
Prueba SYM Joymax Z+ 125: Dinero inteligente


ASPECTOS POSITIVOS
ASPECTOS NEGATIVOS

Cilindrada

Motor

Potencia

Peso

Carnet

Precio
Ver ficha técnica completa
SYM siempre se ha caracterizado por tener una gama de modelos muy amplia. Actualmente, podemos encontrar hasta 25 referencias diferentes entre modelos y versiones en cilindradas que abarcan desde los 50 cc hasta los 600. Solo en 125 cc hay cuatro modelos (Fiddle, Symphony, Jet 14 y Cruisym) que pasan a ser cinco, con la llegada del Joymax Z+ 125 que nos ocupa hoy.
- No te puedes perder: Prueba SYM Maxsym 400 2021: Borrón y cuenta nueva
- Te puede interesar: Prueba SYM Maxsym TL 500: Decisión racional
SYM quiere reforzar su presencia en el segmento GT de los 125, porque hay más de una tipología de cliente que requiere lo que ofrece el segmento “Gran Turismo”: capacidad de carga, apariencia, ergonomía, etc. Puede que estés pensando que el recientemente presentado Cruisym Alpha 125 cumple con los requisitos descritos, pero en SYM gustan de hilar aun más fino y por eso surge el Joymax Z+ 125.
Al igual que ocurre en el mundo del automóvil, Cruisym Alpha y Joymax Z+ 125 comparten plataforma y motorización, pero tienen un estilo diferente y un posicionamiento distinto. Si el Cruisym Alpha es un GT deportivo, el Joymax Z+ 125 se dirige a un cliente más sobrio, más discreto. Tiene que ver con los poseedores del carnet B que no tienen acceso a scooters de cilindradas superiores, pero que sí saben lo que quieren y lo que no necesitan, como puede ser un cuadro de instrumentos digital o espejos deportivos anclados a la carrocería. El SYM Joymax Z+ 125 juega la baza del “smart choice” o traducido a español, elección inteligente (compra inteligente), porque accede a toda la tecnología, ergonomía y prestaciones del Cruisym Alpha por un precio más contenido. Entra en la batalla de scooters donde prima la relación calidad/precio, es decir, no es el más caro, pero no tiene mucho que envidiar a los productos premium de la categoría. Tampoco es el más barato, pero en la horquilla de precios, está más cerca de los productos económicos que los tope de gama de la competencia. Aprovechando el paso a la Euro 5, SYM ha renovado toda la gama de 125, que es protagonista en el mercado español, hasta el punto de que el SYM Symphony 125 ha sido líder de ventas en el mes de enero.
Motor y parte ciclo
El monocilíndrico SOHC de 4 válvulas cuenta con inyección electrónica Keihin “Made in Japan” deriva del anterior Euro 4 con las adaptaciones necesarias para cumplir la Euro 5, que actúan fundamentalmente en la reducción de la fricción de los componentes para menor consumo y emisión de gases. La parte térmica del motor cuenta con un tratamiento cerámico propio de la marca. En SYM llevan con orgullo la capacidad de la marca para desarrollar sus productos a un nivel de calidad máximo sin caer en unos costes desmesurados, pudiendo ofrecer al cliente un producto digno de la etiqueta “Made in Taiwan”. Anuncian una potencia cercana a los 14 CV con un nivel de vibraciones mínimo, como pudimos comprobar en la prueba dinámica. La calidad de componentes también está presente en frenos y suspensiones. Cuenta con pinza radial de 4 pistones y ABS, que le confiere una gran capacidad de frenada con tacto de moto mayor. La suspensión trasera, con dos amortiguadores independientes es ajustable en 4 posiciones para su adecuación a las condiciones de carga.

