
Prueba BMW R1300RT 2025: luces y sombras


ASPECTOS POSITIVOS
ASPECTOS NEGATIVOS

Cilindrada

Motor

Potencia

Peso

Carnet

Precio
Hay motos que ponen muy difíciles las cosas al probador. Como esta BMW R1300 RT. Porque ante tanto derroche de calidad, tecnología y equipamiento, corres el riesgo de quedar impresionado, de que todo te parezca bien y no criticar nada. O puedes caer justo en el extremo opuesto, ir de probador “gourmet” y poner pegas a todo, para demostrar lo exigente que eres. Procuraré quedarme en el justo medio. Y de paso os diré al final si esta moto me motiva lo suficiente como para cambiar mi actual BMW R1250GS Adventure.
Si vas a un restaurante y pides un vino de 100, 150 o 250 €, seguro que no es malo. Y si compras una moto cuyo precio base es de 24.680 €, que a poco que te líes con las opciones sube unos miles de euros más, seguro que no es mala moto. Pero sí puede ser mejor o peor de lo que esperabas o adaptarse mejor o peor a tus gustos y necesidades. Hoy te voy a hablar más de sensaciones que de datos… para eso tienes la página web de BMW.

Prueba BMW R1300RT 2025
Para mí esta nueva moto, un derroche de tecnología de BMW, tiene “luces y sombras”. Y seguro que pensareis que si comienzo la frase con un “para mí”… mis opiniones serán muy personales y muy subjetivas. Pues sí. Bienvenidos al “género periodístico” de las pruebas, uno de los más subjetivos sino no el que más, del mundo del periodismo. Porque no hay nada más personal que contar “cómo va” una moto.
Voy a tratar de que no me impresione esta moto ni de buscar “tres pies al gato”. Eso sí, dando por sentado que si hablamos de BMW y hablamos de más de 25.000 € la calidad la damos por supuesta, ¡faltaría más!
También hay que tener en cuenta, para valorar una moto, saber qué pretende el fabricante. Y me parece especialmente importante en este tipo de moto. Primero, porque es muy cara. Segundo, porque sus eventuales compradores saben de motos, han tenido modelos similares o anteriores, mucho de ellos de la propia BMW. Tercero, porque son personas, según la propia marca, por encima de las 50 “primaveras”.
Y lo cuarto, y para mí lo más importante, es que este tipo de moto, este segmento, decrece en favor de las maxitrail. Y BMW quiere ofrecer al público que hemos descrito una moto que, sin dejar de ser una Touring, resulte más dinámica, más ágil y más “pequeña”… al menos que se perciba y se sienta como más pequeña. Y para mí lo han conseguido, esta RT es menos RT que lo eran sus antecesoras… pero, ¿eso es bueno?
En las anteriores RT contabas con un carenado que casi recordaba al de un coche, te envolvía y te daba sensación de lujo, protección y categoría. Era una moto en la que, cuando te subías, te sentías “dentro”, no encima. Y esta sensación, en la 1.300, desaparece. Ahora el carenado en sí es más bajo y pequeño en general… pero no protege menos. Protege más, porque la pantalla-parabrisas es enorme por arriba, pero también por abajo y por los lados. Esta RT, cuando estás a sus mandos, parece más pequeña y te sientes más “encima” que “dentro”. ¿A ti que te gusta más? A mí… me gustaba más antes.
Eso sí, una cosa buena, la protección aerodinámica es mejor, no mucho mejor, pero sí mejor. Y otra mala: a mí los espejos de todas las últimas RT incluida ésta, y he tenido dos, me parecen pequeños y demasiado bajos. Un compañero me dijo: “te acabas acostumbrando”… pues sí, pero ¡yo no quiero acostúmbrame, quiero unos buenos espejos!
Y hablando de “luces” una de las cosas que más me ha gustado de esta moto es una que, justamente, no he podido probar, pero que sé que es muy buena: su iluminación. ¡Ya era hora de que las motos equipen luces “inteligentes” que tienen en cuanta el sentido de la curva, la inclinación de la moto y la asimetría de la iluminación, más a la derecha, menos a la izquierda!
Es algo que aporta seguridad. Como aporta seguridad el sistema de suspensión y “chasis adaptativo”. Con el sistema DCA puedes variar la geometría de la moto, de forma que sube algo de atrás y resulta algo más ágil. Combinado con la suspensión que se adapta al peso, que puedes regular en dureza y a los modos del motor, puedes configurar la moto a tu gusto. Y te aseguro que se nota.
Eso es bueno, muy bueno. Pero navegar por todas las opciones de configuración que te da la moto no voy a decir que sea muy difícil, pero no resulta nada intuitivo. Soy usuario de ordenadores Mac, ¿por qué? Porque lo que te parece que hay que hacer, es lo que hay que hacer. En los PCs aparecen cuadros de diálogos donde te dicen que si haces tal cosa puedes perder la información y que si no la haces… puedes perder la información. Susto o muerte. Los menús de esta BMW, y de todas, incluida la mía, podría ser más intuitivos.
Siguiendo por este camino, voy a hablar de la estética, lo más subjetivo del mundo. Un compañero en la rueda de prensa preguntó: “Habéis contado con la ayuda de alguien para el diseño”, a lo que el responsable de la marca respondió que no, que era obra del propio departamento de diseño de BMW. Pues en mi opinión, tanto para los menús de navegación como para el diseño, a BMW le hubiese venido bien una ayudita.
