Prueba Harley Davidson Low Rider S: Custom deportivo
ASPECTOS POSITIVOS
ASPECTOS NEGATIVOS
Cilindrada
Motor
Potencia
Peso
Carnet
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Al oír Harley Davidson lo más probable es que a la mayoría de las personas, duchas o no en el mundo de las motos, les vengan la mente los tópicos de la marca con imágenes de barbudos en lomos de motos ruidosas y vibrantes, más cerca de la exhibición que del pilotaje. Pero eso ha cambiado por completo -excepto la parte de la exhibición, ya que muchas son capaces de acaparar toda la atención allá donde vayan-.
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Esta nueva era de la marca comenzó con su golpe sobre la mesa al presentar su novísima moto eléctrica, la Harley Davidson LiveWire, haciendo un alarde de capacidad y demostrando su nueva filosofía de estar en la vanguardia de la tecnología, construyendo una moto de altas prestaciones con una autonomía realmente utilizable. Este año además incorporan nueva electrónica con su sistema RDRS (Reflex Defensive Rider System) y el Connect Service, que nos permitirá conectar nuestra moto a los dispositivos móviles y redes. Si hace años hubieran preguntado qué marca sería la primera de las grandes en sacar una moto eléctrica con todas las letras, muy pocos habrían dicho Harley, por no decir ninguno…
Y es que la LiveWire es una declaración de intenciones en una marca que lleva fabricando motos desde 1903, marcando una nueva línea y una nueva época para Harley-Davidson. El plan denominado por la marca "More roads for Harley Davidson", con una inversión de 700 millones de dólares, está haciendo que sus motos sean mejores en todos los sentidos, y esto ya se refleja en sus novedades 2020, sobre todo en la nueva Low Rider S, y hemos venido hasta California para comprobarlo.
Una Harley Davidson Softail... Que antes fue una Dyna
La nueva Low Rider S conjuga el carácter Harley Davidson de los modelos Dyna de los años 80 -tan populares en el sur de California donde nos disponemos a probarla- con unas prestaciones actuales y ahora aumentadas, gracias a mejores suspensiones, chasis y motor. Así tenemos el estilo Custom clásico de moto baja y alargada, combinado con mayores capacidades de pilotaje en carretera.
Estéticamente el negro está presente en toda la moto, dándole un toque de rudeza y clase al mismo tiempo. Hay dos colores disponibles -negro y gris-, cambiando únicamente el color de depósito, guardabarros y cúpula, dejando el resto en negro complementándolo con las llantas de aluminio en color bronce oscuro -19’ en el tren delantero y 16’ en el trasero-. La iluminación es Full LED y combinando así también una estética de ópticas delantera y trasera completamente tradicionales con la última tecnología.
Respecto al motor todos los modelos de la marca mantienen el característico bicilíndrico en V, pero esta vez renovado por completo. La Low Rider S monta el motor Milwakee Eight 114 de 1.868cc refrigerado por agua, con un par motor de 155 Nm a 3.000 rpm, entregando 93 CV de potencia máxima a 5020rpm. Este nuevo motor de Harley incorpora un sistema de doble eje de balance interno que reduce las vibraciones, montando además una culata de cuatro válvulas con doble bujía, con lo que se consigue un mejor comportamiento en todo el rango de revoluciones a la vez que se mejora notablemente el orden de marcha en lo que a comodidad de refiere.
La horquilla invertida con barras de 43 mm de diámetro y el monoamortiguador trasero -oculto bajo el asiento lo que hace que mantenga un aspecto de Hardtail- trabajan en conjunto con un nuevo chasis, ahora con menos ángulo de lanzamiento -más manejabilidad- lo que confieren a esta Custom un carácter mucho más deportivo que sus antecesoras. Y en el apartado de frenos tampoco se han quedado atrás y ahora monta doble disco delantero de 300mm con pinzas de cuatro pistones.
