Prueba Yamaha MT-09 2022: Hypernaked para el A2

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Yamaha MT-09 2022 35 kW

La electrónica de la MT-09 es algo bastante serio. En este aspecto, la joya de la corona es la IMU (Inertial Measurement Units – Unidad de Medición Inercial) de 6 ejes de procedencia R1, aunque ahora el dispositivo es más ligero. Esta a su vez le había pedido prestado los apuntes a la M1 de MotoGP. Podríamos decir que es el cerebro de la hypernaked (cada vez más los vehículos son ordenadores con ruedas). La IMU gobierna el control de tracción en curva (TSC), el control de deslizamiento (SCS) y el anticaballito (LIF). Es capaz de hacer 125 cálculos por segundo (en este aspecto me lleva ventaja). El objetivo de las ayudas a la conducción es claro, aumentar la seguridad y permitir que el piloto solo se deba concentrar en la conducción.

El modelo que nos ocupa no ha dejado de venderse cada vez y ahora tiene en su punto de mira a la Kawasaki Z900 (la reina del segmento). A diferencia de Yamaha, la marca verde sí que hace años que ofrece a sus seguidores una versión limitada de este modelo. En la presentación de la versión de 35 kW de la hypernaked de la casa de Iwata sus responsables no se mordieron la lengua al decir: “queremos ser los líderes del segmento, por encima de la Kawasaki”. La lucha va a ser apasionante en los concesionarios y en las carreteras.

Repasemos un poco qué significa limitar una moto a 35 kW (47,5 CV) aproximadamente. La versión full entrega 119 CV pero no se puede limitar ninguna moto que dé más de 70 kW (el doble de 35). Por ello Yamaha ha tenido que homologar un modelo de 70 kW (95 CV). Por lo que el propietario cuando deslimite su moto no la tendrá full (119 CV) sino con 95 CV. Para los aficionados que esto sea determinante podrán, por ejemplo, vender la moto limitada y comprarse una de 119 CV.

¿Cómo se ha limitado el motor? Pues con mucho cuidado, es decir, metiéndole mano al software de la centralita. Hasta las 4000 rpm el excepcional tricilíndrico en línea funciona completamente libre y, a partir de ahí, la gestión electrónica entra en juego para que no se supere nunca los 35 kW de potencia. Al girar el puño del acelerador se envía una orden a la centralita y es esta la que gestiona la apertura de las mariposas.

Los guías de Yamaha nos llevaron por una ruta muy bonita de alrededor de 200 km llena de curvas donde pudimos probar la MT-09 y MT-09 SP, ambas limitadas a 35 kW. En esos tramos virados la moto con 47 CV nos sorprendió gratamente porque no te sientes constreñido por la falta de potencia. En los pequeños lugares donde había una recta la hypernaked era capaz de superar la velocidad máxima permitida en las vías públicas españolas con facilidad. El tricilíndrico CP3 tiene tantas bondades que, incluso capado, sigue sorprendiendo, en este caso más en bajos que en medios. Acelera de manera lineal y no tienes la sensación de que, llegado a un cierto número de rpm, te estrelles contra un muro.

A sacarle partido al propulsor ayuda el quickshifter (cambio rápido) que viene de serie, y actúa tanto subiendo como bajando marchas. Se puede utilizar a partir de las 2200 rpm y 20 km/h. A lo que hay que añadir el embrague antibloqueo. La elasticidad del tricilíndrico permite hacer experimentos y si te das cuenta de que estás saliendo de la curva en una marcha demasiado larga, los bajos te sacarán de apuros. Llegados a este punto hay que hablar del sonido del CP3. Los tricilíndricos tienen un rumor particular y si bien no se comportan como un bi o un tetra, tampoco suenan como esas configuraciones. En Yamaha hicieron hincapié que un equipo de ingenieros trabajó a fondo en este aspecto. Aquí volvemos a hablar de cuestiones de gustos. Pero en nuestro caso nos agradó la música que emitía el escape, absolutamente legal y que nunca molestará, pero que nos anima a seguir jugando con el gas y el cambio de marchas.

