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Yoshimura, la empresa fundada por Hideo Pops Yoshimura, es una de las compañías más importante del mundo especializada en la preparación de motores. A pesar de la amenaza que supone la moto eléctrica, Fujio Yoshimura asegura que la empresa seguirá produciendo piezas con el mismo objetivo: cumplir las expectativas de sus clientes.
A pesar de carecer de memoria, una de las imágenes que tengo grabada es la de Hideo (Pops) Yoshimura, con un sombrero vaquero, trabajando en una Suzuki cuando salió de Japón para conquistar el mercado estadounidense.
Los compañeros de young-machine.com han entrevistado a Fujio Yoshimura (nacido en 1948), el hijo mayor de Pops Yoshimura, y que sucedió a su padre en la presidencia de la que quizás sea la compañía de preparaciones de motores para motos más famosa de la historia. ¿Qué aficionado al motociclismo no conoce el nombre Yoshimura? En 1971 Fujio emigró a EEUU para ayudar a su padre en la aventura americana. En 2024 cedió la presidencia de Yoshimura a Yohei Kato y en la actualidad trabaja como asesor de la empresa.
“Crecí viendo a mi padre arreglar motos, desde niño le ayudaba limpiando el taller, en aquella época era normal que los chavales echasen una mano en el negocio familiar. Japón, tras perder la guerra, era pobre, y la mayoría de la gente que se movía en moto eran extranjeros, sobre todo soldados estadounidenses, quienes venían para que mi padre les arreglase las motos. Los soldados nos decían: ‘si vais a América tendréis éxito’. Solo años más tarde, cuando ya estábamos establecidos en EEUU, fue cuando me di cuenta de que realmente podíamos ganarnos la vida con un negocio de preparación de motores. En EEUU había muchas compañías que vendían pistones y árboles de levas, pero no todas eran capaces de montar las piezas de manera correcta. Ahí fue donde mi padre vio la oportunidad”, explicó Fujio Yoshimura.
Una Kawasaki Z1, preparada por Yoshimura, logró el récord mundial de velocidad en Daytona, y a partir de ahí se dispararon los pedidos de productos de la marca en el mercado americano. Fue necesario traer a cinco personas de Japón para poder atender a la demanda.
“Mi padre regresó a Japón y yo me quedé en EEUU. Compré un ordenador HP, lo que me llevó a estudiar programación, para lo que tuve que mejorar mis conocimientos de inglés. Creé un programa para diseñar árboles de levas, que empezamos a fabricar en serie. Regresé a Japón en 1983 y en 1985 hospitalizaron a mi padre debido a una enfermedad pulmonar. Así que la transición en la dirección de la compañía fue algo natural”, continuó Fujio Yoshimura.
“En los últimos años parece que Europa ha suavizado un poco su empuje por la electrificación, pero el futuro de los motores de explosión sigue sin estar claro. Continuarán existiendo, pero, probablemente, a menor escala. En Yoshimura estamos decididos a seguir fabricando piezas para los motores refrigerados por aire y aceite. Competir nos permite seguir evolucionando y lo haremos también si las motos son eléctricas”, añadió Fujio Yoshimura.
“Mi padre nunca tuvo un plan de negocio claro, su único objetivo fue responder de manera honesta a las necesidades de sus clientes. Mi filosofía siempre ha sido la de ‘la triple victoria”, conseguir que ganen todos: el vendedor, el comprador y la sociedad. Yoshimura seguirá fabricando productos que cumplan con las expectativas de sus clientes”, concluyó Fujio Yoshimura.
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Tras estudiar periodismo e inglés, en los 80 me publicaron una entrevista con Kenny Roberts y desde entonces estoy en este mundo. Dispuesto a aprender hasta la caída de la bandera ajedrezada.
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