Comportamiento Harley Davidson Low Rider S
Cuando llega el turno de subirnos a la Harley Davidson Low Rider S su mullido asiento nos acoge como un guante hecho a medida. Tanto la forma como su dureza están perfectamente ajustadas, quedando sujetos por el pequeño respaldo mientras nuestras piernas lo abrazan por los laterales (llevan más de 115 años fabricando asientos, así que algo saben). En parado se nota pesada, con sus 308kg de peso en orden de marcha no podía ser de otra manera, pero esta sensación se disipa en gran medida apenas empezamos a rodar.
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Estamos bastante pegados al suelo -690mm de altura de asiento- por lo que nuestros pies llegan al suelo en parado con suma facilidad, quedando las estriberas por delante de las piernas mientras permanecemos parados. Nuestros brazos quedan prácticamente paralelos al suelo al agarrar el manillar -ahora con un toque de estilo motocross, bastante plano y con las puntas no demasiado cerradas-, situando las manos a la altura de los hombros, cosa que a priori podría parecer incomodo pero en ningún momento se carga ningún musculo, y después de horas de pilotaje no sentimos fatiga alguna.
Al subir los pies a las estriberas las piernas quedan adelantadas como en cualquier moto de este estilo, pero están lo suficientemente altas como para poder inclinar sin miedo, rozando solo cuando buscamos ángulos de inclinación muy considerables -lejos quedan las sensaciones en las antiguas Harley de inclinar con cuidado por si tocábamos sin previo aviso-.
Al arrancar el motor el característico sonido Harley, ahora modernizado, sale a la luz. El bicilíndrico de casi 2000cc suena fino y limpio pero a la vez poderoso y contundente. Al ralentí suena suave, nada molesto para los viandantes, manteniendo un ronroneo de león perfecto. Y vibraciones las justas, si te paras pensar el motor que tienes debajo es muy sorprendente el nivel de vibraciones que han conseguido. No es que sea poco molesto, es que apenas vibra prácticamente nada. A este confort de marcha también ayudan mucho los silentblock del manillar, que hace que las vibraciones en los brazos sean también insignificantes.
Cuando abandonamos San Diego en busca de las primeras carreteras secundarias, enseguida notamos que con esta Harley Davidson podemos disfrutar de trazar, buscando líneas limpias inclinando sin miedo, encontrado el límite con las estriberas solo cuando lo buscamos intencionadamente. Chasis y suspensiones nos transmiten sensaciones nobles en todo momento con un tarado, tanto en horquilla como en amortiguador, algo duro quizá para un peso de 75kg, que es el nuestro, pero que nos permite ir muy cómodos al aumentar el ritmo, aguantando aceleraciones y frenadas mejor de lo esperado.
En carretas secundarias más o menos amplias es donde más podemos disfrutar de la Harley Davidson Low Rider S, donde enlazar curvas a ritmos medio-altos como si de dibujar con un tiralíneas se tratase, es todo un placer. Gracias a su larga distancia de eses, propia del segmento Custom, en autovía y vías rápidas se mantuvo firme y estable, lo que permite ir cómodos sin apenas pensar y sin inmutarnos durante cientos de kilómetros.
Otro de los puntos fuertes son los frenos, firmes y potentes son capaces de parar la moto con un tacto muy dosificable en poco recorrido de maneta. No nos gustó demasiado la anchura de las manetas -así como de los puños-, que al ser demasiado amplios comparado con lo que estamos acostumbrados, no sentimos igual de cómodos como en las manetas y puños tradicionales.
El motor derrocha empuje desde apenas 1500rpm, siendo un atentico placer jugar en bajos, desde esas revoluciones hasta poco más de 3000rpm. Abrir el gas a fondo dejando salir el sonido del gran bicilíndrico mientras disfrutamos de un empuje lineal y contundente es uno de los placeres de esta moto. El disfrute máximo de la Low Rider S se obtiene al ir en marchas largas enlazando curvas sin usar el cambio, y sin apenas tocar el freno trasero, ya que el motor retiene lo justo y necesario sin ser excesivo. Todo esto con una posición de conducción casi como en el sofá de casa, sin necesidad de sacar el cuerpo ni de hacer esfuerzos de cambio de peso, simplemente con motor y contramanillar se conduce con suma facilidad.
