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Muchos de vosotros, por no decir la mayoría, os habéis sacado el A2 pensando ya en la futura reina de vuestro garaje. Otros habéis esperado a tenerlo en vuestro poder para probar todas las motos posibles antes de comprar una. Y los hay que ya están con las prácticas y no tienen ni idea de qué van a hacer cuando tengan el A2. Para todos y cada uno de vosotros va esta prueba. Porque nos hemos subido a tres motos naked líderes de ventas y que o bien son limitables, o están hechas por y para el A2.
¿Y cómo lo hemos hecho? Fácil, nos hemos ido a Kawasaki a recoger toda la gama Z que se puede conducir con el carnet A2 y hemos pasado una semana entera con ellas. Pero no sé si os vamos a ayudar o no con vuestra elección porque si estáis dudando entre cuál de todas escoger, lo vais a tener muy complicado…
La primera impresión nada más ver la Kawasaki Z400 es que es una moto proporcionada. Es un aspecto al que personalmente le doy valor porque creo que, en lo bien hecho, de una u otra manera, hay proporción. Esta afirmación puede parecer gratuita, porque al mismo tiempo parece una moto de más cilindrada, pero es que el comportamiento (sobre todo el chasis) de esta moto está también por encima de lo exigible a una moto de su cilindrada.
El estilo “Sugomi” de sus hermanas mayores, en el que los adelantos tecnológicos y prestacionales llevan consigo una evolución del diseño, está patente en todos sus ángulos. Su planteamiento es un poco paradójico, porque al mismo tiempo es una moto de iniciación y una deportiva. Kawasaki ha resuelto muy bien esta dicotomía con una moto muy fácil de conducir pero que permite un paso por curva muy elevado con una estabilidad intachable. Si quieres suave, lo tienes suave; si quieres chicha, tendrás entraña muy sabrosa.
Ergonómicamente es una moto deportiva. En cuanto subes a ella puedes comprobar que las estriberas están elevadas y retrasadas y que el manillar está ubicado de manera que nuestra posición carga sobre la rueda delantera. Siendo la postura “al ataque”, no es muy sacrificada debido a la ligereza del conjunto y que, no nos engañemos, su finalidad no es cubrir largas distancias en cada trayecto (aunque es muy capaz de hacerlo).
Una vez arrancada, el sonido del bicilíndrico puede parecer discreto, incluso con el silenciador Akrapovic que equipaba la unidad probada. En cuanto estiramos el motor y pasamos del medio régimen, comienza un aullido característico de una deportiva japonesa, es decir, de un tetracilíndrico.
La entrega de sus 45 CV a 10.500 rpm es progresiva y no pondrá en aprietos a su conductor, si bien es capaz de disponer de todos los puntos de su carnet en una sola jornada. El embrague merece ser destacado en el sentido de que es una delicia y apenas requiere esfuerzo, hasta el punto de que no creo que se pueda diseñar un embrague cuya maneta oponga menos resistencia. No se te cansará la mano por pequeña que sea, porque las malas noticias son que no dispone de regulación de la maneta izquierda.
Donde realmente sobresale la Kawasaki Z 400 es en su comportamiento. Disfruta de una estabilidad y un aplomo inauditos para una moto “pequeña” (en comparación con sus hermanas mayores), ya sea en rectas, curvas rápidas o curvas lentas. Siendo una moto destinada principalmente a usuarios del carnet A2, me sorprendió que me asaltara el pensamiento de que podría ser mi moto para el día a día; porque en un entorno urbano con escapadas a tus curvas favoritas, no echarás nada de menos, salvo seguramente más tiempo para estar a sus mandos.
Puedes encontrar esta Z400 en dos esquemas de color, el de mi unidad de pruebas con detalles en verde y otra opción en la que los detalles tienen una color denominado “Candy Cardinal Red”, por un precio de 5.775 €. Fácil, eficaz, divertida: me hubiera gustado tenerla un mes conmigo y conocernos más a fondo. Quién sabe..
LO MEJOR:
LO PEOR:
Tapa de colín
La estética está muy cuidada, pero bajo la tapa de colín no está el asiento: lo sustituye.
