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Hasta hace no mucho pensábamos que los pilotos de MotoGP eran superhéroes y, a veces, lo seguimos pensando. Yo, personalmente, los comparaba con los futbolistas. Cada me plantaba delante del televisor para ver un partido de fútbol y veía a un jugador tirarse y, literalmente, llorar, pensaba en las caídas de cualquier piloto y en su manera de levantarse corriendo para volver a subirse a la moto. Están hechos de otra pasta, sí.
Y no son pocos los pilotos que, tras una caída, han hecho una heroicidad que, hasta este pasado mes de julio, casi siempre ha tenido un final feliz. Nunca podremos olvidar, por ejemplo, de la locura de Jorge Lorenzo en Assen en 2013. Tras una espectacular caída en la que salió volando a 224 kilómetros por hora durante unos entrenamientos libres, voló a Barcelona, allí fue operado de la clavícula y regresó a Holanda tan solo 36 horas después para disputar el Gran Premio. Para él, terminar la carrera suponía una victoria pero, además, finalizó en 5º posición tras Dani Pedrosa en la primera carrera que ganó Valentino Rossi tras su paso por Ducati.
Y puede que Marc Márquez, experto en replicar (e incluso superar) las hazañas de sus rivales, tuviese en mente esta heroicidad que hizo Jorge años atrás. O puede que, simplemente, sus ansias de ganar, esas que tantas alegrías y victorias nos han dado a todos, le llevasen a regresar a la segunda cita de Jerez a los pocos días de su primera operación. Aunque no nos engañemos, si no lo hubiese intentado, no habría sido él. Es Marc Márquez, sinónimo de gasolina en vena y experto en las salvadas más imaginables de la historia.
Pero esta vez no ha sido así. Como ya pudísteis leer en nuestra Cronología sobre la lesión de Marc Márquez, su heroicidad se pagó muy cara. Y ahora, tras su tercera operación, de la cual ya se está recuperando en casa, nosotros os preguntamos: ¿Hizo bien Márquez regresando en Jerez?
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Amante de las motos desde que tengo uso de razón, llevo toda la vida sobre dos ruedas. Tras realizar colaboraciones en distintos medios, en Moto1Pro he hecho de mi pasión, mi modo de vida. Curiosa, analítica y muy digital, además de probar motos, coordino la redacción con mano de hierro en guante de seda.