La renovación de 2021 también afectó a fondo a la parte ciclo con un nuevo chasis de diseño más compacto y mejor centralización de masas realizado en una composición inédita de aluminio fundido. Además, los ingenieros de Yamaha se centraron en la horquilla KYB (Öhlins en la versión SP) que era uno de los puntos débiles de la MT-09. Asimismo, el subchasis de aluminio y el basculante (mismo material) fueron puestos al día el pasado año.

Con un paquete así y un motor de 35 kW significa que todo está dimensionado en el buen sentido de la palabra. La potencia no va a poner en aprietos ni a los frenos ni al chasis. En cuanto a los primeros, en el tren anterior hay dos longplay Nissin de 298 mm con pinzas radiales de 4 pistones, apoyados por uno atrás de 245 mm y 2 pistones. El ABS es un Bosch 9.1MP y en un sustito que tuvimos funcionó como debía. La horquilla dio alguno botes pero la cosa no pasó de ahí y salimos del apuro. Tanto la horquilla invertida como el amortiguador trasero KYB son ajustables. De serie vienen tarados tirando a lo blando, lo que es de agradecer para los que deseamos unas suspensiones que enjuaguen bien las irregularidades del terreno y no trasladen los baches a la parte baja de nuestra columna. Superando guardias muertos a buena velocidad, los pegajosos neumáticos Bridgestone S22 seguían en contacto con el planeta Tierra. Cuando llegamos por la mañana a Barcelona nos recibió una chaparrón tormentoso e incluso rodamos por algunos tramos mojados pero luego enseguida se secó y gozamos de un día perfecto para el motociclismo, sin que el calor nos achicharrase. Aunque los comensales nos miraron con cara extraña cuando llegamos a comer a un chiringuito en la playa de Casteldefels con botas, chaqueta, cascos y guantes… Siempre me ha hecho gracia cuando te dicen en verano: “Vas en moto, qué suerte, con el fresquito…”. Sí, fresquito 0, achicharramiento 2. Aunque, ya digo, en esta ocasión Lorenzo se portó bien.

En lo que se refiere a la estética, lo más llamativo es el frontal dominado por el faro de nueva factura. En este caso todo es de LED, también el grupo óptico trasero (en forma de logo MT), las luces de posición y los minúsculos intermitentes. Aquí una vez más hablamos de cuestiones subjetivas, así que tú dirás qué te parece. En 2013 Yamaha arriesgó con el lenguaje visual cuando presentó la gama MT y parece que el mercado le ha dado la razón. A pesar de que a veces los motoristas somos más conservadores de lo que podría parecer…

El panel TFT a color solo tiene 3,5 pulgadas y, lo que es peor, cuenta con un espacio desaprovechado por la izquierda y derecha. Yamaha dice que forma parte del lenguaje minimalista de la hypernaked pero nos gustaría contar con dígitos mayores, y lo mismo decimos por la escala del cuentarrevoluciones. De lejos no veo ni tres montados en un burro pero de cerca me sigo defendiendo bien y, así todo, me costaba leer las informaciones más pequeñas. Vamos, que no es un panel de mandos para echarle un vistazo y captar toda la información. La moto, al estar limitada, solo tiene activo un modo de motor, el 2, que se considera como el término medio más apropiado para las características que aporta el tricilíndrico con 47 CV de potencia. Una vez deslimitada, el propietario disfrutará de todos (4) los modos, al igual que la versión full power.

Otro aspecto a mejorar es el reducido radio de giro, no hicimos ciudad pero a la hora de maniobrar en parado, pese a la ligereza de la moto, la dirección no nos ayuda a meternos con facilidad en un hueco que hayamos encontramos entre, digamos, otras dos motos para dejar nuestra montura. O si al salir de donde estamos aparcados debemos hacer un cambio de 180 grados.

En definitiva, la MT-09 limitada a 35 kW es la misma hypernaked que su hermana de 119 CV, solo que en este caso con 47 jacos. El resto es exactamente la misma moto: tricilíndrico, parte ciclo, electrónica… A nosotros nos ha cautivado el lado oscuro de Japón, ¿y a ti?