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Matriculaciones: Las ventas de vehículos ligeros caen un 25% en el primer semestre

La crisis sanitaria provocada por el Covid-19 ha hecho que la venta de motos, ciclomotores y otros vehículos ligeros haya registrado caídas históricas en los primeros meses del año.

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Redaccion Moto1pro
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Fecha01/07/2020

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Como podíamos esperar, las consecuencias del Covid-19 en el mercado de las dos ruedas han sido catastróficas. Durante los primeros seis meses de 2020 la venta de vehículos ligeros donde se engloban motos, ciclomotores, triciclos y cuatriciclos han caído un 25% respecto al mismo periodo de 2019, lo que ha dejado cifras históricamente bajas.

Los meses de marzo y mayo presentaron descensos superiores al 40% y en abril se superaron todos los registros históricos negativos con una caída del 93%, con la matriculación de apenas 1.000 motos. El mes de junio ha permitido al sector evitar los números rojos consiguiendo un crecimiento del 10% (exactamente con 1.056 vehículos ligeros vendidos al día), pero esto es una consecuencia estadística de que este año el mes ha contado con dos días laborables más respecto a junio de 2019. En realidad, el promedio diario solo se ha visto incrementado en un 0,1%.

Si lo separamos en sectores, en esta primera mitad del año las matriculaciones de motocicletas han descendido un 16%, las de los ciclomotores un 26% y las de otros vehículos ligeros, como triciclos y cuatriciclos, otro 26%. De hecho en todas las comunidades, salvo en Navarra, los resultados han sido negativos.

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Junio ha permitido reducir el impacto del Covid-19 al recibir la demanda de motos paralizada durante el confinamiento con la ayuda y esfuerzo de marcas y concesionarios, claves para salvar las cifras tras unos meses de casi nula actividad.

Según José María Riaño, secretario general de ANESDOR, “en el confinamiento se obtuvieron los peores resultados históricos del mercado y las incertidumbres económicas y sanitarias abren un gran interrogante en el desarrollo de lo que resta de año”.

“No obstante, en el escenario de la ‘nueva normalidad’, a pesar de la crisis económica, es una realidad que la ciudadanía apuesta por los vehículos ligeros personales. Esta tendencia de los consumidores, que ya existía antes del COVID, nos permite ser moderadamente optimistas para el futuro”.