Equipamiento
Como hemos mencionado anteriormente, el SYM Joymax Z+ 125 cuenta con un equipamiento sobresaliente y si bien puede que todo no esté a la última (como el cuadro de instrumentos), no se echan muchas cosas en falta. Tiene detalles sorprendentes, como el pistón de gas que sostiene el asiento abierto, de una solidez poco común, que contrasta con la ausencia de luz de cortesía. Sí cuenta con toma USB 3.0 con la que podremos cargar el móvil (y la linterna de éste, hacer de luz de cortesía). Hablando de luces, la iluminación full LED permite el alumbramiento de cortas y largas simultáneamente. No pudimos probarlo de noche, pero es un factor de seguridad positivo que contribuirá al circular de noche.
El espacio bajo el asiento es sobresaliente, con espacio para dos cascos integrales y algunos objetos más. Con la instalación de un baúl de la industria auxiliar la capacidad de carga es sencillamente enorme. Detrás del escudo hay una guantera de grandes dimensiones en la que caben los guantes, una botella de agua de 500 ml y más cosas. El pasajero está muy bien tratado, tanto por asiento como por las asas de que dispone para agarrarse. Las estriberas son un poco engorrosas de sacar, pues hay que apretar cada una de ellas hacia adentro para que puedas sacarlas. La pantalla es regulable en dos posiciones (con herramienta), lo que indica que hay que elegir la posición que más nos guste para dejar fija. Nosotros probamos el scooter con la pantalla fija en la posición más baja y la protección era buena.
La estampa del Joymax es discreta y a la vez moderna. En el lado negativo, contrasta la limpieza de su diseño en su parte izquierda con la derecha, en la que queda demasiado expuesto el motor, un recodo del escape que precisa de protector para no quemarse y una maraña de cables, latiguillos y macarrones que deslucen el costado de estribor.
En marcha
La jornada consistió en una ruta por los alrededores de Bilbao en la que los periodistas de distintos medios pudimos probar la SYM Joymax Z+, en ciudad y carretera abierta. La primera impresión (que dicen, es la que cuenta) es la de un scooter bien terminado que, además de buenas terminaciones y una calidad de ajuste de sus plásticos notable, no vibra en absoluto. Sin ser el scooter que más acelera del mercado, sí cuenta con una salida voluntariosa, a la altura de la de sus competidores de cilindrada. La suavidad de marcha es una constante en cualquier circunstancia, ya sea al ralentí o circulando continuamente en los albores de la línea roja. Sí, la línea roja, porque cuenta con un tacómetro analógico (al igual que el velocímetro), que personalmente prefiero a los cuadros digitales en su totalidad, porque la lectura es simplemente, más sencilla. El scooter se muestra ágil en la urbe y se nota que es su hábitat natural, porque las limitaciones de la parte ciclo aparecen en las curvas rápidas en carretera, donde se rueda cerca del límite de velocidad, que se asemeja al de las vías legales por las que circula. Los cruceros mantenidos entre 100 y 110 km/h son perfectamente posibles y aunque el motor esté rodando alto de vueltas, no se percibe sufrimiento del motor, ya sea por sonido, ya sea por vibraciones, porque siguen sin aparecer cuando forzamos la marcha. Lo que sí aparecen son ciertos movimientos (nada preocupantes) cuando trazamos largos curvones gas a fondo, que no es el uso habitual al que está destinado.
Conclusión
El SYM Joymax Z+125 es tu scooter si le buscas el lado práctico a tus desplazamientos habituales. La capacidad de carga es excelente, así como el agrado de uso. El tacto del scooter es “bueno bueno” y su ergonomía es muy cómoda. Frenos y suspensiones están a muy buena altura. Si a la ecuación le sumamos 5 años de garantía, un año de seguro gratis y un precio de 3.999 €, empiezas a comprender por qué SYM aumenta año a año su cuota de mercado. El cliente tiene siempre la razón.
La moto al detalle...

Los amortiguadores son regulables en precarga.

En la amplia guantera hay una toma USB 3.0 para la carga de dispositivos.

La capacidad de carga es magnífica.

La parte derecha del scooter deja a la vista demasiadas interioridades.
Galería de fotos





Relacionados