Destacados:
Nos fuimos al evento Trophy of Nations de SW-Motech en Italia para vivir un ambiente motorista de primera, y ¡vivirlo de verdad yendo y volviendo en nuestra Royal Enfield Himalayan 450! Lo cuenta en primera persona Efrén Mellado, alias Aventugas...
¿Te apetece participar en el próximo Trophy of Nations de SW-Motech? Con esta pregunta dio comienzo una aventura que permanecerá en mí de por vida... ¡Hola! Soy Efrén Mellado y me puedes encontrar en YouTube como “Aventugas”, también en las principales redes sociales. Soy un pequeño loco del mundo Moto Adventure y colaboro con SW-Motech desde hace unos años, por lo que la invitación de Moto1Pro para vivir esta experiencia única fue aceptada nada más recibirla.
Trophy of Nations es un evento de SW-Motech concebido para aunar en un mismo lugar a creadores de contenido, periodistas, profesionales del mundo del motor y staff de la marca, procedentes de Alemania, Italia, Francia y España, con el fin de generar convivencia utilizando como medio lo que nos une, las motos.
El lugar elegido para celebrar esta edición ha sido Cuneo, en Italia, un lugar increíble donde se respira off-road en cada rincón, y no es para menos, el lugar se encuentra en una de las entradas al mejor “parque temático” de los amantes de la ventura en moto trail, los Alpes. Días antes de este evento, yo ya tenía sobre mi flamante Royal Enfield Himalayan 450 todo el material necesario para este gran viaje.
Para mí la aventura comenzaría 4 días antes de embarcar en el ferry que nos llevaría a Italia desde Barcelona, ya que vivo en Granada. Así que organicé un viaje de 4 días para atravesar el país enlazando los tramos más bonitos posibles, huyendo de autopistas, autovías e incluso, nacionales aburridas.
En total me esperaban más de 3500 km, todo un reto para mí y mi nueva montura, que, como no podía ser de otra manera, calzaba los mejores neumáticos para esta ocasión, los TKC 80 de Continental, que se quiso sumar al reto y celebrar conmigo el 40 aniversario de este mítico modelo.
Como muchos ya sabréis, se trata de un neumático 80 por ciento off-road, y es que, para recorrer el tipo de comarcales y carriles de nuestro país y disfrutar al máximo de lo que SW-Motech nos tenía preparado en Italia, no podría llevar mejores cubiertas que estas. Y ya os adelanto que se portaron increíblemente. Que van bien por pistas ya lo sabía, pero me han sorprendido gratamente en asfalto. Verdaderamente polivalente.
Volviendo al viaje, me esperaban más de 1200 km para cruzar desde Granada a Barcelona, y lo hice recorriendo lugares tan mágicos como Sierra Magina, Sierra de Cazorla, Segura y las Villas, impresionado con Ayna, popularmente llamada “La Suiza Manchega”, Alcalá del Júcar, la serranía de Cuenca y la mítica “The Silent Route” en Teruel entre otros muchos lugares increíbles que podréis ver con detalle en el vídeo que publicaré en el canal. En todo este recorrido hice las respectivas paradas para pernoctar en campings, ya que, junto al equipaje y herramientas necesarias para un viaje así, llevaba conmigo todo lo necesario para acampar gracias a todo el equipamiento para viajes de aventura de SW-Motech.
Aunque me tope con una alerta roja por altas temperaturas en este trayecto, llegué en tiempo y forma al lugar de encuentro con el resto del equipo español de SW, al puerto de Barcelona, pero antes pasé a recoger a uno de los integrantes del equipo, mi buen amigo Carlos “DadRider”, que volvemos a coincidir en un gran viaje, ya que pudimos compartir una aventura por Marruecos que también nos dejó una huella imborrable en nuestro libro de historias que contar.
Ya era hora de poner carne y hueso al resto de personas con las que conformaríamos el equipo español. Por un lado, teníamos parte del staff de SW España, Mitchell Cullen, David Prieto y Carlos Llabrés, quien haría en este viaje de Track Leader. Por otro, Jose Carlos Gil, piloto experimentado amigo de la marca, Alejandro, en representación de la gran empresa “Motos Garrido” y Sara “Rider Sara”, una jovencísima entusiasta del mundo motero que cuenta como nadie sus aventuras en Instagram. Juntos haríamos una “piña” de esas con las que te irías a dar la vuelta al mundo sin pensarlo. Pero eso, aún no lo sabía...
