Moto1pro
Eddie Lawson, Honda, 1989

Historia de Honda en el Mundial de Motociclismo: Los años 80

Honda dejó el Mundial de Motociclismo a finales de los años 60, solo fue un hasta luego porque siguió desarrollando sus motores de competición para retomar con fuerza su actividad en el Mundial de Motociclismo en los años 80.

Eddie Lawson, Honda, 1989
Facebook
Twitter
Whatsapp
Redaccion Moto1pro
Honda
Autor foto
Honda

Fecha07/04/2020


El desarrollo de motores Honda de competición no paró con su retirada de la competición a finales de los años 60. Antes del regreso oficial de Honda al campeonato en 1982, se desarrolló un proyecto innovador. Honda había dejado el Mundial de Velocidad, pero no la competición. Sobre la base de su motor CB 750 de cuatro cilindros desarrolló un modelo para carreras de resistencia que resultó excelente, la RCB 900, con culata DOHC de cuatro válvulas, permitiendo que Honda dominara el campeonato de 1976 a 1980. Pero los Grandes Premios seguían siendo el foco de atención de todo.

Historia de Honda en el Mundial de Motociclismo: los origenes

Historia de Honda en el Mundial de Motociclismo: Del Big Bang a MotoGP

En 1977 la dirección del departamento de competición encargó a Soichiro Irimajiri el desarrollo de una 500 de Gran Premio, que debutaría dos años después. Era la Honda NR500, una moto completamente revolucionaria que rompía con la tecnología de la época, que en esos momentos estaba marcada por el dominio de los motores de “dos tiempos”.

La NR500 tenía motor V4 de “cuatro tiempos” de pistones ovalados. Tenía culatas de ocho válvulas y giraba por encima de 15.000 rpm, llegando con en sus posteriores evoluciones hasta los 135 CV de potencia a 19.500 rpm. Su particular configuración ofrecía un área de combustión mayor, y en teoría su rendimiento podía ser el equivalente a un V8. Pero si el motor era de por sí revolucionario, la parte ciclo no se quedaba atrás: chasis monocasco, llantas de 16”, horquilla invertida…

Su presencia en el campeonato fue intermitente hasta 1982. En 1980 se tuvo que modificar el diseño al prohibirse los pistones ovalados, y pasó a emplear un chasis multitubular en lugar del monocasco.

En los años sucesivos fue evolucionando, y aunque la NR500 no obtuvo resultados destacados se convirtió una fuente de conocimiento para los ingenieros de Honda de cara al futuro. A partir de 1982 Honda puso en producción sus modelos VF, con motor V4, que en su versión deportiva tomaron parte en el Campeonato del Mundo de Fórmula TT. Sobre esa base se desarrollaron las exitosas RS1000W de F-TT1, las RVF750 de resistencia y F-TT1, y posteriormente las RC30 y RC45 de Superbike, todas ellas con un destacado y notable palmarés. El conocimiento adquirido en el breve pero intenso desarrollo de la NR500 fue crucial para el éxito de los motores de cuatro tiempos desarrollados posteriormente.

La NR500 se convirtió en un verdadero laboratorio tecnológico con el que Honda se enfrentó las máquinas de 2 tiempos que dominaban el Mundal de 500. Con la configuración de pistones ovales, Honda buscaba la máxima eficiencia termodinámica a la vez que trabajar en altos regímenes de rpm para desarrollar más potencia.

Honda NS 500 de 1982

En 1982 Honda vuelve al Mundial de Motociclismo

Finalmente, en 1982 Honda confirmó su regreso al Campeonato del Mundo de Velocidad con su primera moto de GP con motor de “dos tiempos”. Fue la Honda NS500, una ligera y manejable moto con motor V3, que destacaba por su agilidad y capacidad de aceleración. Por primera vez, Honda trabajaba con motores de dos tiempos, una tecnología que dominaba la competencia de Suzuki y Yamaha, las marcas más potentes en ese momento en el Mundial de 500. En su regreso al campeonato, Honda presentó un equipo oficial compuesto por tres pilotos: el flamante campeón de la categoría, Marco Lucchinelli; el experimentado Takazumi Katayama, que había trabajado en el desarrollo de la NR500; y la joven promesa norteamericana Freddie Spencer.

