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Sucesora de la RC30, la Honda RVF750R o RC45 fue su apuesta para volver a ganar en Superbike con su V4. Muchas se dedicaron a competir y venden esta ex-Resistencia.
La legendaria Honda RC30 llegó en 1988 para llevarse ese mismo año y el siguiente el Mundial de Superbikes. Pero luego dominó Ducati con sus bicilíndricas, y Honda no presentó oposición “seria” hasta 1994 con la heredera de la RC30, la RC45 o RVF750R. Si muchas RC30 se vendieron para uso de calle, la RC45 era todavía más “carreras cliente” y muchas más se dedicaron a competir, sobre todo en resistencia. De ahí procede este ejemplar, que subastan a precio razonable, y que acabó sexta en el Bol D’Or de 1999 y quinta en las 24 Horas de Le Mans de 2000… ¡tiene pedigrí!
Si en 1994 Honda quería ganar a las Ducati V2 con su V4 de 750 cc necesitaba una moto más avanzada que la RC30, y así fue como desarrolló la RC45: más diámetro y menos carrera (más rpm), una inyección (muy raro hace 30 años) derivada de la usada en la exclusivísima NR750, y un motor totalmente nuevo y más moderno, aunque también V4 a 90 grados y DOHC con cascada de engranajes (lateral) en la distribución. Honda decidiría luego modificar los moldes del motor RC45 para ganar algo de cilindrada y así nació el motor VFR800… pero ésa es otra historia.
Pese a su alto nivel técnico sobre el papel, la moto no era tan competitiva en Superbikes y sólo a base de evoluciones y un piloto como John Kocinski lograron por fin el ansiado título en 1997. Pero sí resultó muy buena moto para Resistencia y otros campeonatos, y de ahí procede esta unidad, preparada por el especialista francés Lionel Brancquart de Brancquart Compétition. En 1999 corrieron con ella en las 24 Horas bol D’Or los hermanos Bernard y Marc García junto a Jean-Phillipe Guinand, acabando sextos (la mejor Honda). Para 2000 el mismo equipo y moto corrió las 24 Horas de Le Mans acabando quintos, primer equipo privado y primera Honda RC45 (por detrás de una VTR SP1 oficial).
La moto pasó al escaparate, y en 2010 se revisó y repintó en los colores que ahora ves, los originales HRC de fábrica. Se ha revisado ahora nuevamente de cara a esta venta, encontrando por cierto todos los elementos en perfecto estado de uso… para circuito, eso sí, ya que la moto lleva las partes de competición y no tiene ni velocímetro. Lleva la caja de ajuste de la inyección que HRC vendía a equipos privados en 1997, llantas Marchesini de 17 pulgadas, escapes Termignoni de Titanio, horquilla Showa con cartuchos interiores Ohlins y amortiguador Ohlins con sus bieletas especiales. También lleva Quickshifter, radiador sobredimensionado, basculante HRC de 1994, tijas ajustables… y varios cajones con piezas (muelles, coronas y piñones, relaciones de cambio)… ¡un capricho para ser el rey de las rodadas! A falta de poco para cerrarse la subasta, andaba por 25.000 dólares y ya había superado el precio mínimo admitido, y finalmente la puja se cerró en unos 30.000 euros (32.700 dólares)... ¿has sido tú?
Apasionado de las motos, los aviones y la tecnología, llevo más de 30 años viviendo "desde dentro" la información del mundo de la moto en los mejores medios: ahora, en Moto1Pro.
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