En la parta alta del cuentarrevoluciones -corta a poco más de 5500rpm- perdemos par motor y no tenemos ningún pico de potencia, pero el empuje acaba de forma lineal, como una tabla rasa, cosa que, aunque la usaremos poco en esta banda de revoluciones, sin duda es de agradecer.
Respecto a las partes negativas nos pareció algo incómodo que las esferas del marcador estén sobre el depósito, ya que para mirar cualquier información, ya sea velocidad, revoluciones,… tenemos que bajar mucho la mirada y salir del campo de visión en el que nos encontramos cómodos. A nivel estético puede gustar más o menos, pero a nivel práctico no lo vemos muy adecuado. Además, la parte trasera de la pequeña cúpula sobre el faro, donde normalmente irían los relojes, queda desaprovechada.
Respecto al consumo, declaran 5.6l/100km lo que la confieren una autonomía nada despreciable gracias su depósito de 18.9l.
Opinión Harley Davidon Low Rider S
Con esta nueva Low Rider S los amantes de Harley quedarán desbordados al tener una montura que además de cumplir con su ideal estético viene con prestaciones más que de sobra para su segmento. Además, el público que aun gustándole las motos Custom la falta de prestaciones del segmento les hacía ser reticentes, en esta moto encontrarán la estética y el espíritu de moto custom que buscan, además de sensaciones de conducción, con capacidad de frenear e inclinar disfrutando de un pilotaje más deportivo.
Por su historia y tradición Harley Davidson es más que una marca, es una filosofía, una hermandad, una manera de ver la vida. Ahora, sin perder un ápice de lo anterior, también es placer de conducción y comodidad en el orden de marcha, por lo que el paso hacia delante de la marca es un gran salto al público general.
El precio de la nueva Low rider S es de 21.600 euros -250€ más si la queremos en gris-, por lo que este factor a lo mejor sí que sigue siendo una barrera de entrada para el público más joven, que seguramente se verá atraído por el aumento de prestaciones de este modelo.
La moto al detalle...
El poderoso bicilíndrico en V de 1.868cc de inyección refrigerado por agua, con un par motor de 155Nm a 3.000rpm, entrega 93 CV de potencia máxima a 5020rpm y todo ello con unas vibraciones sorprendentemente reducidas.
El más puro estilo Custom clásico con el negro como color dominante -chasis, motor, escapes,…- le otorgan un toque de rudeza y clase al mismo tiempo. El negro está presente en toda la moto, cambiado únicamente el color de guardabarros y deposito en las dos versiones. La mini cúpula junto con la horquilla invertida delantera le dan le da un toque deportivo dentro del estilo Custom.
La horquilla invertida de 43mm tiene un tacto bastante deportivo, tanto como por la firmeza que transmite el tren delantero como por la dureza de la misma.
El nuevo chasis ha sido mejorado y rediseñado con un avance más reducido, lo que otorga mayor manejabilidad al conjunto. Además el amortiguador trasero queda bajo el asiento dando un aspecto de chasis Hardtail.
Los dos relojes para velocidad y revoluciones están sobre el depósito, dejando la parte de detrás de la cúpula sin ninguna instrumentación.
El doble disco delantero de 300mm hace gala de potencia y tacto, pudiendo frenar el conjunto con facilidad sin mostrar síntomas de fatiga.
Tanto el mullido como la forma están perfectamente logrados. El pequeño respaldo nos ayuda a apoyar la zona baja de la espalda y su anchura hace que nuestros muslos queden perfectamente ajustados a la moto.
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