Freddie Spencer con una Honda NS500 en 1983

En manos de Freddie Spencer, la NS500 sumó su primera victoria esa misma temporada, y al año siguiente el piloto norteamericano se coronó campeón de 500 y Honda también se hizo con el título de constructores. La efectividad de la NS500, a pesar de ser menos potente que sus competidoras, fue aprovechada al máximo hasta que se hizo necesario un cambio de diseño para luchar en igualdad. Enseguida, Honda Racing Corporation (HRC), la estructura creada para hacerse cargo del departamento de competición de la marca, definió el siguiente paso en la evolución de su moto de Gran Premio: la NSR500, con motor V4.

No es fácil innovar y triunfar a la primera. La primera NSR500, que vio la luz en 1984, presentaba llamativas novedades: un basculante doble viga, los escapes saliendo por encima del motor, y el depósito bajo este, llantas de fibra de carbono, además de una cuidada aerodinámica, con el objetivo de bajar su centro de gravedad y mejorar su manejabilidad. El motor ya era realmente potente y ofrecía una excelente velocidad punta en comparación con la NS500. Pero una serie de problemas técnicos y una lesión de Spencer arruinaron sus opciones.

Honda NSR500 de 1985

En 1985 Honda revoluciona las categorías 500 y 250

HRC redobló esfuerzos para ofrecer una moto completamente nueva en 1985, abordando el reto de disputar dos categorías a la vez. Modificó la primera versión de la NSR500 y se adentró en la categoría de 250 con la nueva NSR250, que en esencia era “como coger una NSR500 y partirla por la mitad”. El desarrollo y puesta a punto de la 500 fue complejo y no exento de dificultades, y a ello hubo que añadir la colaboración con Michelin para el desarrollo de los primeros neumáticos radiales, que se realizó en paralelo con las labores de puesta a punto de las motos. En aquellos días fue cuando se empezó a hablar de un fenómeno que hoy es de lo más común: “el chattering”. Los neumáticos radiales ofrecían un agarre superior al de los diagonales, transmitiendo una vibración desde el tren trasero al delantero, que supuso un nuevo desafío para pilotos y técnicos.

Freddie Spencer, Campeón del Mundo en 500 y 250

La NS supuso la primera entrada de Honda al Mundial con tecnologia 2T y una configuración de motor V3 con la que Freddie Spencer se proclamó campeón del mundo. La evolución de la NS500 recaería en la NSR500 con motor V4 con la que Honda ejercería un dominio absoluto en la categoría.

Superando todas las dificultades que encontraron por el camino, el resultado en 1985 no pudo ser mejor: Freddie Spencer ganó el título en ambas categorías con autoridad, y Honda se hizo con la corona de fabricantes en las dos clases.

Sito Pons con una Honda NSR 250 en 1986

Gardner, Lawson, Mang, Pons: Tiempos dorados

Desde ese momento, Honda ha sido protagonista en las dos categorías del Mundial. Con Wayne Gardner (1987) y Eddie Lawson (1989) ganó dos títulos más en 500, mientras que en 250 dominó de la mano de Anton Mang (1987) y Sito Pons (1988-1989). En la segunda mitad de la década conseguirá dos títulos de fabricante en 500 (1985 y 1989), y cinco de 250 (de 1985 a 1989), todos desde que regresó a la categoría.

Wayne Gardner con una Honda NSR 500 en 1987

A pesar del éxito de 1985, la renovación tecnológica en Honda fue constante. En 1987 se diseñó un motor con un ángulo entre cilindros mayor, de 112º en vez de 90º de los anteriores modelos, y se modificó el escape desarrollando el sistema ATAC, más eficiente, que permitía alcanzar ya una potencia de 160 CV, con el motor girando por encima de las 13.000 rpm. En esos momentos la competencia con Yamaha y, posteriormente, Suzuki, era muy grande, y tras cada temporada se acometían cambios y mejoras significativas que permitieron que la “categoría reina” del Mundial alcanzara un nivel hasta entonces desconocido.

Además, en 1987 Honda se abrió también a la categoría de 125. Anticipándose al nuevo reglamento técnico que entraría en vigor en 1988, Honda puso en pista la primera RS125R monocilíndrica, que en manos de Ezio Gianola mostró un gran potencial, que se materializaría en la década siguiente con un gran número de títulos e infinidad de victorias, iniciando un periodo de éxitos que, con las convenientes evoluciones, se prolongaría entre 1990 y 2005, con nueve títulos de piloto y diez de fabricante.