Prueba Honda X-ADV 2018: La moto para todo
ASPECTOS POSITIVOS
ASPECTOS NEGATIVOS
Cuando vimos la X-ADV el día que Honda la sacó a la luz todos nos miramos un poco escépticos pensando “¿Qué es? ¿Una moto? ¿Un scooter? ¿Una Integra tuneada? Y lo más importante de todo… ¿Y esto irá bien?” Y el caso es que no pasó mucho tiempo hasta que probamos la X-ADV por primera vez en un test de larga duración y entonces tuvimos que mirarnos de nuevo, esta vez con cara de satisfacción, quitarnos el sombrero y reconocer lo que era evidente: “Honda ha dado en el clavo, esta moto va muy bien, ¡realmente bien!”.
De esto hace ya casi un año y cada vez que nos hemos vuelto a poner a sus mandos hemos reafirmado aquella primera impresión. Si entre los coches los SUV se han vuelto en un fenómeno de masas la X-ADV es, sin lugar a dudas, la SUV de las motos, y además con cualidades offroad infinitamente mejores que las de la inmensa mayoría de los coches SUV. De hecho, esta Honda es fiel al significado de SUV (Sport Utility Vehicle, o Vehículo Utilitario Deportivo), con la practicidad de un vehículo utilitario y la robustez de una moto trail. Así, te muevas en ciudad, en carretera o por pistas de tierra, la X-ADV cumplirá en cada uno de los terrenos que elijas.
Honda X-ADV: La moto polivalente
La X-ADV es un híbrido un tanto especial. No es exactamente un scooter pero tampoco es exactamente una moto. Su chasis es más de scooter que de moto, de acuerdo, pero su parte ciclo es más de moto que de scooter. Y además, por si fuera poco, sus cualidades offroad te sorprenderán cuando dejes de lado el asfalto y empieces a pisar lo marrón. Monta neumáticos mixtos, muy de moto ¡pero espera! porque detrás tenemos una llanta de 15”, muy de scooter, por lo que han sido especialmente desarrollados por Bridgestone para la ocasión. Así que así, sumando de un lado y sumando de otro, tenemos cosas de dos mundos muy distintos.
Pero hay más, la X-ADV puede presumir de un hueco bajo el asiento donde cabe un casco integral, incluso tipo trail, algo que no puede decir su hermana Integra, y eso le permite sumar otra ventaja de los scooters. Su diseño es anguloso, agresivo y muy atractivo, aunque para gustos ya sabemos que están los colores. De los que también hablaremos, por cierto. La postura de conducción es muy natural y confortable, con un manillar ancho heredado de la Crosstourer y una instrumentación amplia y totalmente digital de cierta inspiración dakariana. El espacio es amplio, tanto para piloto como para pasajero, incluso si sois de talla grande, las rodillas tienen espacio de sobra y la altura de la plataforma es la correcta, por lo que vamos cómodos y relajados. Su ergonomía a los mandos es uno de sus puntos fuertes pero sí es verdad que en parado, aunque su asiento está a 820 mm y no es excesivamente alto, se complica un poco el subir y bajar constantemente en uso urbano.
El DCT de la nueva Honda X-ADV
Honda sigue evolucionando su DCT y su funcionamiento empieza a acercarse a la perfección. ¿Que qué es el DCT? Sus siglas son las de Dual Clutch Transmission, es decir, transmisión de doble embrague, y funciona de la siguiente manera. El sistema dispone de dos embragues controlados independientemente por su propio circuito electrohidráulico. Uno es para el arranque y 1ª, 3ª y 5ª velocidad, y el otro para 2ª, 4ª y 6ª, por lo que se emplea un embrague u otro en función de la marcha seleccionada y siempre tiene preengranada la siguiente para que la transición sea instantánea. Esto hace que podamos disfrutar de una transmisión automática que se mueve entre marchas de manera rápida, precisa e inteligente.
La X-ADV podemos elegir llevarla en modo automático, dentro del cual podremos elegir entre dos submodos, uno más conservador y otro más deportivo en el que el DCT estira más las marchas y anticipa las reducciones, y otro totalmente manual en el que nosotros decidiremos cuándo subir y bajar de marcha mediante las levas ubicadas en la piña izquierda del manillar. Además, aunque estemos en el modo automático siempre podemos recurrir a ellas para forzar el cambio y el DCT así lo hará tal como se lo insinuemos.
El DCT de Honda va cada día mejor y es increíble la suavidad y el buen hacer del cambio. En sus inicios pecaba de meter marchas largas demasiado pronto, los cambios no acertaban tanto con nuestro estilo de conducción, pero ahora es como si estudiase a cada usuario y se adaptase a lo que necesitemos en cada momento. En ciudad pasa inadvertido, y eso es una excelente noticia, no tienes más que acelerar y frenar, como en un scooter, y en carretera llega a ser realmente divertido. En una carretera de curvas el modo S nos permite llevar el motor lo suficientemente revolucionado como para tener una respuesta instantánea en cada momento y aguanta bien antes de subir de marcha, nos deja disfrutar moviéndonos siempre en la marcha más acertada, bajando cuando frenamos al llegar a una curva y subiendo en cuanto enfilamos una recta y lo dejamos estirar. Muy rara vez hemos tenido la necesidad de bajar marcha por nosotros mismos, y posiblemente sea más fruto de manías personales que de otras cosas. Los más puristas pueden no acabar de encontrarle su encanto, pero la realidad es que su funcionamiento es altamente efectivo en todo tipo de situaciones, incluso en campo.
