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Yamaha pone al día su ligera deportiva bicilíndrica R7 adoptando notables mejoras en la electrónica de control con IMU, embrague anti-rebote, QuickShifter y muchos detalles más... ¡es una moto nueva!
La Yamaha R7 es una deportiva de calle que también protagoniza varios campeonatos, entre ellos el Mundial Femenino que este año se llevó María Herrera. Desde su aparición en 2021 no había recibido cambios y su motor y electrónica, de origen MT07, se habían quedado demasiado sencillos… y ahí está el gran cambio. Yamaha adapta una electrónica avanzada, con centralita inercial IMU y derivada de su hermana R1, y realiza muchos retoques estéticos y técnicos. La Yamaha R7 2026 cambia más de lo que parece.

El motor sigue siendo el conocido CP2 bicilíndrico en línea de 689 cc pero recibe un acelerador electrónico, lo que va acompañado de un paquete electrónico a la última para una deportiva. El nuevo conjunto de ayudas electrónicas totalmente personalizables funciona en coordinación con la IMU de 6 ejes inspirada en la R1, ayudando a su piloto a adquirir experiencia y desarrollar confianza tanto por carretera como en circuito.
Midiendo constantemente la aceleración en las direcciones adelante-atrás, arriba-abajo e izquierda-derecha -así como la velocidad angular en las direcciones de cabeceo, balanceo y guiñada de la máquina- la IMU de 6 ejes es capaz de enviar datos en tiempo real a la ECU que controla el nuevo conjunto de ayudas electrónicas al piloto, todas ellas centradas en fomentar la confianza y permitir la maximización del potencial de la R7.
Esto incluye tres modos de entrega de potencia, que alteran la respuesta del acelerador y las características del motor, de más deportivo a más suave. Un sistema de control de tracción (TCS) de tres etapas sensible a la inclinación detecta la diferencia de velocidad entre las ruedas delantera y trasera y suaviza la entrega de potencia para mantener la tracción cuando sea necesario.

El Control de Deslizamiento (SCS) también está disponible en tres niveles de asistencia, detectando cualquier deslizamiento de la parte trasera y ajustando la potencia del motor para ayudar a controlar el deslizamiento, mientras que el Control de Elevación (LIF) detecta cuando la rueda delantera se levanta del suelo al acelerar y ajusta la potencia del motor para controlar los caballitos.
Si la R7 empieza a deslizar cuando se inclina al frenar, el sistema de control de frenado (BC) altera la presión de frenado en consecuencia para compensar, mientras que un sofisticado sistema de gestión del freno motor (EBM) puede cambiar entre dos niveles para aumentar o disminuir el nivel de freno motor al cerrar el acelerador o reducir de marcha durante el pilotaje en circuito. Para un mayor apoyo cuando la rueda trasera se bloquea debido a un exceso de freno motor, el sistema Back Slip Regular (BSR) controla el par motor para modificar el comportamiento de la moto; este sistema también añade confianza en situaciones de baja adherencia.
Para conseguir una salida óptima en carrera, también se dispone de un sistema de Control de Salida (LC) al acelerar arrancando desde cero, mientras que otra ventaja para la conducción en circuito es la opción de desconectar el ABS trasero para obtener una respuesta más directa en la frenada.
Los tres modos de pilotaje predefinidos, SPORT, STREET y RAIN, con ajustes de fábrica para adaptarse a las diferentes condiciones, se complementan con la opción de crear dos ajustes personalizados que permiten al piloto seleccionar manualmente la configuración que desee a través de la aplicación MyRide de Yamaha.

Para conseguir una mayor rigidez que aumente la estabilidad se han cambiado y optimizado casi todos los elementos del chasis de la R7, incluida la disposición de los tubos, su diámetro, grosor y refuerzo. El resultado es que se ha mejorado la rigidez torsional, longitudinal y lateral, manteniendo el mismo peso que el chasis anterior. Para acomodar la mayor rigidez, el tirante central utiliza ahora placas de acero con cubiertas de plástico para conseguir una excelente estabilidad en marcha, mientras que se ha optimizado la respuesta de la moto a los movimientos de la dirección y la respuesta de los neumáticos. El basculante también se ha rediseñado para ofrecer un mejor tacto de pilotaje en carretera. Las pletinas de dirección son de nueva factura, se han recortado las partes más gruesas del diseño anterior para optimizar el tacto y la resistencia, a la vez que su aspecto es más parecido al de las pletinas de dirección de las R1 y R9.
Para complementar las revisiones del chasis, la horquilla delantera invertida de 41 mm de la R7 incorpora ahora barras de aluminio (en lugar de acero), lo que reduce el peso total en 350 g y proporciona un manejo más ligero y ágil. La horquilla delantera también es totalmente ajustable en precarga, extensión y compresión, lo que permite realizar cambios rápidos para que se adapte a las preferencias del piloto y a los distintos escenarios de conducción.
Por primera vez, la R7 adoptará las llantas SpinForged de Yamaha, que no sólo reducen significativamente el peso sino también la inercia en las ruedas, permitiendo un manejo más ligero y ágil. Las llantas SpinForged están equipadas con neumáticos Battlax Hypersport S23 de Bridgestone, que ofrecen un mayor grado de agarre.

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