Prueba Triumph Daytona 660: fácil, barata y ¡divertida!
ASPECTOS POSITIVOS
ASPECTOS NEGATIVOS
Cilindrada
Motor
Potencia
Peso
Carnet
Precio
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Triumph es el proveedor oficial de los motores de tres cilindros en Moto2, pero decidió en su momento que no tendría una “Moto2 de calle” como tal, sino que este papel lo cumplen (y debo decir muy bien) las naked deportivas Street Triple que probamos en su momento. Pero en la marca se echaba de menos una deportiva tricilíndrica media de carenado completo, y han decidido apostar por algo menos “punta de lanza” a nivel prestacional o tecnológico: la Triumph Daytona 660 está a medio camino del hi-sport y las sport-turismo y su motor viene a ser el 765 de Moto2 “rebajado” hasta 660 cc y 95 CV de potencia, lo que de paso permite limitarla para el A2. Equipada con material bueno pero no “top”, consiguen ponerla a la venta por debajo de los 10.000 euros, y el resultado ya te anticipo que es ¡fantástico!
Triumph Daytona 660 2024
Por su cilindrada esta Daytona es hermana de las Trident y Tiger Sport en el catálogo de Triumph, pero veremos que en realidad está mucho más cerca de las deportivas Street Triple. El motor de tres cilindros y 660 cc como decíamos más arriba se derivó del 765 de Moto2, buscando menos potencia máxima y más elasticidad en uso tranquilo, con 81 CV de potencia. Para esta Daytona Triumph no quería ir al extremo de la Street Triple RS (130 CV de 765 cc, las Moto2 no dan mucho más...) pero tampoco se iba a conformar con esos 81 CV, así que trabajaron a fondo hasta extraer 95 CV de esos tres cilindros con 660 cc, con un carácter mucho más deportivo, pues la zona roja está pasadas las 12.500 rpm cuando en 660 “tranquilo” corta bien antes de las 10.000…
La electrónica se mantiene básica pero añade un modo de conducción Sport y permite desconectar el control de tracción (no en las otras 660), además de ofrecer cambio rápido (opcional). Para cumplir con el objetivo de contener el precio, el chasis es de acero y las suspensiones correctas: horquilla y amortiguador Showa con ajustes básicos (pero como es tradicional en Triumph excelente puesta a punto original). Igual los frenos, con dos discos de 310 mm delante pero sin bomba radial, y las ruedas vienen con Michelin Power 6 de serie en las medidas ya estándar 120/70 y 180/55 con llantas de 17. Con los algo justos 14 litros de gasolina, justo se pasa de los 200 kg (201), así que se ha contenido bastante bien el peso.
¡Muy divertida!
La Triumph Daytona 660 me ha parecido la moto más divertida que he probado en los últimos meses, y además de divertida me gustó por muchos motivos. Si el motor 660 ya me gustó mucho en la Tiger Sport, por su suavidad y buen empuje, esta vitaminada versión “se sale”: igual de suave, pero donde el otro empezaba a “acabarse” (unas 8000 rpm) aquí empieza a gruñir la admisión y la aguja del cuentavueltas sale disparada buscando la zona roja pasadas las 12.000 vueltas.
Suena el escape pero sobre todo suena de admisión a motor de carreras, y se porta como tal, aunque cuando ruedas por carreteras permite ir en sexta cruzando pueblos a ritmo legal sin inmutarse. Fantástico. Si te contienes, además, gasta poco (unos 5 litros o algo menos) pero si no te contienes tampoco se dispara (6 y pico), aunque su buen lado práctico queda recortado por esos 14 litros de depósito. El control de tracción no es muy intrusivo y hasta deja levantar algo la rueda delantera estirando marchas cortas, pero lo ves activo (testigo) en cuanto aumentas el ritmo así que está muy bien tarado.
Pero es que gracias a eso (pequeño depósito), al estrecho tricilíndrico y al contenido diseño, la Daytona 660 es ¡una bici! Además del genio de su motor, es divertida porque la notas más ligera de lo que la báscula dice: un juguete con el que parece que siempre podrás rectificar y que irá donde tú quieras sin más que pensarlo. Los frenos, sin bomba radial, aguantan bien el trabajo continuado y llegué a calentarlos hasta que olían bastante, sin desfallecer.
La moto es de comportamiento básicamente neutro y ágil, pero si tocaba freno delantero en curva tendía a subvirar un poco (abrir trazada o levantarse), algo que puede ser cosa de los Michelin, pero que sería el único “pero” (a falta de jugar más con presión delante) para poder aplicarse a fondo en conducción deportiva, aguantando freno hasta el ápice de la curva. En carretera no hay que apurar tanto, y en zonas rápidas la estabilidad es perfecta, sin agitarse.
En uso más tranquilo descubres el lado “660 normal” del motor, como en sus hermanas en particular la Tiger Sport, una moto maravillosa para usar a diario o viajar, pues hasta esas 7-8000 vueltas es igual de fina (y el quickshifter es mantequilla pura por cierto)… aunque luego la Daytona tenga una segunda vida mucho más alegre. En plan rutero mejor sería un asiento para el pasajero más acogedor, pero la posición el piloto es buena, con estriberas no demasiado altas ni bajas (cuesta rozar), y la pequeña cúpula desvía sorprendentemente bien el viento. Es cómoda.
Conclusión
La Triumph Daytona 660 nos ofrece el mejor motor de tres cilindros deportivo, diría que solo superado por la Street Triple RS (la R es un pelo menos fina y excitante), en una moto fácil y ágil, por un precio excelente. Su mayor rival es la Honda CBR 650 R de igual potencia y precio (pero mayor peso y carácter menos deportivo), porque las Suzuki GSX-8R o Yamaha R7 quedan atrás en prestaciones, y quizás esa Kawasaki ZX-4RR con su molinillo pueda rivalizar en diversión, pero aún menos que las bicilíndricas en prestaciones puras. Es bonita, es divertida, es bastante práctica y no es cara… ¡una compra maestra!
La moto al detalle...
Similar al de la Tiger Sport, la verdad es que se lee muy bien y no tiene complejidades. Bien.
¡Fantástico! Este tricilíndrico es suave abajo y rabioso arriba (para 95 CV), además “suena” muy bien. El cambio rápido es una opción pero merece la pena, los Triumph van perfectos.
Sin bomba radial pero con pinzas radiales y discos de buen tamaño y calidad, sin quejas por potencia o resistencia.
Bonito piloto trasero y afilado colín… a costa de que el pasajero quiera acompañarnos durante mucho tiempo. A ver cuándo cambia esta mala tendencia del diseño o alguien se da cuenta de que a veces la moto la paga (o autoriza) una segunda persona...
Cuando te subes dirías que estás sobre una 250 o 300, estrechísima, y ligera. El pequeño depósito ayuda a eso, aunque 14 litros dan para poco: en la práctica repostas 11 o 12 como mucho, o sea 200 km o menos.
Un “juguete” pero suficientemente grande para no parecerlo: mido 183 cm y no se ve pequeña, sí que llego fácilmente al suelo.
Buen agarre y comportamiento neutro, quizás un poco subvirador en plena curva, me quedé con ganas de jugar un poco con la presión delante para comprobar si era eso.
Los inefables LED brillan y te ven, pero cuando la usé de noche no me pareció que iluminaran mucho por dónde iba: mejorable.
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Apasionado de las motos, los aviones y la tecnología, llevo más de 30 años viviendo "desde dentro" la información del mundo de la moto en los mejores medios: ahora, en Moto1Pro.
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