hacerme alguna foto los fotógrafos apostados en distintos puntos del circuito. Di dos vueltas, era imposible rodar, caía tanta agua que me entraba el control de tracción hasta en las rectas. Paré calado hasta los huesos, pregunté por los fotógrafos y me dijeron que todos se habían puesto a cubierto, no se podía ver nada a pie de pista. Así que cuando se propuso en la redacción hacer la prueba de la 675 SR-R, levanté enseguida la mano, no me la quería perder, pues considero que tenía una cuenta pendiente con ella...

¿Cómo es la CF Moto 675 SR R?
Voy a empezar por la técnica. El motor es un tricilíndrico en línea que por fuera me recuerda bastante al Triumph, aunque en sus medidas internas y rendimiento hay bastantes diferencias. Sus pistones tienen un diámetro de 72 mm y la carrera es de 55,2, es decir es “supercuadrado” con buena disposición para subir de vueltas y las muñequillas del cigüeñal caladas a 120º. La potencia que declaran es de 95 CV a 11.000 rpm y un par de 70 Nm a 8.250 rpm.
La alimentación corre a cargo de una unidad Bosch EFI, el embrague es multidisco en baño de aceite con sistema anti-rebote (slipper clutch) y cambio rápido sin cortar gas ni tocar el embrague (quickshifter) pero solo para subir marchas. La electrónica es bastante básica, no lleva acelerador electrónico, pero sí lleva un control de tracción que funciona con los sensores de ABS y dispone de dos modos de actuación (más o menos intrusivo) y también se puede desconectar, que es en el modo que lo llevo habitualmente por mis carreteras de montaña. Destacar que el propulsor solo pesa 54 Kg.
En la parte ciclo encontramos un bastidor de acero de doble viga con un basculante de aluminio. Las suspensiones son Kayaba con horquilla delantera invertida totalmente ajustable y barras de 41 mm de diámetro y el amortiguador trasero con sistema Monoshock, se puede regular en rebote y pre-carga de muelle. Destacar también que dispone de un amortiguador de dirección fácilmente regulable, anclado a la tija superior.
En cuanto a frenos lleva bomba radial con dos discos delante de 300 mm y unas excelentes pinzas de cuatro pistones y anclaje radial de la firma J.Juan que además van refrigeradas por medio de unos vistosos apéndices aerodinámicos. El disco trasero es de 240 mm y la pinza, de pistón sencillo, también es J.Juan. Las medidas de sus ruedas son las habituales del segmento, 120/70R17 delante y 180/55R17 detrás los neumáticos son de la marca asiática CST con un dibujo muy parecido al que utiliza Dunlop en sus Sportsmart.
Respecto a sus dimensiones generales resulta una moto bastante recortada, mide en total 2020 mm, con una distancia entre ejes de 1400 mm, la altura de asiento se encuentra a unos lógicos 810 mm, el depósito de combustible puede albergar 15 litros y el peso en vacío es de 189 kg. Habrás visto que en la presentación de Portugal publicamos que declaraban 175 kg en seco, 14 kg menos que su hermana sin carenado… Bromeé acerca de las paradojas de las básculas, pero lo único que pasó es que había un error en la transcripción del dossier de prensa que nos entregaron.
En cuanto a equipación y golosinas, la 675SR-R también nos da alguna que otra ración, su estética está verdaderamente lograda, es original en su diseño con líneas inéditas en deportivas medias. Los detalles de su carrocería se inspiran en el ADN de la competición moderna, con elementos adicionales para afinar su aerodinámica. El frontal tiene mucha personalidad, integrando las luces direccionales delanteras con los retrovisores, dotados de un gran brazo (que se puede plegar) que permite una buena visualización de lo que ocurre en nuestra retaguardia. Los faros delanteros tienen forma de bumerán y la luz trasera suspendida tipo “through-type” exhiben una estética moderna y fluida que deja claro el espíritu innovador de esta moto.
La pantalla de control es de 5”, bastante comedida para lo que se lleva hoy en día, pero tiene una lectura clara y fácil, con toda la información necesaria incluida la presión y temperatura de los neumáticos. Además, permite la conexión a Google Maps a través de la app CFMOTO RIDE y la TBOX opcional, desde el que también se pueden personalizar los ajustes del vehículo, monitorear su estado en tiempo real y disfrutar de una experiencia de conducción conectada y segura.
Nos vamos de curvas: descubre nuestra ruta de pruebas
Tenía verdaderas ganas de probar esta moto y pensé inclusive en tirar de contactos y ver si, en algún momento, podía acercarme y rodar unas vueltas en el circuito de El Jarama. Pero cuando la saqué de las instalaciones de Jets Marivent, distribuidor de CF Moto para nuestro país, enseguida me di cuenta que esta 675 SR R es una deportiva casi apta para todos los públicos. No es una moto exclusivamente para “quemadillos” y estoy convencido de que el noventa por ciento de sus futuros usuarios no entrarán nunca a un circuito con ella.
Así que me preparé una ruta larga y variada por mis carreteras favoritas, por las que algunas de ellas hacía años que no pasaba. Llené el depósito de gasolina y salí de Los Arroyos en El Escorial dirección Cruz Verde, Robledo de Chavela, Valdemaqueda y El Hoyo de Pinares. En esa zona había quedado con mi compañero y amigo Lluís Llurba, que es el artista que firma las fotos de este reportaje. Una vez acabado ese trabajo, me despedí de Lluis y marché hasta Cebreros, preciosa carretera y, por puro placer, subí y bajé el puerto de Arrebatacapas tomando la AV 503 girando a la derecha nada más llegar a la entrada del pueblo, es cortito, pero muy virado y bonito, hice unos 10 km en total.
Volví a Cebreros y un poco más adelante en el mismo pueblo, sale la derecha la AV 504 que lleva directamente hacia el pantano del Burguillo, como te puedes suponer también es estrecha y virada, con un firme cambiante y un trazado precioso. Apenas tiene tráfico y a finales de los años setenta la utilizábamos mi equipo y yo para probar y poner a punto nuestra OSSA Phanton transformada a velocidad para correr el Criterium SM de 1979. Llegué a la presa y empalmé con la carretera nacional, la 403, más ancha, con un asfalto excelente y bien señalizada. Su trazado siempre me ha encantado, pasé por el puente de la Gaznata y llegué al Barraco, seguí por la N 403 y otra vez por puro placer, subí y bajé el Alto de la Paramera que se encuentra a pocos kilómetros de Ávila.