¿Insinuó que es una moto fea? ¡Claro que no! Pero mira esta y la anterior… a mí me gusta mucho más la anterior, sobre todo en las versiones de la 1.300 donde hay unas líneas y unos dibujos un tanto banales que parecen puestos por un niño. Las versiones en color negro son, de lejos, las más bonitas. Pero en el apartado de diseño en una moto tan buena y tan cara… se lo podrían haber currado más. Como en todas las BMW el tiempo juega a su favor…. en un par de años, me gustará más.
Esta RT pesa solo 2 kg más que la anterior, lo que no está mal porque lleva más equipamiento, y su prodigioso, progresivo y suavísimo motor tiene 9 CV más que la 1250, 145 frente a 136 CV. Alguien me dijo: “va tan fino que parece un 4 cilindros”. Totalmente cierto. Pero, volvemos con las “luces y las sombras”, ¿eso es bueno?
Tras el recorrido de pruebas deje aparcada la novísima 1300 y me subí a mi 1250 con nueve caballos menos y cuyo motor no es tan fino como la nueva. El 1250 se siente latir más, vibra un poco más pero te ofrece una sensación de “bóxer” que la nueva no tiene.
Volvemos a la subjetividad: mi primera moto “gorda” fue una BMW R100 del año 1984 y en esa moto sí que sentías “latir” el motor debajo de ti y sentías cómo empujaban ese par de “pucheros” desde abajo. A lo mejor eso me ha marcado, pero a mí me gusta lo auténtico: prefiero el jamón recién cortado y un motor que se siente bóxer, que el jamón envasado al vacío y un motor bicilíndrico que parece de 4 cilindros… soy así de friqui.
Ahora vamos con el cambio automático… que realmente no es un cambio automático. Me explico: no es un cambio cuya mecánica hace que las marchas cambien “solas” ni del “doble embrague”, sino un cambio convencional con dos servomotores, uno que acciona el embrague y otro la palanca del cambio, aunque tú no lo notes. Todo esto gobernado por una centralita electrónica. ¿Y como va? Excepcionalmente bien.
Temía echar de menos la maneta de embrague, pues en otras motos similares que he probado, a baja velocidad y bajo régimen, el “juego” del embrague y el gas no era fino y no me daba confianza. No es el caso. Aquí funciona todo bien, suave, rápido, perfecto, a cualquier velocidad y régimen. Así de sencillo…
¿O no? La verdad es que he encontrado una “peguita”: cuando mueves la palanca con mucho “mimo”, que es mi caso porque cuido mi moto, funciona algo peor que cuando usas la palanca con decisión. Pero no es una pega, porque con usar la palanca no te digo “a golpes” ni mucho menos, simplemente con decisión, asunto resuelto. Y a lo mejor, con más kilómetros de rodaje, esto se soluciona por sí solo.
En cualquier caso, siempre te queda poner el modo “D”. En modo “M” no tienes embrague, pero sí palanca de cambio, que se usa de forma convencional y que incluso en las reducciones más fuertes, hace los cambios perfectos y sin tirones. Y en el modo “D”… tienes un scooter de 25.000 € y 281 kg, pero rápido y cómodo…
En esta nueva 1300 encontraras todas las virtudes tradicionales de las últimas RT: ideales para viajar, sorprendentemente eficaces en zonas de curvas -ahora más que antes- confort, capacidad de carga, calidad… Y pensareis, “¡qué menos, con lo que cuesta!” Pues hablemos de precio.
Lo que os voy a contar es fruto de mi experiencia personal. No voy a decir que las BMW en general y estas RT en particular sean baratas… eso no. Pero sí que son mucho menos caras de lo que crees. El coste de una motocicleta, o de cualquier otro bien, se define como la diferencia entre el precio de compra inicial y el valor de reventa en el mercado de segunda mano.
Insisto, os lo digo por experiencia propia, el precio de venta de las BMW usadas es excepcional. Este es el motivo de que muchos usuarios de BMW, sobre todo de las más caras, repitan marca y en ocasiones modelo, porque cambias de moto por muy poco dinero.
Siempre me gusta dar una conclusión y hoy no va a ser la excepción. Esta nueva BMW R1300RT es una moto sencillamente excepcional, muy agradable de usar, con un nivel de seguridad elevado y muy recomendable. Pero… sí, hay un “pero”: amí me parece “menos RT” ahora que antes. Lo que sucede es que para mí esto puede ser un defecto, pero para muchos futuros compradores, puede ser una virtud. ¿Cuál es tu caso?
Me dejo muchas cosas por contar de esta moto tan especial, pero es que tendremos que “revisitarla” y hacer una prueba a fondo por el equipo habitual de probadores de Moto1PRO. A ver qué dicen ellos.
¡No me olvido! Tenía interés en probar esta moto, porque he tenido dos RT, cada vez viajo más en moto y estaba pensando si cambiar mi GS1250 Adventure, que ahora me la pagarían bien, por ésta. ¿Y cuál creéis que ha sido mi decisión? Pues, creo que lo suponéis: de momento, al menos de momento, sigo con mi Adventure. Si algún día vendo mi Adventure, ya os avisaré…
La moto al detalle...

El alumbrado es fenomenal, con luces "inteligentes" que también funcionan en curva con la moto inclinada.

Navegar con las piñas por las numerosas opciones de configuración no es nada intuitivo.
Galería de fotos






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Soy un motero atípico. De pequeño me preguntaban si quería más a mi madre o a mi padre y ahora si me gustan más los coches o las motos. No lo sé, pero me gustan mucho. De hecho llevo casi ¡40 años! en esto del periodismo del motor… y no me aburro.
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