Maneta embrague
Un tacto delicioso. Apto para las manos menos fuertes, pero se echa en falta la regulación en la maneta.
Cuadro de instrumentos
Todo cabe, aun siendo pequeño, pero tratar de leer el cuentavueltas es una quimera. Quizás es para aprender a cambiar de oído..
Silencioso
El silencioso Akrapovic hace honor a su nombre (silencioso) al ralentí. Cuando sube de vueltas, la cosa cambia.
Accede desde aquí a su ficha técnica.
La Kawasaki Z650 es una moto perfecta para iniciarte en el mundo de las dos ruedas. Si bien de serie no cuenta con una potencia límite para, a los dos años, tener la denominada “moto nueva” de la que se habla en todos los foros, sus 21 cv extra a la hora de deslimitarla se notan más de lo que se puede llegar a esperar. Pero de su entrega de potencia hablaremos un poco más adelante.
Primero vamos a hablar de su ergonomía. Esta Z650 es una moto muy cómoda, y muy bajita. Con mis 162 centímetros de altura, casi puedo plantar ambos pies en el suelo cómodamente, lo que viene muy bien para maniobrar la moto en parado. Es lo que yo llamo “una naked en toda regla”, de esas que usas para aprender y con la que, tras un largo día de ruta o viaje, no te duele otra parte de tu cuerpo que no sea esa zona en la que la espalda pierde su nombre y solo por el tiempo que ha pasado encima de la moto. Cuenta con unas estriberas más adelantadas y un manillar algo más elevado que su hermana pequeña, por lo que le falta ese grado de “deportividad” que si te ofrecen la 400 y la 900. De hecho, la posición de las estriberas es molesta a la hora de maniobrar la moto en parado o de detenerla porque “chocan” con la pierna en posición natural.
Pero, en el momento de “jugar” con ella en carreteras de curvas, el inicio del colín te invita a echar tus posaderas hacia atrás para poder adquirir una posición más racing, por lo que, si sabes colocarte bien encima de la moto, las sensaciones a la hora de entrar en curva son muy divertidas.
En cuanto al diseño, no podemos obviar la agresividad de sus líneas, rasgo típico de Kawasaki en toda la gama desde hace ya varios años. Pero, para destacar su esencia, tanto el chasis como las llantas están pintados en color verde Kawasaki, algo que llama muchísimo la atención a primera vista y que le da un toque aún más deportivo al conjunto. Además, el silenciador corto de serie es un detalle que, a nivel estético, a mí personalmente me encanta ya que le da un aspecto más compacto a la moto porque, deja ver perfectamente el basculante en forma de S. Si tengo que poner alguna pega, sería la longitud del portamatrículas, que como ya pasaba con su melliza la Ninja 650, es extremadamente largo.
Y si lo que queremos mirar es el consumo, durante mi prueba (en la que hice más de 500 km), tuve un consumo medio de 4,5 litros a los 100. Un consumo más que respetable para la versión full, que se reduce ligeramente en su versión limitada.
En cuanto a la parte ciclo, monta un chasis multitubular en acero de alta tensión que ofrece una agilidad a la moto que es una delicia. La entrada en curva es muy sencilla, no supone ningún esfuerzo, no cuesta nada. Es una moto muy, muy ágil. Además, me gustó mucho cómo frena. Cuenta con dos discos semiflotantes de 300 mm en el tren delantero y un disco lobulado de 220 mm en el trasero y ambos actúan con una eficacia sensacional.
Pero si hay algo que me encanta de esta Z es su cómo va en carreteras de curvas. Cuenta con un motor bicilíndrico de 649 cc al que empujan, de serie, 68 cv, perfectos para poder mover con soltura los 187 kg de peso en orden de marcha del conjunto. De hecho, es una moto con unos bajos increíbles, mejores incluso que los de su hermana pequeña, la 400, lo que hace que desde bajas revoluciones la moto te dé todo aquello que necesitas.