Deshice algo del camino andado y regresé a la presa de El Burguillo, pero tomé la antigua carretera nacional bordeando el Charco del Cura hasta llegar a El Tiemblo. De allí nuevamente a Cebreros, pero esta vez por la AV 512, tramo de unos 8 km muy ratoneros que desemboca en la AV 502 y giré a la derecha hacia Puente Nuevo y San Martin de Valdeiglesias. Ese es un tramo de unos 17 km que me encanta y conozco a la perfección, sigue el cauce del rio Tórtolas, que separa las comunidades de Madrid y Castilla y León, hay pequeñas subidas y bajadas, con curvas enlazadas de todo tipo, aceleraciones y frenadas, un auténtico disfrute.
Ya de camino de vuelta a casa, paré a repostar en Pelayos de la Presa y no pude resistir a la tentación de subir el puerto de San Juan por la variante que solo se puede hacer en sentido de subida. En los años setenta el Ayuntamiento y el Moto Club de Pelayos, un pueblo muy motorista, cuna de mi buen amigo Paco Rico, Campeón de España de 500, organizaba por las fiestas del pueblo al final del verano una competición de subida en cuesta al Puerto por la variante y un servidor ganó edición del 1979. La subida termina en Navas del Rey, continué a Chapinería y tomé la izquierda por la M 510 hacia Colmenar del Arroyo, Navalagamella, Valdemorillo, pantano de Valmayor, Galapagar y vuelta a casa a El Escorial.
A lo largo de esta intensa jornada paré a tomar un par de pinchos una botella de agua con gas y un café a la hora de comer y recorrido unos preciosos 340 kilómetros resultando una ruta verdaderamente memorable.
A los mandos: así es cómo va
Y bien, después de tantos kilómetros me preguntaras… ¿Y qué te ha parecido la 675 SR-R? Pues además de sus valores estéticos ya comentados, que personalmente me han gustado mucho, te diré, que es una deportiva media realmente bien conseguida y ejecutada, con unos valores y aptitudes que la permiten abarcar un amplio número de usuarios. No necesitas ni mucho menos ser un Márquez para pilotarla (habrás visto que he puesto el apellido, refiriéndome a los dos), pero si lo eres, por sus aptitudes y muchas virtudes, también te vas a divertir a sus mandos.
Me ha gustado mucho su polivalencia, su facilidad de manejo, su nobleza, es una deportiva afable y no tiene dobleces. El motor te ayuda con una respuesta franca, es tremendamente suave y dulce en bajos desde el mismo ralentí, pero cuando llegas a cinco o seis mil vueltas su carácter y sonido cambia ofreciéndote una grata sensación de empuje, sobre todo si abres el gas a fondo sin contemplaciones y puedes estirarlo hasta su corte de encendido pasadas las once mil vueltas. Pero te diré que no es necesario llegar a ello, es mejor y cunde más cambiar algo antes de marcha, porque arriba del todo ya no tiene tanta rabia.
La postura a sus mandos es deportiva pero no radical, en ciudad se maneja bien, tiene buen radio de giro y se siente bastante ágil. Dejamos los edificios atrás y en autopista y autovía, tiene un rodar suave y aplomado, en virajes largos y rápidos se dirige hacia donde miras con la precisión de un tiralíneas. En cuanto a su protección a alta velocidad es el típico de las deportivas: si quieres que no te dé el viento te tienes que agachar tras la cúpula.
Dejamos las autovías y nos metemos en carretera abordando las primeras curvas. En seguida aprecio que la moto es precisa, fácil de inscribirla en el viraje, va por donde tú mandas y si has de modificar la trazada, no hay problema. También me ha gustado su agilidad, es rápida y segura en los cambios de dirección, con suspensiones y frenos muy competentes, que te permiten frenar dentro de la curva o cambiar la trazada sin problemas.
El motor cumple con su cometido, me ha gustado mucho el conjunto embrague, caja de cambio y selector, a pesar que su sistema quickshifter solo funciona para subir marchas. Pero incluso para reducir rodando rápido, apenas tocaba la palanca del embrague, su selector es tan bueno y preciso que daba un pequeño toque de gas a la hora de pisar la palanca y reducía si el más mínimo problema. Además, su embrague anti-rebote evitaba cualquier reacción negativa en la rueda trasera, manteniendo su aplomo de forma segura y constante. Un diez en ese apartado.
Por cierto, me ha parecido muy útil la presencia del indicador de presiones y temperatura de los neumáticos y me ha sorprendido su precisión (el de la presión, el otro no lo he podido comprobar) al igual que la medición del consumo de gasolina que lo hice en un tramo largo abusando de una conducción “más que alegre” y el indicador coincidió exactamente con mi medición al repostar: 5,9 l/100 km.
En cuanto a sus prestaciones puras, la 675 SR R es una deportiva media de las de ahora y si no supiera las cifras de potencia declaradas, diría que rinde unos 80-85 CV, y puestos a pedir me hubiera gustado que su estirada final fuera algo más poderosa. La velocidad máxima oficial la sitúan en 203 km/h, que certifico que los alcanza, comprobados por supuesto en una autopista alemana sin límites de velocidad.
Como seguramente sabrás soy un motorista veterano amante sobre todo de las motos deportivas y recuerdo con nostalgia que una Honda CBR 600 RR del 2013 con chasis de doble viga de aluminio rendía 120 CV a 13.500 rpm con 186 kg de peso y 1.373 mm de distancia entre ejes. Una Suzuki GSX-R 750 de ese mismo año (una de mis deportivas favorita) también con chasis doble viga de aluminio, rendía 150 CV y subía hasta 14.000 rpm, para 189 kg de peso con una distancia entre ejes de 1.390 mm. Y si queremos un tricilíndrico, la Triumph Daytona 675 del 2013 con chasis de fundición de aluminio, rendía 128 CV a 12.500 rpm para 184 kg y 1.375 mm de distancia entre ejes.
Evidentemente nuestra moto de hoy, en cuanto a prestaciones y sensaciones deportivas está lejos de aquellas, aunque hace solo poco más de diez años, eran otros tiempos y otras normativas… ¡otras motos!. Además, si estas motos se siguieran fabricando, su precio seguramente sería el doble del de nuestra protagonista de hoy, o más.
Conclusión
En definitiva, CF Moto pone con su 675 SR-R a nuestra disposición una deportiva media competente y moderna, con un diseño y calidad de componentes que nos sorprende y todo ello forma un conjunto francamente equilibrado en cuanto a comportamiento y prestaciones. Además, hay que añadir un precio verdaderamente atractivo para todo lo que ofrece: 7995 euros.
La moto al detalle...

