John Britten: La mayor exposición de la historia

El Classic Motorcycle Mecca (CMM) es un museo de motos que se encuentra en Invercargill, la ciudad de Nueva Zelanda situada más al sur. Para 2023 ha aumentado la excepcional colección de motos Britten que posee. El visionario John Britten (1950-1995) solo estuvo 45 años en este mundo pero le sobró tiempo para dejar un imborrable legado en el motociclismo.

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John Britten era neozelandés por ello el museo Classic Motorcycle Mecca custodia con especial orgullo la mayor colección del mundo de las motos creadas por el inolvidable ingeniero que un 5 de septiembre de 1995 perdió su pelea contra el cáncer. Entre las unidades especiales que se pueden ver ahora destaca la Aero-D-One prestada por los descendientes del artista y una magnífica Cardinal Britten. La V1000 Cardinal es considerada como una de las motos más innovadoras de la historia.

John Britten: La mayor exposición

En el museo se pueden admirar cuatro motos diferentes del excepcional creador, además de otras dos piezas que ponen de manifiesto la capacidad del ingeniero. “Las Britten solo se pueden ver en cuatro museos de todo el mundo (incluyendo el nuestro). Para nosotros es un orgullo mostrar el trabajo de uno de los hombres grandes de Nueva Zelanda. Ahora contamos con la Aero-D-Zero, por lo que la colección se compone ya de cuatro motos diferentes. Es un privilegio el que la familia nos haya prestado esta unidad y estamos seguros de que los visitantes van a disfrutar mucho. Nuestro equipo ha trabajado a fondo para dar un nuevo aspecto a la exposición para hacer justicia a uno de los mayores neozelandeses en la historia del motociclismo”, explicó Joc O’Donnell en nombre del Classic Motorcycle Mecca.

La Aero-D-Zero fue una de las primeras motos que convirtió a John Britten en una estrella mundial. A mediados de los años 80, el neozelandés y su amigo Mike Brosnan estuvieron trabajando en la construcción de dos motos de carreras. La primera unidad fue para Brosnan y la segunda, que se bautizó con el nombre de Aero-D-One, fue para Britten.

Las antípodas nos queda un poco lejos pero la magia de internet nos permite disfrutar de las creaciones de este hombre inolvidable que, en el patio de su casa en Nueva Zelanda, hizo unas motos que, 38 años más tarde, siguen estando a la vanguardia del motociclismo.