Homologación Euro5+: qué es, cómo afecta ¿y las etiquetas?

Como sabemos, desde la Unión Europea se trazan directivas cada vez más exigentes con las emisiones de los vehículos, persiguiendo un medio ambiente cada vez más limpio (y silencioso). Son las normas “Euro”, conviene subrayar no tienen nada que ver entre coches y motos, pues en motos empezaron más tarde y por eso vamos por la 5 mientras las cuatro ruedas se dirigen a la 7… El primero de enero de 2024 ha entrado en vigor la última y más exigente norma, la Euro5+: todas las motos nuevas deben ya estar conformes a ella, y a partir del 1 de enero de 2027 no se podrá matricular ninguna moto que no la cumpla (para aquellas que ya estaban en el mercado).

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2024: llega la norma Euro5+ de motos

Básicamente y sin entrar en detalles demasiado técnicos, la norma Euro5+ como su nombre indica es una nueva vuelta de tuerca después de la Euro5. Tiene nuevos límites más bajos en emisiones (óxidos de nitrógeno y partículas), exige mayor precisión en los sistemas de control a bordo (catalizador e inyección) y obliga a monitorizar todo eso en la centralita, de forma que sea accesible la información con la toma de diagnóstico (OBD) común en coches hace tiempo pero nueva en moto (y ahora obligatoria).

Además hay ensayos dedicados a la duración de los sistemas de control (antes se podía “estimar”) y todo eso pone las cosas más complicadas no solo a los fabricantes de motos, sino también a la industria auxiliar, por ejemplo de escapes. Sin olvidarnos del ruido, una de las claves de la nueva norma, pues aunque finalmente no impone límites más bajos (ya era complicado para motores de gasolina) sí que cuenta con pruebas más exigentes, tanto en aceleración como en retención.

Recordemos que la Euro5 llegó el día 1 de enero de 2021, pero que tuvo un aplazamiento de un año por la pandemia para todas las “fin de serie” que eran Euro4. Ahora, 2024, las motos nuevas (nuevas homologaciones de tipo) deben ya cumplir con la Euro5+ y las que estaban en el mercado pueden seguirse vendiendo con la Euro4, hasta el 1 de enero de 2027 (dos años de “fin de serie”) cuando ya  todas deberán ser Euro5+: será por puesta al día, por reemplazo… o desaparecerán, como ya ocurrió con unas cuantas por culpa de la Euro4.

¿Y las etiquetas de la DGT?

Descubrimos estos detalles de la homologación Euro5+ durante la presentación de fin/principio de año por parte de ANESDOR. Y no podía faltar un tiempo dedicado a las famosas, mejor dicho infames, etiquetas medioambientales de la DGT. Si ya causan debate entre los coches, para las que se pensaron, respecto de si algunos modelos realmente merecen la “Eco” o incluso la “Cero”, con las motos la cosa es peor ya que se hizo una adaptación chapucera de las etiquetas existentes.

ANESDOR insistió correctamente en que NO son iguales las etiquetas “C” de coches y motos, aunque se parezcan, puesto que en las motos esa etiqueta representa… ¡todas! Las motos a la venta actualmente, con la sola excepción de las eléctricas. La etiqueta “Eco” en cambio sencillamente no existe en el mundo de las motos (porque no las hay híbridas ni movidas con gas).

Si la lógica se impusiera (un poco) todas las motos a partir de la Euro5 (2021 en adelante, recordemos) deberían recibir la etiqueta “Eco” por sus bajas emisiones, y su contribución a la movilidad y bajas emisiones globales. Del parque de motos existente en España, aproximadamente un 30 por ciento no tiene etiqueta (Euro1 o anterior, motos de antes de 2004), apenas un 13 por ciento tiene la “B” (Euro2), y prácticamente la mitad (48 por ciento) tienen la “C”. Si se tomara esa medida para las Euro5 y Euro5+, se beneficiaría casi un 10 por ciento del parque móvil, importante según cómo algunos ayuntamientos legislen a partir de ahora sus zonas de bajas emisiones: si no distinguen entre coches y motos, las etiquetas actuales crearán discriminación injusta.