Las novedades de la Honda X-ADV 2018
Los cambios que introduce esta nueva versión 2018 de la X-ADV no son enormes pero sí importantes y de agradecer. Hablábamos antes de los colores y es que este modelo de Honda se encuentra disponible en una gama cromática ahora ampliada, pudiendo elegir entre Plata Matte Bullet, Plata Digital Metallic, Blanco Perla Glare Matte, Rojo Grand Prix y Rojo Candy Chromosphere, el que puedes ver en nuestras fotos de acción.
Pero evidentemente hay más cambios. Su propulsor sigue siendo el mismo, bicilíndrico paralelo de 745 cc y 55 CV a 6.250 rpm, pero si antes el motor llegaba al límite de revoluciones al alcanzar las 6.600 vueltas ahora es capaz de estirar hasta las 7.500, y vaya si se notan esas 900 revoluciones que Honda le ha regalado. Ahora el tacto del motor se muestra más elástico y no tenemos la sensación de que se acabe demasiado pronto, permitiéndonos jugar con él (a nosotros y al DCT) para pasárnoslo aún mejor.
La otra novedad importante de esta versión 2018 es la llegada del control de tracción obtenido mediante el control de par (HSTC). Es regulable en dos posiciones y puede ser desactivado por completo. Eso ya es cosa tuya, pero hemos de reconocer que en conducción offroad dejar deslizar la rueda trasera conforme abrimos gas se convierte en algo adictivo y muy fácil de controlar, realmente divertido. Además, otra de las novedades es la implantación de un “modo G” como el de la Honda África Twin DCT con el que podremos disfrutar de una transmisión más directa y rápida en conducción offroad. Eso sí, el ABS sigue sin ser desconectable y sigue sin contar con un modo offroad como el de la África Twin, por lo que tendrás que tenerlo en cuenta cuando te animes por el campo porque sus 238 Kg en orden de marcha pueden pasar factura si no te acuerdas de los frenos hasta el último momento. Por otro lado las estriberas offroad siguen siendo un accesorio extra, un añadido que en nuestra opinión es fundamental si quieres disfrutar de pie de la X-ADV.
Por último, ante su éxito de ventas y la demanda del mercado, hay que decir que Honda ha decidido poner en su catálogo una versión de potencia limitada a 35 kW (47 CV) compatible con el carnet A2.
La moto al detalle...
El cuadro de instrumentos es totalmente digital, muy amplio y de muy fácil lectura. Reloj, odómetro, termómetro, consumos total y parcial, marcha engranada, revoluciones, velocidad… y ahora en esta nueva versión se incluye la información del control de tracción en el ángulo superior derecho.
El motor sigue siendo el mismo que conocíamos, un bicilíndrico en paralelo de 745 cc y 55 CV a 6.250 rpm, pero ahora el corte de encendido lo alcanzamos a 7.500 vueltas y no a 6.600 como antes, por lo que ganamos 900 revoluciones que nos brindan mayor elasticidad en su comportamiento. Además, hay disponible una versión limitada a 35 kW (47 CV) para el carnet A2.
De parte ciclo la X-ADV no va nada mal servida. Horquilla y amortiguador trasero hacen un muy buen trabajo tanto en carretera como en campo, siendo la primera ajustable en precarga y rebote y el segundo sólo en precarga. Los frenos, con 2 discos delanteros de 296 mm y pinzas radiales de 4 pistones, más otro trasero de 240 y simple pistón, dan sensación de confianza y seguridad. Es una pena que el ABS no se pueda desconectar para conducción offroad.
La X-ADV tiene sistema Keyless y con llevarla en el bolsillo es suficiente, funciona por proximidad. Eso permite que podamos dar el contacto, arrancar, abrir el depósito y levantar el asiento sin tener que tocarla. Desde un pulsador central lo podemos hacer todo, muy práctico y cómodo.
La transmisión de doble embrague de Honda, conocida como DCT, nos permite conducir tanto en modo automático como manual, pudiendo usar en ambos casos las levas situadas en la piña izquierda para subir y bajar marcha a nuestro antojo. Disponemos de moto Sport ajustable en tres niveles y en esta versión 2018 también el modo G pensado para un uso offroad.
La X-ADV tiene bajo el asiento un hueco donde cabe un casco integral, algo de lo que no puede presumir su hermana Integra. Su capacidad es de 21 litros y dispone de una toma de corriente para recargar dispositivos electrónicos.
No es especialmente voluminosa pero no protección no es mala, puede ser regulable en cinco posiciones y su altura se agradece en cuanto circulamos por vías rápidas recorriendo largas distancias. Eso sí, regularla en marcha tiene su dificultad y sus riesgos, así que es mejor hacerlo en parado.
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