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Prueba | Suzuki Burgman 400: casi 25 años después, la referencia

Prueba | Suzuki Burgman 400: casi 25 años después, una referencia

Suzuki inventó el concepto del maxiscooter con el Burgman 400 en 1998, pero casi 25 años después el modelo actual sigue siendo una referencia de la categoría.

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Lluís Llurba
14/02/2022
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Lluís Llurba

14/02/2022


ASPECTOS POSITIVOS

Comportamiento y agilidad
Cualquiera llega bien al suelo
Capacidad de carga

ASPECTOS NEGATIVOS

Manetas no regulables
Consumo algo elevado
Precio alto

Cilindrada

400cc

Motor

1 cil. EFI DOHC

Potencia

29 CV

Peso

218kg

Carnet

Precio

7.895 € (oferta, PVP 8.695 euros)

Recuerdo perfectamente cuando apareció el primer Suzuki Burgman 400, cosa que fue allá por 1998. En ese momento se consideraba a los scooter 250 “grandes” y de hecho apenas los había: Honda, Yamaha y el Suzuki Burgman 250, que ya era el de mejores prestaciones y características. Ofrecía una única suspensión trasera progresiva, gran hueco de carga, bajo asiento y potente motor de 20 y pocos CV.

Así que cuando descubrimos el Burgman 400, con similares dimensiones exteriores, igual (gran) capacidad de carga pero un 50 por ciento más de potencia, fue una revolución. Y al probarlo, la impresión fue más grande: por primera vez un scooter, con sus pequeñas ruedas de 13 pulgadas, era capaz de llegar en el marcador a las míticas “100 millas por hora” (160 km/h que reales eran algunos menos).

Desde aquel primer e innovador modelo, el Burgman 400 ha ido evolucionando siguiendo las tendencias y pasos del mercado, con un gran cambio en 2007 (motor renovado a fondo y nueva estética) y otro no tan radical en 2017, con la estética actual más deportiva y el hueco un poco menos capaz. Pero algo parece no haber cambiado: es el scooter en el que los demás se fijan cuando lanzan sus propios modelos, y es el scooter que cualquier motorista tiene por referencia.

Suzuki Burgman 400 2022

Casi 25 años después el nombre no ha cambiado pero muchas otras cosas sí, como ya hemos indicado. El motor actual todavía es de un cilindro, pero ahora monta una culata recién renovada para esta versión, que cumple con la norma Euro5. Para eso, y entre otros detalles, cuenta con doble encendido (dos bujías) y más componentes internos del motor se han cambiado buscando reducir el consumo o mejorar más su fiabilidad (ya legendaria con miles de modelos en marcha). La electrónica hace su llegada, además de con un sistema de inyección muy refinado, con un control de tracción que evitará sustos acelerando en mojado o sobre superficies resbaladizas. El cuadro de instrumentos también ha evolucionado y ofrece mucha información que es fácil de leer o elegir.

Prueba | Suzuki Burgman 400: casi 25 años después, la referencia

El chasis, suspensiones y ruedas no han cambiado desde el cambio de 2017: delante 15 pulgadas para mejorar el comportamiento (detrás siempre 13 pulgadas) y suspensión trasera con monoamortiguador (algo en su día revolucionario y todavía ahora poco común en scooter). Sobre todo, el asiento no es solo bajo (a 75 centímetros del suelo) sino que por su forma y la del suelo es fácil apoyar los pies a pilotos de cualquier talla.

Quien tuvo, retuvo

Lo cierto es que cuando te pones a los mandos del Burgman 400 te das cuenta de por qué ha podido aguantar sin cambios radicales durante tanto tiempo y seguir teniendo sus seguidores. De entrada, moverlo en parado o a baja velocidad es facilísimo para cualquiera: es bajísimo. Además, el motor está bajo en sí y un centro de gravedad bajo ayuda a la manejabilidad (en parado). Cuando te pones en marcha, además de un sonido muy familiar (en mi casa ha habido dos Burgman 400 nuestros, además de haberlos probado todos desde 1998), su suavidad de marcha y tacto general sigue poniendo todo fácil.

Pero antes de seguir con los buenos recuerdos y los buenos descubrimientos de esta versión, me toca señalar algunas cosas que deberían mejorar. De entrada, que las manetas no sean ajustables cuando ya muchos scooter 125 las llevan es inexcusable, y más cuando el precio del Burgman no es bajo (ni siquiera en oferta). El tema del hueco (reducido) lo superé en el rediseño de 2017, pero sigo recordando cuánto cabía en el Burgman 400 “de siempre”, y aunque éste es grande, bueno, el anterior era enorme. Y por último está el tema del desarrollo final tan corto: no entiendo por qué Suzuki se empeña en no dejar al motor más descanso en vías rápidas. Me explico: la aguja alcanza las 8.000 rpm y se acerca a la zona roja cuando apenas vamos a 140 km/h de marcador, y la potencia del motor sería capaz de llevarlo otros 20 km/h más allá si hubiera “otra marcha”. Esto provoca cierta inquietud (llevar el motor tan revolucionado) y un consumo de gasolina algo superior. Pese a las mejoras para Euro5, no veo cómo gastar menos de 4 litros cada 100 km y si es fácil pasar de los 5 o incluso alcanzar 6...

Dicho esto, es notable que incluso con el motor girando tan rápido no se aprecia ni una vibración: el motor es suavísimo, incluso la transmisión ha mejorado en suavidad (el embrague podría ser algo brusco) y el control de tracción es muy bienvenido. Sin él, sería fácil hacer deslizar la rueda trasera abriendo gas con poca moderación según sobre qué suelo. Las suspensiones algo endurecidas permiten trasladar ese tacto deportivo del motor mejor, sin ser incómodo los cambios de dirección son rápidos y la estabilidad intachable. La agilidad es proverbial y engaña que parece un scooter largo o pesado pero se mueve casi sin esfuerzo. La frenada es segura, el ABS no entra si no debe (el ser tan bajo ayuda a eso) y al final del día te das cuenta de que el famoso dicho que “quien tuvo, retuvo” es bien cierto con el Suzuki Burgman 400.

La moto al detalle...

Prueba | Suzuki Burgman 400: casi 25 años después, la referencia
Asiento

El pequeño respaldo del piloto es ajustable (muy bien), es cómodo y bajo: cualquiera llegará con los pies al suelo, lo que da confianza. Cómodo para el pasajero también.

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Hueco principal

En 2017 con este estilo más “deportivo” se estrechó ligeramente perdiendo algo de su proverbial capacidad. Pero sigue siendo un gran hueco.

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Cuadro de instrumentos

Perfecta combinación de tradicionales “agujas” y pantalla digital, esta última ofrece información útil que es fácil elegir (pero hay que soltarse del manillar).

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Guanteras

Complementan muy bien el hueco bajo el asiento y la izquierda da fácil acceso a la batería si necesitamos ayuda al arrancar. No tienen cerradura, cuidado con lo que dejas en ellas.

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Luces

Aunque aparentan ser iguales a las versiones anteriores, por dentro algo ha cambiado: son full LED. Por desgracia se repite el problema de otras similares y proyectan un haz insuficiente en carreteras oscuras.

Josep Armengol

Apasionado de las motos, los aviones y la tecnología, llevo más de 30 años viviendo "desde dentro" la información del mundo de la moto en los mejores medios: ahora, en Moto1Pro.

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