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En la pequeña factoría de Grand Rapids, Michigan, se ha comenzado a fabricar a mano la nueva Buell Super Cruiser, una custom de 175 CV y 220 kg en orden de marcha que ha sido desarrollada con la ayuda del diseñador Roland Sands.
La marca Buell en su relativa corta historia ha pasado por varias manos. La fundó Erik Buell en 1983, en 1993 Harley-Davidson tomó el control de la compañía, que luego recuperó Erik Buell hasta que en 2015 la compañía se declaró en bancarrota. La empresa Liquid Asset Partners (LAP) relanzó en 2020 la marca, sin la participación de Erik Buell.
La compañía de Grand Rapids, Michigan, ha anunciado con bombo y platillo el comienzo de la producción de la Buell Super Cruiser, un modelo que la marca define como muscle cruiser (custom con músculo).
La moto emplea un propulsor V-twin de 1190 cc refrigerado por líquido que alcanza, según las cifras oficiales, 175 CV con un valor de par máximo de 127 Nm a 8500 rpm. La bestia se detiene gracias a dos discos Brembo de 320 mm con pinzas monobloque de 4 pistones. Tanto la horquilla como el amortiguador posterior están firmados por FOX. El peso del conjunto en orden de marcha es de 220 kg.
“Estamos orgullosos del talento mostrado por nuestro equipo, que ha sido capaz de transformar la Super Cruiser, desde una atrevida idea hasta una moto fabricada a mano, que es una mezcla de prestaciones y arte. Vamos a ir aumentando la producción poco a poco, para que cada usuario sienta una conexión directa con su Buell desde el primer golpe de gas”, explicó Bill Melvin, CEO de Buell Motorcycle Co.
El precio de la Buell Super Cruiser, el modelo desarrollado con la ayuda del diseñador Roland Sands, es de 25 900 dólares (unos 24 000 euros).
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Tras estudiar periodismo e inglés, en los 80 me publicaron una entrevista con Kenny Roberts y desde entonces estoy en este mundo. Dispuesto a aprender hasta la caída de la bandera ajedrezada.