Márquez, de test, pole y homenajes, en Phillip Island

El viernes, con el FP1 retrasado más de dos horas por el aceite que una Moto3 había derramado en medio trazado, Marc Márquez salió de su box buscando los límites de la pista, como siempre. Y “pilló” una vez más. En el FP3 del sábado salió a recuperar la confianza perdida en su tren delantero… y otra vez al suelo. Hay algo que no ha trascendido a través de la prensa desplazada a Phillip Island: Marc Márquez dijo en la tele el jueves que lo jefes de Honda le recordaban, por una parte, que el título de constructores es importante para ellos; mientras que los ingenieros de HRC querían que probara “algunas cosas”.

Esas “cosas” no son elementos nuevos de la entidad de un chasis, sino conceptos de reglaje que los japoneses quieren conocer de cara al remate de la moto de 2019 que tienen ya en el horno. Problema de Honda: solamente se fían del criterio de Marc Márquez. Divorciados definitivamente de Dani Pedrosa, al que ya no preguntan nada desde hace tiempo y con la baja de Cal Crutchlow, los técnicos del ala dorada quieren información del único piloto que lleva la moto más allá de sus límites.

Y Marc Márquez hizo el trabajo hasta el FP3, dijo “basta, ahora mi moto como me gusta” y marcó el mejor tiempo del FP4 y se llevó la pole position jugándose el bigote (como el resto de pilotos) con goma lisa en una pista crítica. Y con los guiños que le gustan, al de Cervera: unos guantes y botas réplica de Mick Doohan, con los colores de Australia en la tierra de los canguros. El remate de pedirle “oficialmente” permiso al mito aussie en el canal oficial de MotoGP es muy de Márquez, que explota muy bien (y de manera natural) la exquisita educación que tiene desde niño.

Es sábado y el finde discurre como a Marc le va bien. Incluso para señalar a otros pilotos para trasladarles la presión (esta vez lo ha hecho con Iannone) por una victoria de domingo que, en el fondo, muy en el fondo de su alma, él siente que le pertenece. Y todos sabemos que esta próxima madrugada, en este lado del mundo, veremos cómo irá a por ella.