La publicación digital del motociclismo
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La publicación digital del motociclismo
Hay personas que no idolatran a nadie, y son capaces de ir por la vida sin héroes ni ejemplos a los que imitar. No es mi caso, más bien todo lo contrario. Ya sea mi añorada madre o el emperador-filósofo Marcus Aurelius Antoninus Augustus (Marco Aurelio para los amigos), son seres que idolatro y en los que pienso casi todos los días. Entre mis héroes vivos se encuentra Roberto Saviano, periodista y escritor, mundialmente famoso por su libro Gomorra. La publicación de este trabajo en 2006 le costó una condena a muerte por parte de la Camorra. Desde entonces el periodista nacido en Nápoles ha vivido protegido por la policía (lo acompañan a todas horas cuatro carabinieri), durmiendo casi cada noche en un sitio diferente y sabedor de que en cualquier momento podrían atentar sobre su vida.
El periodista, por muy bueno que sea en su profesión, no deja de ser un ser humano y como tal convive con dudas y arrepentimientos. Así no le duelen prendas al confesar que, de haber sabido lo que le esperaba, no habría escrito el libro: “Non vale la pena di far saltare la vita tua e delle persone cha all’epoca mi vivevano intorno: No vale la pena hacer saltar por los aires mi vida y la de las personas que en aquel momento vivían a mi alrededor”). Pero la condena a muerte por parte de la camorra no le ha hecho olvidar uno de sus grandes amores: la moto. Otro de los placeres de la vida a los que tuvo que renunciar, hasta ahora…
En las redes sociales ha publicado unas fotos suyas en moto donde explica: “Cuando tenía 26 años y firmé el contrato para escribir Gomorra, me compré una moto. Tenía que esperar una semana para poder ir a recogerla al concesionario, pero enseguida llegaron las amenazas. Me pusieron escolta y la moto se quedó allí. Nunca fui a recogerla. En todos estos años, volver a montar en moto ha sido mi sueño de libertad frustrado. Hoy, con el permiso de quienes me protegen, armado con mi carnet por fin he podido montar. Quien sabe, quizá pueda volver a explorar el mundo en moto…”. Así explicaba el periodista y escritor su reencuentro con el motociclismo en su página de Facebook.
Han tenido que pasar 16 años para que Roberto Saviano haya podido realizar su sueño, tras media vida en la que se le ha negado la libertad. Ni siquiera su condena a muerte por parte de la Camorra ha impedido al final el que pueda disfrutar de una Suzuki SV 650, sobre la que posó con orgullo con un integral blanco (con intercomunicador, imaginamos para no perder contacto con los policías que lo protegen), guantes, chaqueta e incluso un chaleco reflectante (una prenda ideal para los motoristas pero quizá no tanto para quien desee pasar desapercibido). El escritor no ha elegido un modelo premium sino que su ansia de moto ha sido colmada con una sencilla bicilíndrica entrada en años. Podría haber escogido cualquier modelo del mercado porque, pese a estar condenado de por vida, el escritor al menos no tiene problemas económicos pues solo de Gomorra se han vendido en el mundo más de 10 millones de ejemplares. Además, de haber dado lugar a una película, obra de teatro y serie de TV.
El amor a la moto, como toda pasión, acaba siendo casi irresistible. Roberto Saviano, por fin, ha podido volver a disfrutar del equilibrio dinámico pese a todas las dificultades relacionadas con su seguridad personal. La próxima vez que cojas tu moto y te quejes porque hace calor, frío, llueve o estás en medio de un atasco, recuerda que lo hay que lo tiene peor… podrías estar en la piel de Roberto Saviano.
Tras estudiar periodismo e inglés, en los 80 me publicaron una entrevista con Kenny Roberts y desde entonces estoy en este mundo. Dispuesto a aprender hasta la caída de la bandera ajedrezada.
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