En definitiva, es una moto “para todo”. En ciudad se mueve como pez en el agua y en carretera, su hábitat natural, se convierte en un “medio de transporte” de lo más divertido. Sin duda una moto perfecta tanto para aquellos que quieren iniciarse en el mundo de las dos ruedas de manera ágil, cómoda y segura, como para los experimentados que buscan una versatilidad urbana e interurbana con un consumo reducido y sensaciones de una “moto gorda”. En definitiva, una moto “entre dos mundos”.
Y para más datos, puedes encontrar esta Z650 2021 en tres esquemas de color: Blanco, verde y negro (como mi unidad de pruebas), negro y verde y negro y rojo por un precio que parte de 7.399 €.
LO MEJOR:
LO PEOR:
Asiento trasero
Aunque algo justo para el acompañante, su inicio está realizado para acoplarse perfectamente a nuestras posaderas a la hora de adquirir una posición racing.
Iluminación
La luz de posición trasera mantiene su forma de Z como guiño a la gama
Intermitentes
A partir de 60 km/h vibraban mucho, no sabemos si es generalizado o un error de esta unidad de pruebas.
Motor
Cuenta con un motor bicilíndrico de 649 cc que va muy fino.
Accede desde aquí a su ficha técnica.
Hablar de la Z900 es hablar de equilibrio entre sensaciones, facilidad y seguridad en nuestro pilotaje. Con su control de tracción de última generación, la Z900 2021 cuenta además con diferentes modos de conducción y una electrónica que vela por el usuario en todo momento. Todo esto se nota y mucho en la conducción sea cual sea tu nivel y aspiraciones.
Su diseño rezuma ADN Kawasaki por los cuatro costados, ese ADN que le ha hecho ser la reina en ventas de su sector en los últimos años. Un legado que parece que con la llegada del modelo 2021 no va a finalizar. Esa relación calidad/precio/producto es envidiable y la familia Kawasaki ha sabido dar con una fórmula ganadora.
La facilidad de conducción con la última tecnología y prestaciones harán que el usuario pueda sentir ese ADN deportivo con toda garantía. A su vez, la contundente curva de par motor estará siempre de tu lado para sentir ese tetracilíndrico de 948 cc, 125 cv.
En cuanto a suspensiones encontramos las compañeras ideales para jugar de manera deportiva en nuestra carretera favorita de curvas.
Siempre nos gusta hacer un análisis de los tres posibles usos de la moto protagonista. Con la Kawa no iba a ser menos. Si hablamos de ciudad, nos encontramos con “una mil” ligera y compacta que no tendrá complejo alguno para “deslizarse” entre coches, además, nos sorprende para bien su radio de giro, teniendo en cuenta que no deja de ser una moto deportiva. Naked, pero deportiva.
Si ponemos rumbo en autopista nos encontraremos una moto desnuda y lo que ello conlleva en cuanto a protección. Pero podemos destacar su aplomo en todo momento incluso en curvas rápidas no apreciamos ningún extraño.
Como no podría ser de otra manera es en las carreteras de curvas donde la Kawasaki Z900 2021 encuentra su mejor cara. La eficacia enlazando curvas es solo comparable a la facilidad que desprende su conducción. El motor que brilla en su elasticidad hace una pareja ideal con una parte ciclo muy conseguida. Es en este apartado donde vemos la potencia de frenado del conjunto. Su fuerte mordiente no está reñida a un tacto preciso.
La nueva Kawasaki Z900 2021 está disponible en tres esquemas de color: blanco, negro mate y rojo, negro metalizado y verde. Su precio: 9.999 €
LO MEJOR
LO PEOR
Mapas
Cuenta con tres mapas de potencia, Sport, Road, Rain y un mapa extra personalizable por el usuario.
Iluminación
Tanto el faro delantero como la luz trasera cuentan con tecnología LED.
Frenos
En el tren delantero monta dos discos lobulados semiflotantes de 300 mm con una pinza doble de 4 pistones opuestos. En el trasero, Un disco lobulado de 250 mm con una pinza de pistón único.
Motor
Cuenta con un motor tetracilíndrico en línea de 948 cc.
Accede desde aquí a su ficha técnica.
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