La electrónica es sencilla y funcional. Todo su sistema de iluminación es FULL LED.

Bomba radial, pinzas mono bloque, radiales y de cuatro pistones van firmadas por la prestigiosa marca española J.Juan. Curioso el detalle racing de la entrada de refrigeración.

Es de doble brazo tipo “Banana” y está fabricado íntegramente en aleación de aluminio con un aspecto excelente, su peso es de tan solo 5,5 kg.

La horquilla delantera es regulable en todos sus parámetros y el amortiguador trasero en rebote y precarga de muelle, todo firmado por KYB. El amortiguador de dirección, muy a mano, también es ajustable.

No es enorme pero sí visible y con buena información. Me gusta poder ver las presiones de las ruedas, y la indicación es precisa.

Precioso diseño del colín, muy a la última, y lugar para el pasajero... ¡muy pasajero!

La moto trae cambio rápido pero es solo activo en aceleración, aunque descubrimos que reduciendo parecía funcionar bien.

Un tres cilindros suavísimo, desde el mismo ralentí, con buenos medios y suficiente potencia arriba aunque no es "rabioso" a alto régimen.
Galería de fotos












¿Quieres estar al tanto de todas las novedades de Moto1Pro y EnduroPro?
Suscribete a nuestro newsletter para no perderte el mejor contenido relevante, novedades, opinión, podcast, etc.
Relacionados