Con los típicos nervios del momento, embarcamos en el ferry que nos llevaría hasta Civitavecchia en Italia, donde llegaríamos unas 20 horas después. A mí me vino genial poder descansar en camarote después de tantas noches de tienda. Y bien que hice, ya que por delante tendríamos más de 580 km hasta Cuneo, con parada para hacer noche cerca de la preciosa ciudad de Siena y recorriendo los increíbles paisajes de la Toscana.
Por fin llegamos a Cuneo, donde, después de una más que merecida ducha, nos fuimos a conocer al resto de participantes internacionales en la sede de SW-Motech Italia. Llegó la noche y una gran cena de equipo nos hizo comprobar que la familia SW es tan especial fuera de nuestras fronteras como en nuestra tierra.
Despertaríamos bien temprano, como había hecho y haría el resto del viaje, para acudir hasta Bisalta Motor Park, un lugar increíble. Un recinto con un circuito de motocross, un óvalo off-road y todo lo necesario para disfrutar con una moto y unos buenos tacos.
Todo un día lleno de actividades relacionadas con las motos, comida y sobre todo, muchas risas. Un ambiente muy familiar, amenizado con buena música a cargo de nuestro David “DJ Davo”, que se llevó desde España un equipo de música propio de las mejores discotecas y con el que nos hizo disfrutar de grandes mezclas y temas míticos.
Hicimos una “competición” con pit bikes, carreras con montaje de productos SW y hasta un juego en el que el agua y las maletas estancas de la marca serían protagonistas. Un día increíble en el que nos quedó claro que lo principal era sencillamente vivir cada momento con cada uno de nuestros sentidos.
Y llegó uno de los días más esperados por mí. Tocaba viajar desde Boves hasta el lugar donde acamparíamos, recorriendo pistas off-road por uno de los mejores lugares del mundo para hacerlo, los Alpes italo-franceses. Increíble experiencia en todos los sentidos. Me encantaron las pistas, que tenían ese punto perfecto entre técnicas y sencillas como para poder disfrutar, pero sin perder el grado de concentración óptimo para no aburrirte lo más mínimo.
Mucha piedra suelta, senderos con tantos saltos que parecían propios de un circuito de motocross, zonas limpias, entre árboles y al borde de impresionantes barrancos. Un sin fin de zonas increíbles en las que me sentí muy cómodo y seguro con las Continental TKC 80. ¡Qué suerte haberlas puesto! Y se quedaría en el top 5 de anécdotas de este viaje, la pérdida de dron con rescate de este mismo día.
Tocó acampada, y no lo haríamos en un lugar cualquiera, tuvimos la inmensa suerte de poder montar tiendas en un antiguo fuerte situado a casi 2000 metros de altitud, concretamente en el Complejo defensivo del Col de Tende en los Alpes franco-italianos. Tocó sacar los plumones y los gorros de invierno para disfrutar de una barbacoa que, después de un intenso día, nos supo a gloria. Una experiencia difícil de olvidar.
Tras una noche magnífica, aprovecho los primeros momentos de Sol para sacar algunas tomas con el dron de aquel lugar tan mágico. Tocaba despedirse de los equipos SW Motech de Italia, Francia y Alemania.
El equipo Español ponía rumbo a casa. Para ello volvimos a cruzar medio país, con una gran parada en Siena, ciudad que nos dejó maravillados. En ella nos despedimos de la gastronomía italiana que tanto me gusta, pero también en ella supe que a Italia hay que volver para recorrerla con tranquilidad, exprimiendo cada lugar al que vas, pues hay mucho que ver y disfrutar.
Llegamos al lugar donde todo empezó, el ferry. De nuevo, muchas horas para descansar y, como buenos moteros, contarnos las “batallitas” del viaje. Casi un día después, pisamos tierra española. Tocó despedida del equipo español, aunque para todos fue más un “hasta pronto”, de eso estoy seguro.
Por mi parte, aún me esperaban aproximadamente 1200 km, en los que, para más inri, debía atravesar España en la segunda alerta roja por altas temperaturas. La primera fue cuando la atravesé en dirección opuesta. ¡Qué suerte la mía!
Paciencia y mucha agua. En esta ocasión decidí hacerlo por las vías más rápidas: autovía y muchos kilómetros de reflexiones moteras para regocijarme en cada uno de los instantes vividos en este viaje.
Gracias a SW Motech y Moto1Pro por esta oportunidad. Seguro que nuestros caminos se volverán a encontrar en aventuras tan únicas como esta. Yo os espero en mi canal de YouTube, Aventugas.
¿Quieres estar al tanto de todas las novedades de Moto1Pro y EnduroPro?
Suscribete a nuestro newsletter para no perderte el mejor contenido relevante, novedades, opinión, podcast, etc.