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No pensamos que haya sino un hispanohablante el que eligió la denominación de E-Vino para este divertido scooter eléctrico de Yamaha… o sí, quizá un riojano… El E-Vino (con E de eléctrico) llegó al mercado japonés en 2015 y ahora la marca lo ha actualizado con una batería que tiene una capacidad 1,2 veces superior al modelo que viene a sustituir, aunque las mejoras en cuanto a autonomía siguen siendo paupérrimas.
El E-Vino 2023 estará disponible en Japón a partir del 30 de septiembre con una batería de mayor capacidad. Se trata de un scooter a pilas basado en el popular ciclomotor Yamaha Vino con motor de explosión. La versión de 2023 supondrá la cuarta generación del modelo.
El scooter eléctrico de Yamaha no es ninguna excepción y su capacidad de uso está limitada por la reducida autonomía, en especial si la comparamos con uno convencional con motor de combustión. La versión de 2023 utiliza una batería de 12,1 Ah. La autonomía ha pasado de los 29 km a los 32 km, por lo que continúa siendo un scooter para un planteamiento muy específico, trayectos cortos y no muchos antes de que tengamos que recargar la batería. Dicho esto, si nuestro lugar de trabajo (o estudio) se encuentra a unos 10 km, el E-Vino nos permitirá olvidarnos de que el litro de gasolina está a casi 2 euros (esto hace 5 años habría sido ciencia ficción, nos referimos a la gasolina).
Un detalle que quizá no es baladí es que el E-Vino no se fabrica en Japón, sino que lo produce Yamaha Motor en Taiwán. La antigua Formosa es un país pionero en lo que a la electrificación se refiere, con marcas como Gogoro que han apostado por popularizar los scooter eléctricos, en este caso con baterías extraíbles.
Una autonomía de solo 32 km limita mucho las posibilidades del E-Vino, por lo que dudamos de que Yamaha se anime a traerlo a Europa. Lo cierto es que la marca continúa desarrollando su tecnología de scooter eléctricos y estamos impacientes para que por fin llegue al mercado uno capaz de competir con los modelos convencionales provistos con motor de combustión.
Tras estudiar periodismo e inglés, en los 80 me publicaron una entrevista con Kenny Roberts y desde entonces estoy en este mundo. Dispuesto a aprender hasta la caída de la bandera ajedrezada.
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