Anuncios de motos en Wallapop con los que te vas a reír

Wallapop es una fantástica herramienta para comprar y vender de todo. Puede ser una plataforma fantástica para comprar una moto o para venderla, pero entre que buscamos y no, también podemos reírnos un poco con lo que encontramos por el camino. Hemos hecho una pequeña recopilación de anuncios que nos han sorprendido y que merece la pena tener en cuenta. ¡Ahí van!

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Cúrratelo un poco, un poco aunque sea…

Hay gente que se relaja bastante a la hora de anunciar su moto. Vamos, como si no tuviera ninguna gana de venderla. O hacen fotos desastrosas o en la descripción te dan motivos para no comprarla. Como por ejemplo “está como nueva, pero hay que cambiarle el motor”. Eso, o aquien directamente le da pereza escribir los detalles.

De ilegales por la vida

Que no, que eso de cumplir con la ley no se lleva. Que te lo dicen ellos. Que saben mucho de esto. Si te tren sin cuidado las leyes, la Policía, la Guardia Civil y el Seprona, entonces estas son tus motos.

Ay, la paternidad…

No falla. Cuando uno es padre lo de disfrutar de la moto los fines de semana se complica. Para muchos “motos y niños” se vuelve algo incompatible y por eso no es raro encontrar anuncios en Wallapop donde se anuncian motos por este motivo. Ya porque son padres o ya porque lo van a ser, está claro que es una situación complicada.Aquí tienes unos buenos ejemplos.

Los que ya están hartos del mundo

Anunciar una moto en Wallapop puede ser agotador. Recibir ofertas absurdas le pueden sacar a uno de quicio, o que te mareen con preguntas y más preguntas para después no terminar comprando. Eso hay quien lo deja bien clarito en la descripción del anuncio, no haya quien no se tome su anuncio en serio.

Las relaciones conyugales

Pensábamos que íbamos a encontrar más ejemplos en los que la venta de la moto está relacionada con una pareja, una boda, un matrimonio o un divorcio. Y el caso es que no han sido tantos. Pero el caso es que existir existen, y aquí tienes algunos ejemplos de lo que decimos. A veces las víctimas colaterales de las relaciones conyugales terminan siendo las motos ¿qué culpa tendrán las pobres?